En la madrugada de este jueves (24.02.2022) se inició el ataque ruso contra Ucrania, haciéndose realidad un escenario que se intentó infructuosamente evitar mediante la aplicación de sanciones de Estados Unidos, la UE, Reino Unido y otros países contra Rusia.

Ucrania reaccionó decretando una movilización general de sus tropas. Pero sus fuerzas militares son muy inferiores a las que posee Rusia, como queda claramente en evidencia al comparar no solo el número de soldados, sino también los vehículos de combate y equipos de que disponen.

La OTAN, por su parte, convocó una cumbre virtual de emergencia y activó sus planes de defensa. Ucrania no es parte de la alianza atlántica, de modo que este conflicto no pone en marcha el mecanismo de defensa común.

Actualmente, la OTAN está presente en varios países de Europa del este, algunos vecinos directos de Ucrania.

Los deseos ucranianos de incorporarse a la OTAN, que no se han materializado, constituyen un factor subyacente a esta pugna. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha demandado garantías de que Kiev no se sumará al bloque y argumenta que la expansión de la OTAN hacia el este vulnera los intereses de seguridad rusos.

Ante este trasfondo, Rusia desplegó ahora una ofensiva, antecedida por amplias maniobras militares en territorio ruso y también bielorruso. La Unión Europea exhortó este jueves a Bielorrusia a no participar en las operaciones rusas contra Ucrania. 

El conflicto de Ucrania tiene, sin embargo, antecedentes de más antigua data, cuyo hito principal fue la anexión rusa de Crimea. Una mirada a la cronología de los principales hechos desde 2013/2014.

(ers/ms)