La imagen del artista atormentado y pobre pareciera pertenecer al siglo XIX, y no a la actualidad. Sin embargo, para muchos creadores alemanes la pobreza es una realidad amarga y cotidiana. Muchos viven de otros trabajos o del paquete de ayuda social que el estado proporciona bajo la temida fórmula "Hartz IV".

¡No te enojes!

Johann Wolfgang está borracho. Otra vez. Grita, vocifera, llora. Es alcohólico. La escena es dolorosa, el espectador es azotado por la misericordia y resulta dolorosamente conmovido. Johann comparte su departamento con Dieter, un adicto a la heroína que duerme en la cocina; y con Andi, que también frecuenta las agujas y pernocta en la bañera.

Es un filme sobre la tan citada pobreza en Alemania, realizado por alguien que vive en carne propia los embates de la miseria. El director, Wolfgang Reinke, es beneficiario del Hartz IV; la película se llama "¡No te enojes!", fue auspiciada por amigos y por la ayuda financiera del programa social.

Rendirse, jamás

Reinke es un cineasta apasionado, y los 14 meses que duró la filmación fueron una constante guerra de nervios por las premuras económicas. "¡No te enojes!" es una pequeña obra maestra que, sin embargo, no ha encontrado un distribuidor adecuado.

Reinke ha enviado su obra a distintos festivales alemanes, todos los cuales la han rechazado. Ni esta situación, ni su propia vida, lo desaniman. No le gusta hablar de pobreza. "En Alemania aún tenemos un sistema social sin el que la película jamás se hubiera hecho", dice.

"Se busca firma discográfica"

La falta de reconocimiento público es un problema conocido también para Alexander Kutschera. El cantante y compositor trabaja desde hace 17 años en el lanzamiento de su carrera, y hace poco ganó un concurso en el estado de Brandemburgo. Pero no encuentra trabajo. Por ello, el hombre de 33 años ha tomado la decisión de anunciarse en el periódico, en busca de una compañía discográfica.

Él toma las cosas con serenidad. "Para mí, dedicarme a la música es una filosofía de vida. Soy capaz de ser feliz aunque tenga poco dinero". Por ello, no cambiará de profesión aunque el éxito tarde años en llegar.

Contabilidad artística

La joven Else Gabriel y Ulf Wrede forman el dueto Gemelos Gabriel. Ella afirma que para dedicarse al arte hay que aprender otro tipo de disciplinas. "La imagen del artista que pasa todo el día en su taller es absolutamente falsa", afirma.

"A menudo no se toma en cuenta todas las tareas de contabilidad, el tormento de los impuestos y las llamadas telefónicas permanentes. Pero eso no le preocupa, como tampoco su precaria situación. "Donde hay voluntad de ser libre, existe también el espacio para serlo", dice. Y concluye: "Pese a todo, vivir del arte es un auténtico lujo".