Barbara McClatchie Andrews, canadiense de 74 años, vivía en Yucatán, México, y se dedicaba a retratar las diversas culturas del mundo en desarrollo. Su muerte está siendo investigada.
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La fotógrafa canadiense Barbara McClatchie Andrews, de 74 años, vivía en la ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán. Fue asesinada y su cuerpo abandonado entre la maleza a un lado de la carretera que conecta Mérida con Valladolid, informó este sábado (01.10.2016) la fiscalía estatal. Su cuerpo fue encontrado el viernes por unos leñadores a la altura de la Hacienda de Teya.
La Procuraduría General del Estado de Yucatán confirmó en un comunicado que la mujer murió por "asfixia por estrangulamiento". "Después de realizar la necropsia de ley, se dio a conocer que el cuerpo corresponde a una mujer de 74 años de edad, extranjera y que al parecer tenía su residencia en esta capital. La FGE ha comenzado la investigación sobre este asunto para esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades sobre el mismo", agregó.
Además de realizar trabajos de fotografía para la publicación estadounidense National Geographic, la mujer tenía en su casa una galería de arte y expuso sus fotografías, centradas en retratar las distintas culturas existentes en un mundo en desarrollo, en México, Guatemala, Estados Unidos y Canadá. La víctima presentaba huellas de violencia en el rostro y los brazos.
México es uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, y desde 2009 hasta 2015 han perdido la vida 55 comunicadores, según el más reciente reporte de la ONG Artículo 19. La muerte de McClatchie continúa bajo investigación mientras "el cuerpo de la víctima aún se encuentra en las instalaciones del Servicio Médico Forense de esta corporación, aún no se reportan familiares que reclamen los restos mortales", indica el comunicado de la fiscalía.
LGC (dpa/EFE/AP)
Tiempos duros para los periodistas (mayo 2014)
Un estudio reciente revela que, en la última década, la libertad de prensa nunca se había visto tan coartada como ahora. Más de cuatro quintos de la población mundial viven en países donde no se respeta este derecho.
Imagen: picture-alliance/dpa
Países sin libertad de prensa
Existen países donde la cobertura mediática de los hechos es balanceada, la seguridad de los periodistas está garantizada y el grado de influencia del Estado sobre los medios es pequeño. Pero, en 2013, solo el 14 por ciento de la población mundial –el valor más bajo desde 1996– vivía en esos lugares, según la ONG Freedom House, que describe a Turquía y Ucrania como países sin libertad de prensa.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Agresiones contra periodistas
En Turquía se han registrado numerosas agresiones contra periodistas. Gökhan Biçici (en la imagen), por ejemplo, fue detenido ilegalmente durante las protestas a favor de la conservación del parque Gezi en Estambul. Otra amenaza contra la libertad de prensa en Turquía es la reiterada y sistemática adquisición de medios por parte de empresarios cercanos a funcionarios de alto rango del Gobierno.
Imagen: AFP/Getty Images
Atención indeseada
Los profesionales de la prensa también han sido objeto de agresiones en Ucrania, sobre todo durante las protestas contra el Gobierno de Víktor Yanukóvich. La periodista Tetiana Chornovol, quien informó sobre el lujoso estilo de vida del mandatario, cree que el otrora hombre fuerte de Kiev está detrás de un ataque perpetrado en su contra.
Imagen: Genya Savilov/AFP/Getty Images
Por las buenas o por las malas
La crítica situación de la libertad de prensa es motivo de protestas en China y Rusia (foto). Los Gobiernos de estos países ejercen sutil influencia o agresiva presión sobre los medios, recurriendo a herramientas legales para poner coto a las opiniones que les son desfavorables. En Rusia se cerró la agencia de noticias RIA Novosti para luego reabrirla, convertida en un órgano del Estado.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las paredes tienen oídos en EE. UU.
En Estados Unidos, el valor de la libertad de prensa sigue teniendo peso, pero su Gobierno le atribuye un rango menor que a la seguridad nacional. Eso está poniendo en peligro el ejercicio periodístico. Hace poco se supo que los teléfonos de la agencia AP habían sido intervenidos y con cada vez más frecuencia se le pide a los comunicadores que revelen la identidad de sus fuentes de información.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
De regreso a la “era Mubarak”
Tras el derrocamiento del presidente Mursi, que muchos percibían como enemigo de la libertad de prensa, la labor periodística se ha dificultado mucho en Egipto. Numerosos comunicadores fueron detenidos al calor del golpe militar de 2013; cinco murieron a manos de militares, asegura Freedom House. Ahora, los medios se congracian con el Gobierno y las informaciones independientes son raras.
Imagen: AFP/Getty Images
Mali se recupera
Pese a todo, también hay sucesos esperanzadores. En Mali, el orden ha sido parcialmente restablecido tras las elecciones presidenciales y la expulsión de los rebeldes islamistas. Muchas de las rotativas que se detuvieron después del golpe de Estado de 2012 han entrado en marcha de nuevo. Solo el asesinato de dos periodistas franceses en Mali, en noviembre de 2013, empañó este panorama.
Imagen: AFP/Getty Images
Tendencias positivas
La situación de la libertad de prensa también mejora en Kirguistán (foto) y Nepal: en el primero, se redujo el número de agresiones contra periodistas en 2013 y, en el segundo, la influencia del Estado sobre los medios. Y en el informe más reciente de Freedom House Israel vuelve a ser descrito como un Estado con libertad de prensa.
Imagen: AFP/Getty Images
Asia Central causa preocupación
Freedom House analizó la situación de la libertad de prensa en 197 países, diseñando un cuestionario y un sistema de puntuación del 0 al 100 para las respuestas. 0 era la mejor puntuación que un Estado podía sacar cuando los investigadores preguntaban si la libertad de prensa estaba legalmente protegida o si existía censura. Turkmenistán, Uzbekistán y Bielorrusia obtuvieron la puntuación más alta.