Así estamos cinco años después del Acuerdo de París
Saleemul Huq
12 de diciembre de 2020
El impacto de la crisis es visible: incendios forestales, inundaciones, sequías y huracanes que afectan las vidas y los medios de subsistencia. Ya vivimos en un mundo en pleno cambio climático, opina un experto.
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El 12 de diciembre de 2015, el entonces ministro de Relaciones Exteriores de Francia y presidente de la 21 Conferencia de las Partes (COP21), Laurent Fabius, consiguió la aprobación del histórico Acuerdo de París, lo que dio paso a un estruendoso aplauso en la sala de conferencias.
Tuve la suerte de estar en esa cámara esa noche histórica. Yo fui parte de ese aplauso. Fui testigo de un momento que se hizo realidad a última hora, después de haber estado pendiente de un hilo durante dos semanas de intensas negociaciones.
Cinco años después, Reino Unido, que tendrá la presidencia de la COP26 a celebrarse en noviembre de 2021, convocó una Cumbre de la Ambición Climática. Se iba a celebrar en el quinto aniversario de esa noche trascendental, pero fue retrasada un año debido a la pandemia. Va a ser una oportunidad para que los jefes de gobierno de todo el mundo compartan sus planes revisados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Y esa es una oportunidad que se deben tomar en serio.
En diciembre de 2015, los países en desarrollo vulnerables, a los que ayudo a representar, abogaron por el objetivo de un aumento global de la temperatura a largo plazo de no más de 1,5 grados Celsius por encima de las de la época preindustrial. Nuestro llamado fue recibido con la resistencia inicial de muchas de las naciones desarrolladas, lo que hizo que la inclusión final del objetivo en el Acuerdo de París fuera un logro importante para nosotros.
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"Pérdida de impulso"
Pero lo que ha pasado desde entonces no ha sido suficiente para encaminarnos hacia la consecución del objetivo. Vimos a Estados Unidos retirarse del acuerdo y, aunque ningún otro país hizo lo mismo, fue un gran revés para el esfuerzo mundial por combatir el cambio climático.
La pérdida general de impulso en el último lustro ha permitido que las temperaturas suban más de 1 grado centígrado por encima de los promedios preindustriales. Los impactos adversos de este calentamiento planetario ahora se están haciendo visibles en todo el mundo, con incendios forestales, inundaciones, sequías y huracanes que tienen un gran impacto en las vidas y los medios de subsistencia de la gente.
Ya estamos viviendo actualmente en un mundo con cambio climático.
Uno de los principales resultados del Acuerdo de París fue conseguir que los actores no gubernamentales, incluidos directores de empresas, grupos de la sociedad civil, así como jóvenes e incluso niños, se animen a tomar las medidas necesarias independientemente de si sus propios gobiernos las están tomando o no.
Esto ha llevado a grandes movimientos mundiales que han visto a niños en edad escolar, liderados por Greta Thunberg, presionar a padres y personas mayores para que tomen las medidas necesarias. El futuro del planeta, sin embargo, no se puede dejar solo en manos de tales movimientos.
Joe Biden se ha comprometido a volver a unirse al Acuerdo de París tan pronto como sea juramentado como presidente de Estados Unidos en enero de 2021. Pero si queremos acercarnos al objetivo de 1,5 grados por el que tanto luchamos, todos los países necesitarán aumentar sus ambiciones medioambientales considerablemente.
Y cuando la COP26 finalmente se lleve a cabo el próximo año, también debe ser un foro para abordar el tema del apoyo a las víctimas por las pérdidas y daños causados como resultado del calentamiento global. No hacerlo puede conducir al fracaso de la COP.
Saleemul Huq es el director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo (ICCCAD) en Bangladesh. También asesora al grupo de países menos desarrollados (LDC) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
(lgc/rr)
Huelga mundial por el clima
El punto de partida de la huelga mundial por el clima fue en Australia. Alrededor de 150 países participan en las manifestaciones contra el calentamiento global. DW hace un repaso de algunas de ellas.
Imagen: Reuters/C. Platiau
Islas Salomón: el calentamiento global de cerca
Niños en las Islas Salomón protestan en la playa, con faldas tradicionales, contra el aumento global de la temperatura. La existencia del archipiélago en el Pacífico Sur está directamente amenazada por el aumento del nivel del mar.
Imagen: 350 Pacific via Reuters
Nueva Caledonia: solidaridad del Pacífico
Protesta también en Noumea, capital del territorio francés de ultramar de Nueva Caledonia. Aquí, por ejemplo, los arrecifes de coral están gravemente amenazados por la acidificación de los océanos, que provoca el aumento de la concentración de CO2 en el agua.
Imagen: 350 Pacific via Reuters
Australia: máscaras de gas en lugar de clases
En Australia, decenas de miles de personas salieron a las calles para exigir una mejor protección del clima, como esta chica de Sydney.
Imagen: Getty Images/J. Evans
Sydney: Greta, un modelo a seguir para los más pequeños
En el puente Harbour de Sydney, estas chicas muestran su apoyo al Movimiento Viernes por el Futuro, especialmente a su propulsora, Greta Thunberg.
Imagen: Getty Images/B. Mitchell
Japón: Visión escéptica
Este póster en la huelga climática en Tokio no está escrito en japonés, sino en inglés. Así la demanda puede entenderse en todo el mundo.
Imagen: Reuters/Kim Kyung-Hoon
Filipinas: consecuencias que ya se notan
Activista en Quezon, un suburbio de la capital filipina, Manila. Según las organizaciones de socorro, actualmente los efectos del cambio climático ya se notan en Filipinas. Las regiones costeras se inundan con mayor frecuencia y los tifones se vuelven más fuertes.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/B. Marquez
Indonesia: pobre oso polar
En Surabaya, en la isla de Java, Indonesia, esta niña ha pintado un oso polar con una mirada conmovedora: "¡Hambre!" dice el animal en un trozo de hielo que se desplaza en el Ártico y se derrite lentamente.
Imagen: AFP/Getty Images/J. Kriswanto
Tailandia: "¡Es nuestro futuro!"
En Bangkok, Tailandia, los estudiantes salen a la calle. Protestan enérgicamente cerca del Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente, exigiendo la preservación de su futuro.
Imagen: Reuters/Soe Zeya Tun
Bangladesh: Protesta en azul
Estudiantes en la capital de Bangladesh, Dhaka, también hacen huelga. Con sus 165 millones de habitantes, el país densamente poblado es particularmente susceptible al aumento del nivel del mar, ya que apenas hay áreas altas.
Imagen: Getty Images/A. Joyce
Sri Lanka: apoyo del mundo del cómic
Los políticos que niegan el cambio climático son criminales climáticos, dicen estos cuatro personajes en su pancarta en la capital de Sri Lanka, Colombo.
Imagen: Reuters/D. Liyanawatte
Kenia: crítica a los negacionistas
"¡La negación no es política!" También en Nairobi, la capital de Kenia, en el este de África, los activistas promueven una acción política decidida contra el cambio climático.
Imagen: Reuters/B. Ratner
Sudáfrica: "El carbón mata"
Varios cientos de personas, especialmente jóvenes, tomaron las calles en Johannesburgo, Sudáfrica. Las pancartas decían "no hay futuro en un planeta muerto", o "el carbón mata". Sudáfrica, productor de carbón, utiliza principalmente este combustible.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Spatari
Turquía: imágenes coloridas
Miles protestan contra el calentamiento global en la capital turca, Ankara, pero no solo los estudiantes, sino también los más pequeños.
Imagen: picturealliance/AA/E. Hacioglu
Chipre: el clima no conoce fronteras
Los estudiantes y sus familias se manifiestan en Nicosia, la capital de Chipre. ¿Y si el miedo al cambio climático los conecta con la gente del norte, más allá de la línea de demarcación de la isla mediterránea?
Imagen: AFP/Getty Images/I. Hatzistavrou
Polonia: El invierno no llega
En Gdynia, en la costa polaca del mar Báltico, esta manifestante afirma "El invierno no llega", recurriendo a la fantasía épica de "Juego de tronos" para advertir que el invierno podría desaparecer en el futuro. Polonia genera alrededor del 80 por ciento de su energía con carbón, más que cualquier otro país de la Unión Europea.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/M. Fludra
Múnich: el hielo se derrite
Alrededor de 250.000 personas participaron en la capital bávara, Múnich, en las protestas climáticas. Incluidos estos activistas, que estuvieron parados sobre trozos de hielo debajo de una horca, con un lazo alrededor del cuello.
Imagen: Reuters/M. Dalder
Bonn: "Haz que la tierra se enfríe de nuevo"
También en la Plaza de las Naciones Unidas de Bonn, cerca de la sede de Deutsche Welle, los empleados de DW y la vecina ONU, así como de la Deutsche Post, siguieron la convocatoria de huelga para los Viernes del Futuro.
Imagen: DW/A. Tasci-Steinebach
París: "Je suis Climat"
Huelga climática también en París: según informaron medios locales, alrededor de 9.400 jóvenes manifestantes recorrieron las calles. En el Acuerdo de París, en 2015, la comunidad internacional acordó limitar el aumento de temperatura a menos de 2 grados en comparación con niveles preindustriales.