Artistas cubanos dan por finalizada su huelga de hambre
1 de diciembre de 2020
Miembros del Movimiento San Isidro seguirán pidiendo diálogo a las autoridades, libertad de expresión en la isla y la excarcelación de un músico.
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Los últimos activistas cubanos que permanecían en huelga de hambre para exigir la liberación de un compañero encarcelado -entre otras demandas- depusieron finalmente el ayuno tras recibir el apoyo de parte de la comunidad artística e intelectual, que logró un preacuerdo de diálogo con el Gobierno, informaron medios de prensa este lunes (30.11.2020).
"Gracias a todos esos muchachos intelectuales, dramaturgos. Gracias al cubano que se conectó con la realidad de lo que nos pasó. Les anuncio que depuse la huelga hoy", declaró el rapero Maykel "Osorbo" Castillo, en un mensaje de voz al que tuvo acceso Efe.
Osorbo era uno de los dos miembros del opositor Movimiento San Isidro que al comenzar el fin de semana aún mantenían la huelga de hambre declarada el pasado miércoles 18. El otro es el artista Juan Manuel Otero Alcántara, considerado líder del grupo, que volvió a ingerir alimentos el sábado y se encuentra ingresado en un hospital de La Habana.
Con la huelga de hambre, a la que se habían sumado al principio otros tres activistas, un grupo de 14 personas en total atrincheradas en la casa de Otero Alcántara en el barrio de San Isidro logró captar la atención de medios y organizaciones globales, como Amnistía Internacional.
El jueves las autoridades les desalojaron por fuerza alegando que uno de ellos había incumplido el protocolo anti covid-19, lo que suscitó al día siguiente una protesta pacífica de más de 300 artistas e intelectuales cubanos, entre ellos el director de cine Fernando Pérez, el actor Jorge Perugorría o el cantante Leoni Torres, para pedir libertad de expresión y de creación.
Manifestación inédita
La concentración de artistas frente al Ministerio de Cultura, algo inédito en Cuba donde no existe de facto el derecho a la manifestación al margen del Estado, culminó con una reunión entre treinta de sus representantes y altos funcionarios del ministerio y otras entidades relacionadas.
Cuba: así se vive con 10 dólares de pensión
En Cuba, la edad de retiro es a los 60 años para las mujeres y 65 para los hombres. Los magros salarios, sin embargo, redundan en pensiones de menos de 10 dólares. Para muchos cubanos sobrevivir es una lucha diaria.
Imagen: DW/S. Derks
Estilo de vida frugal
Ángel Julio Soza, de 89 años, fotografiado frente a la casa en la que ha vivido toda su vida en el distrito de San Lázaro, un área pobre en Cienfuegos, en la costa sur cubana. Trabajó durante 40 años en la industria de la construcción y ahora vive con una pensión de 200 pesos, 7,55 dólares. Consultado sobre si le falta algo para vivir bien, responde "un televisor para mirar chicas hermosas".
Imagen: DW/S. Derks
Raciones subsidiadas
Todos los cubanos tienen una "libreta", un libro de racionamiento que les da derecho a comprar una determinada cantidad de alimentos a precios subsidiados por el Estado. El racionamiento se volvió más drástico en mayo de 2019, debido a que el bloqueo estadounidense se hizo más estricto y a la pérdida de la ayuda proveniente de Venezuela.
Imagen: DW/S. Derks
Vendedor ambulante
Raúl Bouza sentado frente a su casa en el centro de La Habana, una construcción que colapsó tras el paso de un huracán hace tres años. Su pensión es de 240 pesos. Todos los meses debe pagar una licencia de 500 pesos para poder vender baterías, bombillas y otras cosas, en un intento por generar más ingresos. Su hermano le envía remesas desde Miami: 100 dólares cada tres meses.
Imagen: DW/S. Derks
Gracias a la granja
Antonio Loreno Lozana, de 86 años, vive con uno de sus hijos en uno de los senderos turísticos que llevan a los valles tabacaleros cerca de Viñales, donde administra una pequeña granja. A los 200 pesos que recibe de pensión suma alrededor de 150 dólares al mes, dinero que gana con los productos agrícolas que vende al Estado y el café que vende a los turistas.
Imagen: DW/S. Derks
Parte de la sociedad
Evaristo Díaz Díaz (85 años) trabaja en una imprenta de La Habana, donde dobla cajas. Gracias a este empleo suma 300 pesos a su pensión, y además recibe desayuno y almuerzo. Evaristo dice que está muy contento con su trabajo porque le hace sentirse útil y parte de la sociedad.
Imagen: DW/S. Derks
Dar un poco
Aída Guerreros Blanco tiene 92 años y tiene que llegar a fin de mes con su pensión de 120 pesos. Vive en el centro de Bayamo, en el este de Cuba, y cuando ve a turistas extraviados se acerca a ellos para ayudarlos con algunas indicaciones, con la esperanza de recibir a cambio una pequeña donación.
Imagen: DW/S. Derks
De dulces y galletas
Miguel Calzada, de 90 años, está sentado frente a su casa en Trinidad, en el centro de la isla, donde vende dulces y galletas para complementar su pequeña pensión de 100 pesos.
Imagen: DW/S. Derks
Trabajando en el mercado
Mario Díaz tiene 80 años y trabaja como intermediario en el mercado inmobiliario de La Habana. Si logra vender una casa, obtiene el 10 por ciento de la venta. Si logra encontrar a alguien que permute una propiedad, recibe una donación. En 2018 vendió dos casas, negocios que le dieron cerca de 1.500 dólares de ingresos adicionales.
Imagen: DW/S. Derks
Proveedora familiar
Lidia Heredia tiene 86 años y vive con su hijastra, que está enferma y requiere de cuidados diarios. Su marido murió hace 15 años. Para poder llegar a fin de mes, todas las tardes vende cigarros y bolsas en una concurrida calle cerca del terminal de buses de Santiago de Cuba.
Imagen: DW/S. Derks
Seguir trabajando
A los 66 años, Rodolfo Aguilar González sigue trabajando como inspector de aguas en la ciudad oriental de Holguín. Aunque pudo jubilarse a los 65 años, él disfruta las dinámicas de la vida laboral y de poder interactuar con otras personas. Una ley permite a los cubanos seguir trabajando en un puesto menos demandante tras el retiro, pero Rodolfo eligió no abandonar su viejo empleo.
Imagen: DW/S. Derks
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Ambas partes se comprometieron, entre otras cosas, a entablar un diálogo para resolver sus diferencias y, según los representantes del colectivo artístico, las autoridades se comprometieron a suspender por el momento el hostigamiento de la policía a los activistas críticos con el Gobierno.
Sin embargo, al menos cuatro de ellos (incluido Osorbo) denuncian desde el sábado que hay patrullas de policía apostadas frente a sus domicilios para impedirles salir a la calle, mientras Otero Alcántara tiene restringidas las visitas al hospital y sus compañeros denuncian que no se le permite volver a su casa, donde tuvo lugar la huelga de hambre que encendió la mecha del conflicto.
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Lucha pacífica
El artista, productor y promotor Michel Matos, también miembro del movimiento opositor, aseguró que pese al fin de la huelga de hambre seguirán pidiendo diálogo a las autoridades y luchando de forma pacífica para exigir "libertad de expresión, asociación y emprendimiento", así como en favor de la liberación del rapero Denis Solís.
Solís fue condenado a ocho meses de cárcel por haber insultado a un policía que supuestamente entró en su casa sin permiso (él mismo grabó y difundió un vídeo del incidente en las redes sociales) en un juicio sumario que según los opositores no contó con las garantías adecuadas, mientras el gobierno defiende que se respetó la legalidad.
jc (efe, 14 y medio)
Espectaculares escenas de La Habana
La Habana cumplió 500 años este 16 de noviembre. El fotógrafo alemán Sven Creutzmann lleva tres décadas fotografiándola.
Imagen: Sven Creutzmann
La Habana, antes de la tormenta
La Habana de 2019 (aquí desde la cúpula del Capitolio, antes de una tormenta y a través de una malla protectora de construcción) celebra 500 años de su fundación. Sven Creutzmann y Bert Hoffmann, un fotógrafo y un politólogo alemanes que han acompañado a la ciudad y a su gente por tres décadas, le regalan un imponente álbum ilustrado: “Havanna. Im Herzen Kubas” (La Habana. En el corazón de Cuba).
Imagen: Sven Creutzmann
La Habana de Fidel
El álbum dedica un capítulo a la relación de los habaneros con Fidel Castro, el hombre que, "para bien o para mal", marcó al país y la vida de su gente "como ningún otro". Aquí: con gorra militar verdeolivo, rodeado de guardaespaldas, pero en "una situación confusa, que otros jefes de Estado habrían evitado", durante "el Maleconazo", la revuelta del 5 de agosto de 1994.
Imagen: Sven Creutzmann
Lazarito Castro
"No sé lo que hace hoy ese niño a la izquierda de la foto. Pero todavía sé su nombre: Lazarito Castro", cuenta el escritor Leonardo Padura, una voz habanera en el libro. Lazarito no era familia de Fidel, pero se vio convertido en una especie de "asesor" simbólico por él. En la foto, de 2002, Fidel pierde una de 11.000 simultáneas de ajedrez en la Plaza de la Revolución, acompañado por Lazarito.
Imagen: Sven Creutzmann
"Viaje en el tiempo, sobre ruedas"
En julio de 2006, otro cubano escucha un discurso de Fidel Castro en el salón de su casa, donde también parquea su Chevrolet. Omnipresentes en la ciudad, los habaneros los llaman "almendrones". Hoffmann asume el reto de obviar el habitual cliché que representan, describiendo también los 'oldtimer' soviéticos, Lada y Moskvich: "el malabarismo de hacerlos caminar 30 años en el trópico es el mismo".
Imagen: Sven Creutzmann
El Fidel de La Habana
Recién publicado por la editorial Frederking & Thaler, en un formato espectacular, con 320 páginas y alrededor de 250 fotos, el volumen muestra cómo los habaneros se han relacionado con Fidel y la representación de su figura en las últimas décadas. Este señor espera el inicio de una manifestación, con un cuadro desmontado de una pared como pancarta. Es agosto de 2006 y Fidel ha dejado el poder.
Imagen: Sven Creutzmann
Patios interiores de La Habana: dominó
En áreas comunes, antiguos patios interiores coloniales, parques, aceras y, a veces, incluso a un lado de la calle, los habaneros, los cubanos, juegan dominó, ajedrez, comparten vida en comunidad. De fondo, no pocas veces, la arquitectura habanera se desmorona.
Imagen: Sven Creutzmann
Artes y cuerpos
"La Habana es una ciudad de escenarios", escribe Hoffmann. El mayor y más conocido es el largo muro y paseo marítimo conocido como Malecón. "Pero más que todo, La Habana es una ciudad de incontables pequeños escenarios... para la representación de la vida cotidiana". Maikel e Idelbis se preparan para ser bailarines de Tropicana, un famoso espectáculo de cabaret al aire libre para turistas.
Imagen: Sven Creutzmann
Valentín y Clara
Esta pareja habanera baila en la sala de su casa, durante la Nochebuena de 1992, junto a su árbol de Navidad, a la vista del Ché Guevara.
Imagen: Sven Creutzmann
Ópera en casa
Sven Creutzman recuerda que, para un reportaje sobre la vida en los techos de La Habana, descubrió esta vivienda de madera junto al equipo con que trabajaba, desde otro techo. Tras días intentando sacar una buena foto, apareció Edwin, estilista y cantante de ópera y se puso en ensayar: ¡Mozart!, con el Capitolio de fondo.
Imagen: Sven Creutzmann
Tecnología y salud
Alta tecnología, en el Instituto Cubano de Oftalmología, Ramón Pando Ferrer, conocido por los habaneros como "La Ceguera", pacientes de toda América Latina fueron operados durante la denominada "Operación Milagro".
Imagen: Sven Creutzmann
Antillana de Acero
La producción de acero en la planta siderúrgica más grande de Cuba, la Antillana de Acero, en 2011, en el Cotorro, un barrio periférico de La Habana al que no se asoman los turistas. Aún más lejos del centro que la finca Vigía, donde una vez vivió Hemingway, en la vecina San Francisco de Paula.
Imagen: Sven Creutzmann
"Camello" habanero
El metrobús, más conocido por los habaneros como "camello", transporte urbano con contacto de cuerpo entero en La Habana de 2005. La "innovación" surgió durante la crisis de la década de 1990: dos autobuses de la desvanecida era soviética, unidos entre sí sobre un tráiler y ruedas de camión, con capacidad para 200 personas, y una sección baja en el centro para permitir el acceso de pasajeros.
Imagen: Sven Creutzmann
Quince años
Tras 60 años de socialismo, la "fiesta de quince", esa costosa presentación y baile de señoritas en sociedad, de origen tan burgués, sigue siendo tradición en la isla. El lente de Sven Creutzman observa tras bambalinas, a quienes observan tras bambalinas a las princesas cubanas, envueltas en tul rosado, en un patio habanero.
Imagen: Sven Creutzmann
Elecciones a mano alzada
Así se vota en La Habana y en toda Cuba, por los candidatos de base. En este barrio habanero, inicia el proceso electoral para las elecciones parlamentarias, en 2017.
Imagen: Sven Creutzmann
Opositor asediado
Pese a los "nuevos tiempos" y las reformas introducidas por Raúl Castro, tras heredar el poder de su hermano Fidel, la disidencia sigue siendo ilegal en Cuba. En la foto: el periodista disidente Reinaldo Escobar (camisa de puntos blancos), asediado por agentes de seguridad vestidos de civil y militantes oficialistas, para impedirle la protesta pública, en noviembre de 2009, en una calle habanera.
Imagen: Sven Creutzmann
Pioneros, "aunque les duela"
Niños pioneros gritan consignas políticas para exigir el regreso de Elián González a Cuba junto a su padre, tras sobrevivir al naufragio de una balsa de emigrantes en 1999, en el que murió su madre. Esta manifestación de unos 150.000 estudiantes junto al Malecón, el muro que separa al mar de La Habana, pasaba frente a la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, hoy embajada.
Imagen: Sven Creutzmann
Ernesto
Ernesto, de siete años, cierra este libro, un retrato y homenaje a La Habana y los habaneros. En la contratapa, descansa sobre la defensa de un "almendrón", en La Habana Vieja.
Imagen: Sven Creutzmann
Dos alemanes en La Habana
Sven Creutzmann llegó a La Habana por primera vez en 1988 y es hoy el único fotógrafo alemán permanentemente acreditado en la isla. El politólogo Bert Hoffmann, que no ha dejado de investigar sobre la ciudad y el país desde 1990, dirige hoy el buró berlinés del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA).