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Atletas fuertes, dopaje fuerte

pk19 de agosto de 2004

Los levantadores de pesos son hombres y mujeres fuertes y están batiendo en Atenas nuevamente un récord, a pesar de los estrictos controles: el de dopaje.

Wu Meijin, de China, plata en la categoría de 65 kg, sin doping.Imagen: AP

Hasta ahora ya han sido descubiertos seis casos. La halterofilia, que no es otra cosa más que el levantamiento de pesos, debe su nombre a la palabra haltera, que significa instrumento de gimnasia formado por dos bolas o discos metálicos unidos por una barra. La tarea es levantar los pesos del suelo.

La griega Anastasia Tsakiri, en la categoría de 62 kg.Imagen: AP

Para ello se necesita una fuerza a menudo descomunal y parece que muchos de los halterófilos no pueden resistir a la tentación de ayudar a la naturaleza con substancias prohibidas. Ya en Sydney, los hombres y mujeres fuertes habían llamado negativamente la atención por dopaje.

Los levantadores de pesos sienten actualmente todo el rigor de la nueva línea antidopaje de Jacques Rogge, el presidente del Comité Olímpico Internacional, que no perdona una. El jueves fueron excluidos de los Juegos otros cinco atletas luego de pruebas de control que resultaron positivas.

Quítame de allí esa testosterona

El estadio olímpico de halterofilia: ¿levantamiento de pesos sin esteroides?Imagen: dpa

Ya el lunes pasado había sido descalificada Aye Khine Nan, de Myanmar (Birmania), cuarta en la categoría de 48 kg, por tomar esteroides anabólicos.

Los esteroides anabólicos son derivados sintéticos de la hormona masculina, testosterona. La testosterona es una sustancia producida por el cuerpo necesaria para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento normales de los órganos sexuales masculinos. Además promueve el crecimiento de los músculos y hace aumentar la masa magra corporal.

El Comité Olímpico Internacional realiza controles de dopaje sorpresa antes, durante y después de las competencias olímpicas.

Positivos de inmediato

Los pecadores ahora descubiertos son Zoltan Kecskes, de Hungría; Viktor Chislean, de Moldavia; Pratima Kumari Na, de India; Sule Sahbaz, de Turquía y Wafa Ammouri, de Marruecos, es decir atletas provenientes de lo largo y ancho de todo el mundo.

Los cinco halterófilos fueron controlados poco después de su arribo a la Aldea Olímpica y de inmediato dieron positivos. A qué substancias prohibidas habían recurrido no ha trascendido hasta ahora. Pero seguramente son nuevamente los esteroides.

El caso hasta ahora más famoso es de la campeona europea de 2002, la turca Sahbaz. No deja de tener ciertos ribetes curiosos que en el campeonato mundial 2003 ganara una medalla de bronce por descalificación del atleta que se había ubicado un lugar antes de ella, Gevorge Davtyan, por dopaje, por supuesto.

Excluidos equipos completos

En los campeonatos del mundo de Vancouver 2003, la Federación Internacional de Halterofilia (IWF) constató resultados de dopaje positivos en 11 levantadores de pesos, entre ellos cinco medallistas: todos ellos habían consumido esteroides anabólicos.


Ya en los Juegos Olímpicos de Sydney, los halterofilos habían dado que hablar. Los equipos completos de Bulgaria y Rumania llegaron a ser excluidos de los juegos, por dopaje y los búlgaros debieron devolver tres medallas.

Con los estrictos controles, en Atenas se ha logrado que la mayoría de los dopados descubiertos ni siquiera recibieran el plácet para presentarse a las competiciones. Sólo Aye Khine Nan había participado ya, pero sin pasar del cuarto puesto. A veces, ni el dopaje ayuda.