Austria entró oficialmente en confinamiento la madrugada de este lunes (22.11.2021), una medida severa que desató protestas el fin de semana también en países como Bélgica y Holanda, donde hubo manifestaciones contra las restricciones por el COVID-19.

Viena parecía una ciudad muerta, donde los comercios, restaurantes, mercados navideños, salas de concierto y peluquerías bajaron la cortina. Salvo las escuelas, la capital y el resto del país amanecieron el lunes en silencio.

Como en confinamientos precedentes, los 8,9 millones de austriacos, en teoría, tienen prohibido salir de su casa salvo para hacer compras, practicar deporte o recibir atención médica.

También se permite ir a la oficina y llevar niños a la escuela, pero las autoridades llamaron a la población a permanecer en casa.

Holanda suma 145 detenidos en protestas

El anuncio de las medidas el viernes ante un repunte de contagios del coronavirus, encontró eco en otras partes de Europa, con grandes protestas en Holanda y Bélgica, entre otros países.

Holanda vivió el domingo su tercera noche seguida de protestas, con fuegos artificiales y vandalismo en las ciudades norteñas de Groningen y Leeuwarden, así como Enschede en el este y Tilburg en el sur.

Aunque las protestas fueron menos intensas y violentas que las que estremecieron a Róterdam el viernes y La Haya el sábado, la policía holandesa informó el domingo de que detuvo a 19 personas tras una segunda noche de disturbios. 

En total 145 personas fueron detenidas en Holanda en tres días de protestas, que surgieron en rechazo a las restricciones que afectan especialmente a los restaurantes, que deben cerrar a las 20H00. (afp)