Derrotaron a Bielorrusia y a Rumania, respectivamente, en infartantes desenlaces. La final se decidirá en Australia.
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Australia y Francia se clasificaron este domingo (21.04.2019) para la final de la Fed Cup, el equivalente en el tenis femenino a la Copa Davis, tras sendas semifinales que tuvieron que decidirse en el último punto, el del partido de dobles.
Australia será local en la final y aspirará a un octavo título en el torneo, aunque el último se remonta a 1974, mientras que Francia buscará una tercera corona, tras las logradas en 1997 y 2003.
Las francesas se impusieron 3-2 en Ruán a las rumanas, unas horas después de que las australianas hubieran superado por idéntico resultado a las bielorrusas en Brisbane. Las dos eliminatorias habían acabado el sábado con empate provisional 1-1, con lo que llegaban muy abiertas al día decisivo.
En Normandía, Caroline Garcia (21ª del mundo) y Kristina Mladenovic (66ª, foto principal) vencieron 5-7, 6-3 y 6-4 en el partido por parejas a Simona Halep y Monica Niculescu, para lograr el punto decisivo. Antes, Halep había abierto el domingo derrotando a Garcia por 6-7 (6/8), 6-3 y 6-4, en el duelo entre las dos números 1 de ambos países, lo que dejaba a Francia contra las cuerdas.
Pauline Parmentier (53ª) resistió la presión y ganó a continuación a Irina Camelia-Begu (83ª) por 6-3, 2-6 y 6-2, para dejar todo igualado antes del dobles, donde las locales tuvieron más acierto al final.
"Cada partido fue increíble. Estoy muy orgulloso de ellas. Mi intención siempre fue que estuvieran unidas y ha sido fácil”, declaró a la web del torneo el capitán de las jugadoras galas, Julien Benneteau.
En la otra semifinal, la dupla australiana formada por Ashleigh Barty (9ª) y Samantha Stosur (77ª) logró el punto decisivo con un 7-5, 3-6 y 6-2 sobre las bielorrusas Victoria Azarenka (61ª) y Aryna Sabalenka (10ª). Barty había arrancado el domingo con un doble 6-2 sobre Sabalenka y Azarenka, exnúmero 1 mundial, respondió a continuación con doble 6-1 ante Stosur, dejando igualmente la semifinal igualada 2-2 antes del dobles. (AFP)
Tenis internacional: ¿se castiga más a las mujeres por protestar?
Serena Williams opina que fue castigada con mayor rigor tras sus desplantes en la final del Abierto de Estados Unidos, por el hecho de ser mujer. ¿Es cierto? Protestas ha habido muchas en este deporte. Multas también.
Imagen: picture-alliance/dpa/MediaPunch
No llovió ayuda desde las alturas
Su último recurso tampoco funcionó: Serena Williams trata de convencer al juez árbitro y a la supervisora del Abierto de Tenis de Estados Unidos, para revertir la decisión del juez de silla. Los gestos amables no conmovieron a los oidos sordos. Williams calificó de "ladrón" al juez de silla, a quien ademas acusó de sexismo. La tenista deberá pagar una multa de 17.000 dólares.
Imagen: picture-alliance/dpa/MediaPunch
Imágenes casi gemelas
También en la final del Abierto de Estados Unidos de 2009, Williams acudió al juez árbitro y a la supervisora del torneo, luego de que una jueza de línea fallara en su contra. Williams recibió una multa de 117.000 euros y permiso condicionado para jugar durante dos años.
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El rey de los berrinches
John McEnroe no ha sido igualado en su propensión a protestar e insultar a los jueces. En 1990 se convirtió en el primer jugador descalificado del Abierto Australiano por injuriar a un juez. Estimar la suma de las multas que debió pagar el jugador estadounidense, es tarea casi imposible. En 1987, incluso fue suspendido dos meses por desplantes durante el Abierto de Estados Unidos.
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Ánimo quebrado
A Marcos Baghdatos le costó "solo" 800 dólares su desplante de ira en el Abierto Australiano de 2012. En un cambio de lado, el chipriota rompió de puro coraje cuatro raquetas que costaron más que la propia infracción. Entonces, Serena Williams comentó el exabrupto de su colega: "Cuatro raquetas. ¡Impresionante!"
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Ataque a la silla
En mayo de 2018, Karolina Pliskova perdió los estribos durante el Abierto de Roma. Aunque la jueza de línea no pudo demostrar una marcación contraria a la tenista, la sostuvo. Pliskova perdió y, al terminar el partido, le negó el saludo a la jueza. Además causó una horadación con su raqueta en la silla del juez. el desplante le costó miles de dólares.
Imagen: Getty Images/J. Finney
Beso de consuelo
De pena ajena. Justo en el torneo de Winbledon, al "caballero" Tim Henman le fallaron los modales. Un pelotazo lanzado por coraje fue a dar a la cabeza de una recogedora de pelotas. Henman fue descalificado del torneo: el primer jugador al cual le sucedió. Posteriormente, él se disculpó con la joven, a la que le dio un ramo de flores e, incluso, un beso.
Imagen: Getty Images/ALLSPORT/G. M. Prior
Bofetadas de la esposa
También en 1995, Jeff Tarango causa otro escándalo en Wimbledon: discute con jueces y el público, recoge sus cosas y se retira de la cancha. Su esposa Benedicte confronta al juez y le da dos cachetadas. La multa para su esposo: 63.000 dólares y suspensión de todos los torneos de Grand Slam. Luego, el castigo es reducido a 20.000 dólares y un año de suspensión en Wimbledon.
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La sangre es más cara que el agua
No hubo intención, pero las consecuencias fueron sangrientas. Por frustración, Daniel Nalbandian golpea la silla de un juez de línea. Una astilla hiere al juez. Nalbandian fue descalificado y debe pagar 70.000 euros de multa. El mismo año, el tenista rocía de agua a otro juez en el Abierto Australiano, por lo cual se ve obligado a pagar solo 8.000 dólares.
Imagen: picture-alliance/Actionplus
También en la Copa Davis
Iracundo, el joven tenista canadiense Denis Shapovalov lanzó una pelota que dio en plena cara del juez de silla. El ojo del árbitro se inflama de inmediato, y posteriormente debe ser operado. Shapovalov fue descalificado y Canadá sale de la Copa Davis. La multa es de 7.000 dólares.
Imagen: picture-alliance/empics/The Canadian Press/J. Tang
¿Arrogancia pura?
Muy exagerada fue la reacción de Alexander Zverev. Al ser eliminado de Wimbledon, insulta al juez de línea y es amonestado. "Solo quiere ser importante, lucirse por una vez en Wimbledon, para que alguien se acuerde de él aunque sea una vez", se burla el tenista. El juez es, en este caso, el mismo "amigo" de Serena Williams: Carlos Ramos.