Violencia en Atenas y Barcelona
15 de junio de 2011El miércoles por la noche, un representante de la oposición griega confirmó que el primer ministro, el socialista Giorgios Papandreu, negociaba con el jefe de los conservadores, Antonis Samaras, para compartir el poder. Condición de los conservadores para ello es que Papandreu dimita de su cargo. Sin embargo, el propio Papandreu desmintió que estuviera dispuesto a renunciar y anunció en cambio, para este jueves, una reestructuración del gabinete de gobierno.
Debido a la huelga, en Grecia no circularon este miércoles ni trenes ni ferries. También permanecieron cerrados los ministerios, empresas estatales y numerosos bancos. No hubo noticias tampoco en radios ni televisión, ya que los periodistas se sumaron a la medida de fuerza, convocada contra un nuevo paquete de ahorro que el gobierno quiere aprobar a fin de mes.
Los numerosos griegos que se manifiestan desde hace unos 20 días frente al Parlamento consideran a los políticos "ladrones y traidores", como se lee en pancartas, por haber llevado al país al borde del abismo financiero. Cientos se encuentran acampados en la central Plaza Sintagma.
Barrotes y palos en las calles de Atenas
Al margen de esas protestas pacíficas, decenas de radicales de izquierda encapuchados se enfrentaron a golpes con extremistas de derecha frente al Parlamento griego, en el centro de Atenas.
Los dos grupos se lanzaron uno contra otro con barrotes y palos. Previamente, algunos radicales de izquierda se habían enfrentado también con la policía, que respondió con gas lacrimógeno para dispersarlos. Numerosos manifestantes pacíficos huyeron del lugar en medio del pánico.
Las protestas seguirán hasta el 30 de junio, cuando se votará el nuevo paquete de ajuste por valor de 28.000 millones de euros (41.000 millones de dólares) en recortes y aumentos de impuestos hasta 2015.
Cataluña: diputados debe trasladarse en helicóptero
Mientras tanto, unos dos mil "indignados" bloqueaban en España el Parlamento de Cataluña, en un intento de evitar la aprobación de los nuevos presupuestos, que prevén importantes recortes sociales.
El presidente del gobierno regional catalán, Artur Mas, algunos de sus consejeros, la presidenta del Parlamento regional, Núria de Gispert, y otros diputados, en total unas 25 personas, aterrizaron en helicóptero en el complejo para poder acceder al edificio.
Gritos, insultos y aerosoles en Barcelona
Numerosos otros diputados debieron ser escoltados, entre gritos e insultos de los "indignados", que llegaron a lanzar objetos, entre otras cosas, cáscaras de bananas. Dos representantes fueron rociados con aerosoles y los automóviles en los que llegaron algunos, zarandeados.
Las fuerzas de seguridad catalanas cargaron en varias ocasiones contra los "indignados" y lograron abrir un acceso al Parlamento, situado en el céntrico Parque de la Ciutadella. Unas 36 personas sufrieron heridas leves por los enfrentamientos, entre ellas tres agentes.
"La violencia en la calle es intolerable", dijo Mas, el presidente de la Generalitat, ya dentro del Parlamento. También portavoces del "movimiento de los indignados" condenaron los desbordes y dijeron que la masificación de la protestas les impidió controlar a los violentos.
Autor: Pablo Kummetz/dpa
Editor: Emilia Rojas Sasse