Como si las cosas no fueran ya suficientemente malas para Martin Schulz, el cuestionado líder del SPD debe ahora soportar convertirse en el centro de las mofas de quienes disfrutan del carnaval. Y justo en su natal Renania del Norte-Westfalia. Este carro en Düsseldorf ve la derrota del antiguo aspirante a canciller y casi ministro de Exteriores como responsabilidad de una sola persona: él mismo.

Los carnavaleros de Maguncia vieron el paso de otro carro con la figura de Martin Schulz, quien hace un año fue entronizado en el SPD con el 100 por ciento de los votos. Para ellos, el tiro le salió por la culata al político socialdemócrata, que aspiraba a acabar con la era de Merkel y terminó negociando con ella para formar un Gobierno con el SPD como socio minoritario.

Schulz se suma a la lista de políticos a los que ha sobrevivido políticamente la canciller Angela Merkel. En Düsseldorf la canciller fue representada como una viuda negra. Anotemos: Steinbrück, Rösler, Stoiber, Steinmeier... de todos ellos se deshizo la dirigente. También se ven los huesos del actual ministro de Exteriores, Sigmar Gabriel. ¿Acaso no sabía nada de esto Martin Schulz?

Los asuntos de la economía no quedaron fuera de los críticos carros alegóricos. El escándalo de la manipulación de las emisiones de gases de empresas como Volkswagen y las tibias reacciones del mundo político dañaron especialmente a quienes confiaban en haber tomado la decisión correcta al comprar un coche diésel limpio y de bajo consumo de combustible.

Las figuras alusivas del carnaval no se dedican monotemáticamente a la política. Por ejemplo, estos chicos de Colonia han usado la unión de Bayer con Monsanto como motivo de su puesta en escena al disfrazarse como un matrimonio de muerte. Ya en 2017 Bayer había intentado comprar Monsanto, y se espera que este año esa operación se complete.

Raramente se ve tan sonriente al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. Bueno, en los carnavales todo es posible. Acá lo vemos vestido como Patrick Swayze en Dirty Dancing y portando sobre su cabeza un misil atómico, listo para lanzarlo, igual como alguna vez "Baby" flotó sobre la cabeza de Johnny en esa película de 1987.

Con una propuesta no apta para menores, los entusiastas de Düsseldorf representaron las aún confusas relaciones entre el presidente de Estados Unidos con Rusia. Más allá de las frases para la tribuna y de sospechas que cruzan el espectro político estadounidense, lo cierto es que el affaire ruso amenaza con poner de rodillas de Donald Trump. Una posición que no siempre resulta cómoda...

El tema que usaría el artista local Jacques Tilly permaneció en estricto secreto hasta el mismo momento en que comenzaron los desfiles de los carros alegóricos en Düsseldorf. Y para muchos fue una sorpresa ver la imagen de un inmigrante encadenado acompañado por una denuncia: Esclavitud en Libia financiada por la Unión Europea".