Nuevos incendios amenazan un ecosistema único en Australia
1 de diciembre de 2020
Las autoridades locales intentan apagar el fuego inciado hace seis semanas en la Isla Fraser, una zona declarada como patrimonio mundial de la UNESCO y que recibía miles de turistas.
Imagen: AFP
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Los bomberos australianos continúan luchando por controlar las llamas de un gran incendio que afecta la Isla Fraser -frente a la costa este de Australia-, un gran atractivo para los turistas, pero también considerada un patrimonio mundial por la UNESCO debido a su ecosistema único.
Según las autoridades locales, ya se han destruido 74.000 hectáreas -equivalentes a un 42% de la zona- y se estima que el incendio comenzó tras realizar un incendio en un lugar no habilitado. El fuego en la Isla Fraser, la isla de arena más grande del mundo, lleva más de seis semanas arrasando con los bosques.
"La vegetación de la Isla Fraser es extremadamente seca y, al ser tan seca, es muy fácil de que se encienda", dijo James Haig, controlador de incidentes del estado Queensland, zona que actualmente pasa por un periodo de mucha sequía y donde dos tercios se han visto afectados por la ola de calor.
Los bomberos que trabajan en la Isla Fraser no solo están luchando contra "condiciones climáticas muy difíciles", dijo Haig, sino que también se ven obstaculizados por el acceso limitado al fuego por la parte norte de la isla. Además, el rescatista informó que se han desplegado 10 aviones de bombardeo acuático para combatir las llamas, incluyendo algunos encargados de proteger sitios aborígenes de importancia cultural.
"Realmente necesitamos lluvia y desafortunadamente no es probable que la recibamos durante algún tiempo", añadió.
La Isla Fraser forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.Imagen: picture alliance/Robert Harding
La isla, también conocida como K'gari -que significa paraíso en el idioma de los aborígenes-, es conocida por su gran población de dingos -perros salvajes nativos-, fue incluida en la lista del patrimonio mundial por sus bosques tropicales, lagos de agua dulce y el complejo sistema de dunas de arena que aún está en evolución. Además, es un destino que atrae a cientos de miles de turistas al año.
Australia ha sufrido fuertemente por los incendios, uno de los más devastadores se registró en 2019-20, cuando se quemó un área aproximadamente del tamaño del Reino Unido, evento que dejó 33 personas muertas y miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares. La temporada de incendios provocados por el cambio climático también mató o desplazó a casi tres mil millones de animales y le costó a la economía australiana unos 7 mil millones de dólares.
El país es uno de los principales exportadores de combustibles fósiles del mundo y el gobierno conservador se ha demorado en la lucha contra las emisiones de carbono, a pesar de que las recientes encuestas muestran que los australianos están cada vez más preocupados por el cambio climático.
JU (afp, rtre, cnn.com, theguardian.com)
Infierno en Australia
Desde septiembre de 2019, los incendios forestales en Australia han alcanzado una nueva dimensión. En una superficie dos veces mayor que la de Bélgica, todo se ha quemado. Una catástrofe en imágenes.
Imagen: AFP/P. Parks
Completamente en llamas
Se cuentan más de 180 incendios en toda Australia. El estado de Nueva Gales del Sur, en la costa este, está particularmente afectado. Los incendios no son nada inusual en el continente, pero la intensidad con la que golpearon a Australia esta vez sí lo es: la temporada de incendios comenzó muy temprano, en septiembre de 2019. Desde entonces, se quemaron siete millones de hectáreas.
Imagen: Reuters/AAP Image/D.
Un Año Nuevo horrible
Desde el cambio de año, la situación ha vuelto a empeorar: una nueva ola de calor con temperaturas muy superiores a los 40 grados contribuye a que los incendios se propaguen aún más. Los equipos de bomberos están en funcionamiento continuo y muchos residentes, como esta pareja de Nowra, Nueva Gales del Sur, temen por sus hogares. Se quemaron miles de viviendas, y al menos 24 personas han muerto.
Imagen: Reuters/T. Nearmy
Mar de llamas
A la derecha de esta imagen satelital se puede ver el lago Eucumbene, en Nueva Gales del Sur, y a la izquierda, un fuego que se abre paso a través del bosque. La foto fue tomada con una tecnología infrarroja especial, que hace que la luz infrarroja de onda corta de los incendios sea particularmente visible. Las fotos del espacio suelen mostrar nubes de humo que pueden llegar hasta Nueva Zelanda.
Imagen: Reuters/Maxar Technologies
Desesperación
Un chico intenta sofocar las llamas con una toalla. Los agricultores tienen dificultades para seguir alimentando a su ganado cuando los pastos y los campos han sido víctimas de las llamas. Muchos de ellos han tenido que matar a su ganado por quemaduras o estrés. Se estima que cientos de millones de animales han muerto sólo en Nueva Gales del Sur.
Imagen: AFP/W. West
Animales en peligro
Este koala se salvó, pero para muchos otros animales la ayuda llegó demasiado tarde. Para los koalas, los incendios son particularmente devastadores ya que instintivamente se enroscan en los árboles. De esta manera podían sobrevivir los incendios en el sotobosque. Pero los incendios actuales llegan hasta las copas de los árboles. Hasta ahora, dos tercios de los koalas en el área han muerto.
Imagen: Reuters/P. Sudmals
Misión en el infierno
Lejos de las ciudades costeras, Australia está muy poco poblada, por lo que los bomberos voluntarios son muy importantes en la lucha contra los incendios. Este año se pagarán con un fondo especial: Quienes hayan participado en los trabajos de extinción de incendios durante al menos 10 días recibirán el equivalente a unos 190 euros por día.
Imagen: AFP/S. Khan
Reconocimiento póstumo
La lucha contra las llamas, el humo y las brasas es muy peligrosa. El bombero Geoffrey Keaton murió en acción. Cuando fue enterrado el 2 de enero, su pequeño hijo recibió una medalla al mérito en su lugar. Hasta ahora, tres bomberos han muerto durante la temporada de incendios de este año.
Imagen: Reuters/NSW RURAL FIRE SERVICE
Huir de las llamas
El fuego en Coffs Harbour, al norte de Sydney, del que esta mujer huyó con su hija de 18 meses en noviembre, ya se ha apagado. En otros lugares, están surgiendo nuevos focos de fuego: En el estado de Victoria, que también incluye la ciudad de Melbourne, 67.000 personas han tenido que dejar sus pertenencias en los últimos días, según las autoridades.
Imagen: Reuters/AAP Image/D. Peled
Canberra
Este hombre frente al Parlamento australiano en Canberra no consigue sofocar las llamas con su limpiador de alta presión. Desde el punto de vista de muchos australianos, esta podría ser una imagen simbólica de la poca acción política contra los incendios. En la capital, el humo ha contaminado el aire hasta tal punto que se ha pedido a los residentes que se queden en sus casas.
Imagen: Imago-Images/AAP/L. Coch
Críticas a Scott Morrison
Se critica especialmente al primer ministro Scott Morrison por no haber abordado la crisis de manera decisiva, y también por razones políticas: aunque el político conservador ya no niega el cambio climático, sigue apoyando firmemente a la industria del carbón. Solo gradualmente Morrison empieza a reconocer la dimensión de los actuales incendios.
Imagen: AFP/J. Ross
Darle la mano o no al primer ministro
Mientras tanto, Morrison ha admitido que sus vacaciones en Hawái en medio de la temporada de incendios fueron un error. Desde entonces, trata de corregir su error y mostrar su lado humano (foto). Pero en las redes sociales se siguen encontrando videos de personas que se niegan a darle la mano al primer ministro. Muchos están descontentos con su manejo de la crisis.
Imagen: Reuters/AAP Image/D. Pateman
Síntoma y causa
A corto plazo, Australia tiene que hacer frente al fuego de alguna manera. A largo plazo, habrá que tomar medidas agudas ya que es probable que los incendios se vuelvan más frecuentes y más violentos a medida que el planeta se calienta. Por eso, decenas de miles de australianos salen una y otra vez a las calles para convencer a su gobierno de que tome medidas ambiciosas de protección del clima.