La pequeña localidad de Bohmte, cerca de Osnabrück, en el estado de Baja Sajonia, al noroeste de Alemania, fue escenario de un espectacular accidente el pasado fin de semana, que dejó dos personas gravemente heridas, entre ellas un niño de siete años.

Por razones aún desconocidas, según informó la policía local el domingo, el coche parece haberse salido de la carretera a gran velocidad antes de colisionar con un vehículo estacionado y atravesar un seto.

Al otro lado, el coche cayó aproximadamente 1,5 metros sobre un jardín trasero más bajo, donde aparentemente aterrizó sobre un trampolín, golpeando e hiriendo al niño que jugaba en él.

Luego, ya sea por la topografía de la zona o por el rebote en el trampolín, o por ambas razones, el vehículo parece haber salido despedido aún más por los aires, estrellándose finalmente contra una pared casi a la altura del techo de un granero, a unos 3 metros del suelo.

"Se oyó un estruendo enorme y pensamos: ¿Qué ha pasado?", comentó un vecino. "Salimos corriendo y vimos el coche en el techo".

El conductor, un hombre de 42 años, solo sufrió heridas leves, al igual que tres niños de 11, 12 y 13 años que iban en el asiento trasero. Una mujer de 43 años que iba en el asiento del copiloto resultó gravemente herida, al igual que el niño que jugaba en el trampolín, cuya vida, según la policía, se encuentra en riesgo.

Enorme operación de rescate tras el impacto

Tras ser alertados del accidente, decenas de efectivos de los servicios de emergencia acudieron al lugar, incluyendo bomberos, policías, personal técnico de socorro, 12 ambulancias y personal de apoyo psicológico, mientras dos helicópteros de rescate sobrevolaban la zona.

"Este es sin duda un despliegue extraordinario", declaró un portavoz del cuerpo de bomberos.

Los ocupantes del coche fueron trasladados a varias clínicas locales, donde se le tomaron muestras de sangre al conductor y se le confiscó la licencia de conducir. La policía descarta el consumo de alcohol como causa del accidente.

El coche tuvo que ser retirado del tejado del granero con una grúa y posteriormente fue incautado por la fiscalía.

Fotografías y vídeos del lugar muestran el rastro de destrucción que dejó el coche a su paso: ramas arrancadas de árboles, tejas arrancadas de los techos, un seto destrozado y el trampolín.

La operación continuó hasta aproximadamente las 4:00 horas de la madrugada del domingo.

(afp, dpa/el)