La alemana Konstanze Klosterhalfen pulverizó, en la Liga de Diamante en Stanford, su propio récord alemán de los 3.000 metros. Sin embargo, el aumento del rendimiento de esta fabulosa atleta de 22 años plantea dudas.
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Konstanze Klosterhalfen siguió las instrucciones de su entrenador y no miró el reloj. "Al final solo debía dejar atrás a la mayor cantidad (de atletas) posible", dijo la alemana de 22 años de edad, luego de batir su propio récord alemán en los 3.000 metros en la Liga de Diamante en Stanford, California. Lo había logrado en 2017, en Birmingham. Y lo superó en casi diez segundos: 8: 20.07 minutos.
Klosterhalfen quedó segunda detrás de la holandesa-etíope Aifan Hassan. "El tiempo exacto me lo dijo mi entrenador media hora después de la carrera". Es decir, el estadounidense Pete Julian, quien también fue corredor de larga distancia. Desde hace once años colabora con el "Proyecto Oregón de Nike”, en el que se promueve las carreras de larga distancia.
USADA, investigando desde hace cuatro años
Desde el otoño pasado, Klosterhalfen ha estado entrenando en Portland, Washington, y es miembro oficial de ese proyecto desde la primavera: es la única alemana entre once atletas.
El proyecto de Nike, dirigido por el excorredor de maratones Alberto Salazar, que nació para poner fin a la hegemonía de África en las carreras de largas distancias, es polémico. Desde 2015, la Agencia Antidopaje de EE. UU. (USADA) ha estado investigando si Portland viola las reglas antidopaje. Kara Goucher, exatleta del proyecto, acusó a Salazar de darle un remedio para la tiroides, después de haber dado a luz a su hijo. Según un informe provisional de USADA de 2017, los atletas del proyecto también habrían recibido L-carnitina a través de infusiones en intervalos cortos para mejorar su metabolismo.
Salazar, según el informe, "casi con seguridad" violó el protocolo antidopaje. Este, sin embargo, lo negó, pero la acusación de la USADA no llegó a buen término. Hasta el momento, el protegido más exitoso de Salazar fue la superestrella británica Mo Farah, quien logró cuatro victorias olímpicas antes de que abandonara el proyecto en el otoño de 2017, "no por acusaciones de dopaje", como subrayó Farah.
"Creo que en este centro todo lo que se ha hecho de alguna manera, en algún momento y en un contexto positivo para mejorar el rendimiento, ha sido de manera profesional”, dice el profesor Fritz Sörgel, director del Instituto de Biomedicina e Investigación Farmacéutica en Núremberg. "Lo que para mí significa que, por ejemplo, las infusiones se usan correctamente de acuerdo a las normas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). No más de 100 mililitros por doce horas. Simplemente aquí se llega al límite".
¿Dopaje al límite de lo permitido?
Algunos de los corredores del proyecto de Nike viven en hogares donde los filtros reducen los niveles de oxígeno en el aire. Este método simula situaciones de hipoxia a gran altitud, lo que hace que el cuerpo produzca más glóbulos rojos. "La optimización es común en los deportes de élite", dice el experto en dopaje Sörgel. "Quien optimice sus métodos de entrenamiento y, obviamente, su suministro de sustancias de diversos tipos obtiene ventajas. La cuestión es cómo se valora el tema, es más una cuestión moral", añade. Sörgel llama a esto "dopaje al límite" y se refiere a un caso en Chipre, donde tres futbolistas profesionales acudieron a la Policía en noviembre de 2018, porque recibieron infusiones e inyecciones intravenosas de su club y luego sufrieron problemas cardiacos masivos.
El entrenador alemán Sebastian Weiß, exentrenador local de Klosterhalfen en el TSV Bayer 04 Leverkusen, dijo que veía venir la mejora en el rendimiento de su antigua protegida: "Ella ya ha registrado récords en el pasado, conocemos su talento, por lo que no me sorprende".
Si Klosterhalfen no solo batió un récord, sino que además lo pulverizó, "debo asumir que lo imposible fue posible", dice el experto en dopaje Sörgel. Esto no significa necesariamente que la corredora alemana haya recurrido a sustancias no autorizadas. "Hay que creer en la presunción de inocencia", afirma Sörgel. "Pero si evaluamos las situaciones todas juntas, debemos preguntarnos: ¿Cómo puede lograr ese aumento de rendimiento? ¿Aprovechando todas las posibilidades y llevándolas al límite? Es un proceso de desarrollo deportivo que no puede prohibirse con las reglas de la AMA, pero que plantea preguntas sobre la seguridad de los atletas", explica.
(rmr/er)
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Steffi Graf cumple 50: mucho más que "Fräulein derechazo"
Steffi Graf dominó el ténis internacional femenino durante más de una década. Este viernes, la exdeportista cumple 50 años. Una retrospectiva.
Imagen: Imago images/Fassbender
Pequeña tenista
Según su padre, Steffi Graf pasaba horas enteras golpeando pelotas de tenis con una raqueta de madera, en el sótano de su casa. En 1981, con doce años, se convirtió en la primera campeona mundial juvenil alemana. En 1986, año de la foto, ganó su primer gran torneo internacional.
Periodistas deportivos nombran en 1986 por primera vez a Steffi Graf, de 17 años, como Deportista femenina del año. Boris Becker, un año y medio mayor, ganó el título correspondiente a los hombres. A lo largo de su carrera, Graf ganó esa distinción cinco veces, y Becker, cuatro.
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Padres ambiciosos
A su lado siempre aparecían su madre y su padre, Heidi y Peter Graf. Cuando la niña tenía ocho años, Peter abandonó su trabajo como vendedor de autos usados para concentrarse por completo en la carrera de su talentosa hija.
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"Fräulein derechazo"
Sus golpes de derecha se convierten rápidamente en el arma principal de Steffi Graf. Los medios la bautizan por eso como "Fräulerin derechazo": a sus rivales a menudo no les queda más que ver cómo las rebasa la pelota. En 1987, Steffi Graf ganó el Abierto de Francia, primero de 22 títulos del Grand Slam. También llegó por primera vez a encabezar la clasificación del tenis femenino mundial.
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Grand Slam
En 1988 llega a su cénit la cadena de victorias de la tenista alemana. Gana todos los torneos más importantes de ese año: los Abiertos de Australia, Francia y Estados Unidos, así como el torneo de Wimbledon. Con esto, Steffi Graf se convirtió en la tercera jugadora en ganar el Grand Slam. Luego vendría otro.
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Oro olímpico en Seúl
En los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988, la tenista de 19 años ganó la medalla de oro individual tras imponerse a su gran rival argentina, Gabriela Sabatini. Con eso, Graf selló el "Golden Slam". En 1992, la alemana no pudo defender su título al perder en Barcelona contra la estadounidense Jennifer Capriati .
En 1989, Steffi Graf y Boris Becker ganan el que para ambos fue el segundo título de Wimbledon. En total, Graf sumó siete campeonatos de Wimbledon en su carrera, y Becker, tres. En 1991 hubo otro doble triunfo alemán, cuando los campeones fueron Graf y Michael Stich (que se impuso en la final a Becker).
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Peter Graff da de qué hablar
Con 14 torneos ganados en 1989 -tres de Grand Slam-, Steffi Graf fue nombrada Deportista Mundial del Año. Al año siguiente, es el padre, Peter, quien destaca en los encabezados por su supuesto amorío con una modelo. En 1997 fue sentenciado por fraude fiscal. El matrimonio con Heidi zozobra, y él deja de ser el manager de Steffi Graf.
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Al límite del dolor
Los problemas familiares repercuten en la tenista. En ocasiones, Steffi Graf rompe en lágrimas, como en esta imagen, tomada luego de la derrota en la final del abierto de Australia, en 1993. También tuvo problemas de salud. Los largos años de jugar al máximo comienzan a cobrar su tributo.
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Última gran copa
Para Steffi Graf, el triunfo en el Abierto de Francia en 1999 es su último gran título. Semanas después, perdió la final de Wimbledon contra Lindsay Davenport. En agosto de 1999, Graff anuncia el final de su carrera deportiva. Tenía 30 años. "Se me ha quitado una carga", dice la ya extenista. "Me siento maravillosamente."
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Pareja desde hace 20 años
Al contrario de otros grandes tenistas, Steffi Graf le da la espalda definitivamente al deporte en el cual triunfó. También se despidió de las bambalinas. Desde 1999 forma pareja con el tembién extenista estadounidense Andre Agassi. Ambos se casaron en 2001, y el mismo año nació el hijo de ambos, Jaden Gil. Dos años más tarde, Steffi Graf da a luz una hija, Jaz Elle.
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Una vida muy privada
Andre Agassi y Steffi Graf llevan en Las Vegas una vida alejada de los reflectores. La familia completa aparece solo en eventos de beneficencia.
En 1998, aún como tenista activa, Steffi Graf establece la fundación "Children of Tomorrow". La institución apoya a niños y familias que son víctimas de la guerra, la persecución u otras formas de violencia. "A lo largo de los años, nuestra labor es cada vez más solicitada", dice Graf hoy. "Naturalmente, mi mayor deseo es que nuestro trabajo ya no fuera necesario."
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Nada de tenis
Jugar al tenis, como aquí en un espectáculo en Wimbledon, en 2009, es algo que Steffi Graf hace muy raras veces actualmente. La razón principal son los dolores que aquejan a la extenista en las rodillas y las caderas. El recuerdo de su extraordinaria carrera, en cambio, se mantiene sin afectación alguna.