Aunque las autoridades alemanas se las ven difíciles para investigar el tráfico de mujeres y la prostitución organizada, el número de víctimas obligadas a prostituirse aumentó en un cinco por ciento según las cifras oficiales. Pero se estima que la cifra real es bastante mayor. En el 2009 fueron registrados 710 casos con respecto al año anterior, según afirma el reporte presentado por la Oficina Federal de Investigación Criminal de Wiesbaden (BKA) en Berlin, que destaca que el número de menores de 14 años se duplicó. En el 2009, 41 víctimas eran niñas.

Aunque la mitad de las mujeres obligadas a prostituirse provienen de Alemania otra buena parte son traídas de Europa Oriental, las nacionalidades dominantes son búlgaras y rumanas. "Los delincuentes actúan con una brutalidad extrema", dijo el presidente de la BKA, Jörg Ziercke. A través de violaciones múltiples, del uso de violencia y amenazas de muerte las redes de traficantes obligan a sus víctimas a prostituirse.

Persecución difícil

La persecución legal de dichos casos se dificulta adicionalmente debido a que los delincuentes generalmente operan desde el extranjero. La mayoría de los sospechosos son de nacionalidad alemana, pero también hay bandas criminales búlgaras, rumanas y turcas.

Muchas mujeres son traídas a Alemania con engaños. Caen en la trampa soñando con encontrar una mejor vida en este país. Los criminales someten a sus víctimas a través del uso de violencia física y psicológica. Las víctimas se convierten en dependientes de los hombres por su desconocimiento del idioma y de las leyes en el nuevo país en el que viven.

La policía ha detectado una particular brutalidad entre bandas criminales africanas. En Nigeria, por ejemplo, las mujeres son obligadas a través de rituales de vudú a ceder a la voluntad de sus agresores, de lo contrario son amenazadas con graves enfermedades o muerte.

Redadas en prostíbulos

Las redadas en prostíbulos se realizan de manera regular. Desde hace años la policía observa el fenómeno de la trata de mujeres provenientes de Africa occidental. Las autoridades suponen la existencia de una red de proxenetas africanos, prostitutas, lavado de dinero y vías de ingreso ilegal que cubre todo Alemania y tiene ramificaciones en otros países de Europa.

Las mujeres, según la experiencia de los investigadores, son enroladas en sus países de origen y luego trasladadas a Alemania, donde se les proporcionan documentos y son obligadas a prostituirse. Pese a que se ha avanzado en las investigaciones las mujeres afectadas generalmente no quieren declarar y cuando lo hacen, más tarde se retractan.

El ministerio para la Mujer y la Familia trabaja en cooperación con la policía y las autoridades locales para ayudar a las víctimas de tráfico de personas a abandonar la prostitución. "Parte de eso es dar asesoría psicológica", dijo Renate Augstein, quien dirige la coordinación desde dicho ministerio.

EU/ dpa/epd

Editor: Pablo Kummetz