Investigador peruano Julio Valdivia explica a DW los datos técnicos usados en el simulador donde han sembrado papas bajo condiciones climáticas similares a las de Marte. Conozca los datos técnicos.
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En Perú están sembrando papas en un ambiente similar a Marte. El investigador Julio Valdivia contó a la DW todo sobre el trabajo que realiza el Centro Internacional de la Papa (CIP) junto a la NASA. El estudio muestra que una papa puede soportar ambientes extremos similares a las del planeta rojo.
Explíquenos por favor la parte técnica del simulador de Marte.
Al simulador, obviamente no se le podía poner las condiciones reales de Marte. El aspecto más difícil es la variable de la gravedad, que es un tercio de la Tierra y eso no lo pudimos colocar. La temperatura de Marte baja hasta los -70 C° y ahí no podría crecer una papa. Le pusimos 0 grados solo para comenzar. porque la papa ya estaba recibiendo otras condiciones extremas, como la grave concentración de dióxido de carbono. El CO2 de la atmósfera marciana es de 95 % y en el simulador pusimos una concentración cercana al 30 o 40% del CO2. Teniendo en cuenta que nuestra atmosfera tiene 0.03% de CO2 y que creíamos que la papa solo podía sobrevivir hasta 1% de CO2, nos sorprendió su normal crecimiento. Si bien la medida de esas dos variables no es igual a la marciana, lo que habíamos impuesto era muy alta y de eso no se ha publicado antes.
El suelo lo trajimos de la Pampa de la Joya, un suelo muy parecido al que hay en Marte. Este tiene 56% de sal, algo cercano a lo que hay en Marte. Además se le puso una presión atmosférica cercana a 300 milibares, muy cercana a la del monte Everest. También simulamos un día y una noche marciana. El simulador tiene la capacidad de ponerle radiación, pero ya eran demasiadas variables para ser una de las primeras pruebas.
El resultado es muy alentador y queda demostrado que la papa puede soportar mucho más de lo que se había descrito hasta el momento en la comunidad científica. Es una papa con mucha capacidad y podría ser el primer alimento elegido para ir a Marte.
¿Y en cuanto a la escasez de agua?
Hemos utilizado un sistema que simula el periodo corto de humedad en Marte. Se sabe que allá existía agua en estado líquido, pero a temperaturas probablemente de -10 grados, y era muy salada. El agua cuando está muy salada puede resistir esas temperaturas sin pasar a estado sólido. Debido a la presión tan baja que tiene Marte, esta humedad se puede quedar en las partículas que están bajo el suelo, y serían atrapadas por las raíces. Entonces la irrigación que se daría sería interna, dentro del suelo.
¿Esa papa del experimento es comestible? ¿La han examinado?
Eso estamos analizando en estos momentos, es decir, la cantidad de nutrientes que tiene. Y por supuesto que son comestibles. Sin embargo, debido al suelo salado, puede que la papa salga un poco más salada de lo normal. Estos experimentos que estamos realizando ahora corresponden a la fase 2. Tenemos que evaluar los nutrientes y mejorar sus capacidades, que es lo más importante. No solamente queremos que la papa crezca; lo más importante es que pueda servir de alimento. Y eso es un tema que falta definir aún mucho más.
Agua en estado líquido en Marte
A partir de datos recabados en 2018 por una sonda de la ESA, científicos deducen la posible existencia de agua en estado líquido debajo del hielo en Marte. En temporada de calor, fluye por las laderas de las montañas.
Imagen: imago/United Archives
Debajo de la superficie hay un lago
Esta ilustración muestra cómo la sonda ESA Mars Express descubrió agua líquida debajo de una superficie cubierta de hielo, con la ayuda de un sensor de radar especial. Debido a que hace mucho frío en este punto de Marte, el agua debe ser extremadamente salada. De lo contrario, no sería líquida, y el radar no la habría detectado.
En 2015, científicos estadounidenses descubrieron por primera vez pruebas de agua líquida en Marte. En las temporadas más calurosas del año, el agua probablemente se precipita por las laderas montañosas de Marte, dejando estrías o grietas en la superficie rocosa, que fueron analizadas por los investigadores de la NASA.
Imagen: NASA/JPL/University of Arizona
Masas de sales
Las estrías en las laderas montañosas miden más de cinco metros de ancho y más de cien metros de largo, como se puede apreciar en esta imagen del cráter Horowitz. No obstante, esta agua no es potable, ya que contiene una gran cantidad de sales, como, por ejemplo, perclorato de magnesio. En realidad se trata más bien de masas saladas con agua que se precipitan por la ladera.
Imagen: NASA/JPL/University of Arizona
Agua líquida, pese a bajas temperaturas
Las sales reducen el punto de congelación del agua. Como resultado, esta permanece líquida en Marte, donde se registran temperaturas menores a cero grados centígrados. Sin embargo, las estrías solo se forman en el verano marciano. En los tiempos más fríos del invierno, el agua aparentemente sí se congela.
Imagen: NASA/JPL/University of Arizona
A vista de pájaro
Científicos estadounidenses han analizado imágenes y datos de la sonda de la NASA “Órbita de Reconocimiento de Marte”. Desde hace tiempo ya se tenía conocimiento de las grietas en las colinas. Ahora los investigadores las han podido examinar por primera vez con un instrumento de medición especial. Las sales se descubrieron desde el aire, a una altura de 300 km.
Imagen: ESA
Un océano en Marte
Desde hace mucho tiempo los científicos creen en la existencia de agua en Marte. Antaño, grandes superficies del Planeta Rojo estuvieron cubiertas por agua. Incluso había un gran océano. Sin embargo, la mayor parte del líquido se evaporó hacia el universo.
Imagen: NASA/GSFC
En busca de agua
Asimismo, vehículos exploradores como "Curiosity" buscan agua en Marte, y, con ello, también esperan hallar señales de vida. Sin embargo, los científicos estadounidenses suponen que el agua en las colinas es demasiado salada como para contener organismos vivos. Al menos, organismos con una vida tal como nosotros la conocemos.
Imagen: NASA/JPL-Caltech/Malin Space Science Systems
Vida en Marte
Pero, ¿quién sabe? De por sí, las formas de vida en Marte probablemente sean completamente diferentes a las de la Tierra. Pero si existen comunidades microbianas tolerantes a la sal en el Planeta Azul, ¿por qué no podrían existir también en las laderas montañosas de Marte?