Australia alcanzó el lunes (10.01.2022) un millón de contagios acumulados de COVID-19 desde el inicio de la pandemia, casi la mitad de ellos registrados desde principio de año debido al fuerte impacto de la variante ómicron.

Los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria, que juntos acumulan más de la mitad de los 25 millones de habitantes del país, son las regiones más azotadas por la presente ola, y este lunes alcanzaron los 55.000 contagios, mientras Queensland registró más de 9.500 y el Territorio de la Capital casi 1.000.

Hace un mes, Australia registraba menos de 2.000 casos diarios, pero desde finales de año los contagios han acelerado vinculados en parte a la propagación de la variante ómicron del virus, según los expertos más transmisible, hasta los 100.000 casos del sábado.

No obstante, el número de muertes se mantiene bajo (22 el domingo) y los hospitales, si bien registran un aumento en los ingresos, no se encuentran desbordados gracias a la alta tasa de vacunación que supera el 92 % de la población.

Pero el alto número de contagios sí afecta a la cadena de distribución de alimentos, ya que muchos trabajadores y transportistas tienen que guardar un período de aislamiento al ser portadores del virus, y muchos supermercados se encuentran con las baldas vacías.

Las estrictas normas de seguridad para entrar a Australia están en el centro de atención, después de que las autoridades fronterizas cancelaran el visado al tenista Novak Djokovic debido a las dudas sobre la exención médica concedida al deportista, quien no ha revelado si está vacunado.

Djokovic se encuentra retenido en un hotel que sirve como centro de inmigración a la espera de la decisión del tribunal que dirime desde hoy su apelación a la cancelación de su permiso de entrada.

gs (efe, afp)