Alemania se prepara para emitir el certificado digital "CovPass", con el que los ciudadanos europeos podrán viajar por la UE este verano, pero obtener este documento no es, por ahora, fácil.
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En Alemania, las consultas de los médicos y las farmacias podrán expedir los ansiados certificados digitales de vacunación, los llamados "CovPass", que permitirán a los europeos moverse con libertad por la UE este verano. Nos encontramos en una farmacia berlinesa y el dueño, Andreas Müller (nombre ficticio) asegura haber recibido un correo electrónico de la Asociación de Farmacias anunciándole que su negocio ya ha sido registrado para expedir estos documentos.
"Pero eso es todo lo que tengo, y todo lo que sé hasta ahora", suspira Müller, con gesto desolado. "El próximo lunes tendríamos que empezar, pero no sé exactamente el funcionamiento técnico, no dispongo del software necesario y, sobre todo, no sé cómo voy a reconocer certificados de vacunación falsificados". Eso es importante, porque si él expide un certificado falso, la multa puede ser elevada.
Un proceso "precipitado"
Atraídos por el anuncio del ministro alemán de Salud, Jens Spahn, de que ya a partir de esta semana (6 al 13 de junio) podrá obtenerse el certificado digital de vacunación, numerosos clientes se han dirigido a este farmacéutico para preguntarle si les puede expedir el documento. A Müller todo esto le parece precipitado: "Hoy hemos tenido que decir a 20 clientes que no sabemos cuándo podremos empezar a expedirlos", dice.
Un día después, el ministro Spahn anunció complacido en conferencia de prensa que las cifras de contagios están en franco retroceso, un éxito que cabe atribuir a "una estructura única de testeo" en Alemania. Spahn agregó que casi un cuarto de la población adulta ya ha recibido la doble pauta de vacunación. "Y, con el nuevo certificado digital, ahora tenemos una herramienta para que vacunarse sea más atractivo". El llamado "CovPass" podrá ser utilizado en toda Alemania y, a partir de julio, también en toda la UE. "El objetivo es que también en Helsinki, Ámsterdam y Mallorca pueda leerse el documento", dijo Spahn.
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Un millón de europeos ya tienen "CovPass"
Para hacerlo posible, los países de la UE deben sumarse a una puerta de enlace (gateway) que sirve como interfaz de los diferentes sistemas digitales nacionales. Es la mejor manera de facilitar el control de los códigos QR en los distintos países. Algunos países de la UE ya emiten su certificado digital, y alrededor de un millón de europeos disponen de él. En Alemania, el proceso avanza con más lentitud, pero, según Spahn, el objetivo es que, hasta finales de junio, todo el que lo desee disponga de su "CovPass".
Códigos QR en el celular
La aplicación Corona-Warn-App, que advierte de personas infectadas cerca del usuario, tendrá una actualización para descargar el código QR de cada certificado. El ministro Spahn anunció que, en los próximos días, también estará disponible en App Stores una segunda aplicación, válida en toda Europa, en la que también constará si la persona ha superado una infección por coronavirus o tiene un test negativo.
Quien se vacune en las próximas semanas, podrá escanear con su aplicación un código QR que recibirá tras ser inoculado. Quienes ya estén vacunados (19 millones de personas, según datos del Instituto Robert Koch), recibirán el certificado a posteriori. Algunos estados federados ya habrían empezado a enviarlos por correo postal a las personas vacunadas.
(ms/cp)
Coronavirus: vacunación en lugares remotos e insólitos
Los equipos sanitarios realizan viajes largos, a veces duros, para vacunar a personas en todo el mundo contra el coronavirus, escalando montañas, cruzando ríos, y también caminando muchas horas.
Imagen: Tarso Sarraf/AFP
Escalando hacia los pueblos montañosos
Quien quiera vacunar a la gente en las regiones montañosas del sureste de Turquía debe estar en forma. La vacunación en los pueblos de montaña es particularmente importante, dijo el doctor Zeynep Eralp en una entrevista con DW: "La gente suele convivir muy cerca" y el virus se puede propagar rápidamente. Además, a la gente no le gusta ir a los hospitales, "así que tenemos que acudir a ella".
Imagen: Bulent Kilic/AFP
Vacunación con nieve y frío
La gente muy mayor no van sola al centro de vacunación. En el Valle Maira, en el oeste de los Alpes italianos, muy cerca de la frontera con Francia, los médicos van de casa en casa para vacunar a personas mayores de 80 años contra el coronavirus. Por el camino cuentan con apoyo religioso.
Imagen: Marco Bertorello/AFP
En avioneta al río Yukon
Con su cargamento de vacunas contra el coronavirus, esta enfermera viaja a Eagle en avión. Menos de 100 personas viven en ese lugar al pie del río Yukon, en Alaska, EE. UU. La población indígena tiene preferencia en muchos programas de vacunación, porque vive muy lejos y el próximo centro de salud le queda lejos.
Imagen: Nathan Howard/REUTERS
No solo vacunar sino también convencer
Anselmo Tunubala se lava las manos antes de vacunar a una anciana. Todos los días, este hombre de 49 años anda por las montañas en el suroeste de Colombia para explicarle a la gente en el idioma local lo importante que es la vacunación. Es miembro de los misak, quienes viven allí. Son muy escépticos ante la vacunación, porque confían mucho en la medicina tradicional y sus líderes religiosos.
Imagen: Luis Robayo/AFP
Caminando durante horas para vacunarse
Estos hombres y mujeres caminaron hasta cuatro horas para vacunarse en la remota ciudad de Nueva Colonia, en el centro de México. Pertenecen al pueblo indígena de los wixárika. Internacionalmente son más conocidos con el nombre de huicholes.
Imagen: Ulises Ruiz/AFP/Getty Images
Vacunación en una barca
Olga Pimentel arrimó su bote junto al del equipo de vacunación. Solo se puede llegar a la comunidad de Nossa Senhora Livramento en Río Negro, en Brasil, a través del río. "¡Bien! Apenas dolió", dijo la mujer de 72 años entre risas y gritó: "¡Viva SUS!", el sistema de salud pública de Brasil.
Imagen: Michael Dantas/AFP
Vacunando sin electricidad
Durante mucho tiempo, el presidente populista de derecha Jair Bolsonaro no estuvo a favor de la vacunación contra el coronavirus en Brasil. Los pueblos indígenas y los quilombolas, descendientes de esclavos africanos, fueron de los primeros en ser vacunados. Incluida Raimunda Nonata, de 70 años. Como su comunidad no tiene acceso a la red eléctrica, la vacuna se administró a la luz de las velas.
Imagen: Tarso Sarraf/AFP
Médico en casa en Japón
También en Japón, el médico va a casa a vacunar. Aunque las metrópolis japonesas se encuentran entre las ciudades más grandes del mundo, el país del este asiático también tiene pueblos pequeños y aislados con solo unos pocos cientos de habitantes, como Kitaaiki. Cualquiera que no pueda llegar a la siguiente ciudad más grande, está feliz con la visita de un médico a su hogar.
Imagen: Kazuhiro Nogi/AFP
Vacunas muy valiosas en Indonesia
A principios de enero, en Indonesia también comenzaron a vacunar. En barco, el personal sanitario viajó a islas remotas. Las vacunas en la nevera son tan valiosas que hubo personal de seguridad cuidando las dosis.
Imagen: Chaideer Mahyuddin/AFP
Vacunación como evento de supercotagio
La India es actualmente el país más afectado por la pandemia. A mediados de marzo, trabajadores médicos llegaron a la aldea de Bahakajari, en el río Brahmaputra. Estas mujeres querían registrarse para ser vacunadas. Sin mascarilla, sin distancia de seguridad. Ojalá esta situación no haya provocado más contagios.