Atacante de Texas tenía previsto suicidarse tras la masacre
19 de mayo de 2018
El detenido por la masacre de la Santa Fe High Scholl de Texas, Dimitrios Pagourtzis, llevaba una camiseta con la leyenda "Nacido para matar". El atacante gritó "¡sorpresa!" antes de disparar.
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Diez personas fueron asesinadas por un estudiante el viernes (18.05.2018), en lo que es la masacre número 22 en Estados Unidos en lo que llevamos de 2018. El asesino, que permanece arrestado, acusado de asesinato, fue identificado como Dimitrios Pagourtzis, de 17 años, estudiante de la escuela de secundaria de Santa Fe.
Pagourtzis, de origen griego, tenía planeado suicidarse después del tiroteo. "Está acusado de asesinato capital y agresión a un oficial. Se encuentra en una cárcel de Galveston sin fianza", escribió el Santa Fe ISD. Medios locales han indicado que el joven llevaba puesta una camiseta con el mensaje "Born to kill (Nacido para matar)" y una chaqueta larga en la que pudo ocultar las armas que descargó en el aula de artes un día antes de la fiesta de graduación.
Vigilia tras la masacre
Evan San Miguel, un estudiante de la Santa Fe High School, relató que se encontraba en su clase de arte cuando Pagourtzis irrumpió en el aula gritando "¡sorpresa!". Entonces comenzó el tiroteo. Una bala fue directa al pecho de uno de los escolares que allí se encontraban y rozó el hombro izquierdo de Evan. "Fue terrible, terrible", recuerda Evan horas después. "No sabía si iba a poder volver a casa o no". Evan se reunió junto a numerosas personas de la comunidad educativa para realizar una vigilia tras la masacre. La convocatoria reunió escolares, padres, políticos y familiares de las víctimas que rezaron y portaron velas como homenaje a las víctimas.
Cuando el atacante abandonó el aula, Evan y otros supervivientes se atrincheraron en el lugar y esperaron a la policía. Sophomore Bailee Sobnosky estaba en la parte trasera del centro escolar cuando oyó los disparos. Sobnosky dice que no conocía al atacante personalmente, aunque lo había visto por la escuela. "Parecía agradable", dice.
MS (dpa/efe/afp)
Una "misa" para rendir culto a las armas
La mayoría de las religiones tiende a predicar el amor y la paz; pero ese mensaje suele ser malinterpretado con frecuencia. Como muestra, una misa celebrada en Estados Unidos a la que se asiste armado hasta los dientes.
Imagen: Reuters/E. Munoz
¡Bendito seas, AR-15!
El fusil de salto semiautomático AR-15 es el arma predilecta de los estadounidenses. Fue con esa arma larga que se perpetró la matanza en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland, Florida, el 14 de febrero de 2018. Esa es también el arma que más feligreses llevaron a la extraña misa celebrada el 28 de febrero en Newfoundland, Pensilvania (en la imagen, en una versión dorada).
Imagen: Reuters/E. Munoz
Con municiones por corona
A los feligreses se les pidió que asistieran a la misa con una corona; algunas de ellas fueron hechas a base de municiones. Esa ceremonia religiosa fue organizada por un hijo del difunto Sun Myung Moon, el coreano que emigró a EE. UU. y fundó la Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial –más conocida como la secta Moon–, tras autoproclamarse mesías.
Imagen: Reuters/E. Munoz
Tras los pasos de su padre
Originalmente, se suponía que Moon Hyung-jin (coronado, en el lado derecho de la foto) debía asumir el liderazgo de la secta Moon tras la muerte de su padre, en 2012. Pero una rencilla con su madre lo llevó a fundar su propia iglesia. En esta imagen, él bendice a parejas casadas ...y a sus armas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Larma
¿Derecho divino?
La iglesia le pidió a sus feligreses que llevaran sus armas a la misa como prueba de que creían en el derecho a poseer armas y estaban dispuestos a defenderlo. En su sermón, Moon Hyung-jin alegó que la posesión de armas era un derecho otorgado por dios. Esta ceremonia, que llamó la atención de la prensa, reveló hasta qué punto un segmento de la población estadounidense venera sus arsenales.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Larma
Precauciones de rigor
Las armas traídas a la misa por las alrededor de 250 parejas invitadas fueron inspeccionadas en la entrada de la iglesia para confirmar que estuvieran descargadas. Además, el cargador de las mismas fue sellado para evitar que a alguien se le ocurriera la idea de consumar una masacre en el templo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Larma
Una clara jerarquía
En la ceremonia religiosa se hizo evidente una clara jerarquía: los puestos delanteros estaban reservados para quienes poseían ametralladoras, fusiles de asalto o metralletas y los asientos traseros, para los dueños de revólveres y otras armas con menor poder de fuego. Los fotógrafos y camarógrafos sólo tuvieron permitido estar de pie al final de la sala.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Larma
¿Riesgo reducido?
Al parecer, cuando los entusiastas de las armas se reúnen, el resto de sus conciudadanos corre menos peligro. Un estudio realizado por científicos estadounidenses revela que, durante el encuentro anual de la NRA, la asociación de los lobbyistas de las armas de fuego en EE. UU., el número de heridos desciende en un 20 por ciento; ese efecto empieza unos días antes y termina varios días después.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Larma
“¡Ya basta!”
En EE. UU. hay 300 millones de armas de fuego en circulación y éstas causan 30.000 muertes cada año. Pero también está creciendo el número de personas que protestan airadamente contra la laxitud de las leyes que regulan la posesión y el porte de armas. Tras la matanza de Florida, ha aumentado la cantidad de jóvenes que se han unido a la causa de exigir controles más severos.