Los ocupantes del coche que en la madrugada del domingo mataron a 6 personas e hirieron a otras 26 al embestir contra una multitud en un carnaval en la localidad de La Louviere, en el sur de Bélgica, son dos primos de 34 y 32 años que volvían de una discoteca, confirmaron este lunes (21.03.2022) las autoridades.

Según un primer test realizado en el momento de la detención, el copiloto dio positivo por alcohol, dijo este lunes en declaraciones a la emisora RTL el magistrado Ignacio de la Serna. "Todavía hay que revisarlo. Fue un primer alcoholímetro. Lo importante es el análisis de sangre y pedí que se revisara todo, no solo el alcohol, sino todas las drogas", declaró el funcionario público. Los investigadores no privilegian la pista terrorista, aunque tampoco la descartan.

Los hechos ocurrieron hacia 4.48 de la mañana del domingo, cuando un BMW serie 5 negro aceleró contra un grupo de entre 150 y 200 personas que acompañaban por la calzada vacía a los Gilles, tradicionales personajes carnavalescos del sur de Bélgica.

Las imágenes de una cámara de seguridad de la calle muestra cómo antes de la tragedia la comparsa recorre a pie la calle y, seis minutos después de salir del plano, un vehículo pasa por detrás en la misma dirección a toda velocidad.

"Se puede deducir una intención de homicidio a tenor de las circunstancias, cuando un vehículo embiste contra un grupo durante mucho tiempo sin detenerse", declaró a la prensa el fiscal de la vecina Mons a cargo de las pesquisas, Christian Henri, quien confirmó que el coche venía de una discoteca.

Los dos ocupantes, que residían en la zona habían dejado a una mujer en su domicilio justo antes de los hechos, a un kilómetro de la rue de Canadiens donde se produjo el atropello en el distrito de Strépy-Bracquegnies de La Louviere, un municipio valón a unos 60 kilómetros al sur de Bruselas con una población de unas 80.000 personas.

El diario local La Nouvelle Gazette ha identificado al supuesto conductor del vehículo como Paolo F., un residente de Maurage, a las afueras de La Louviere, que presumía de haber trucado su coche para que tuviera 400 caballos de potencia en lugar de 252, y al copiloto como su primo Nino. Las autoridades, por su parte, sólo han confirmado que se trata de dos hombres de la zona nacidos en 1988 y 1990.

"El papel de la justicia será arrojar luz sobre este asunto: ¿fue voluntario? ¿imprudencia? Vamos a ver todos los elementos para tratar de resolverlo", agregó el fiscal. El suceso ha sobrecogido al país y especialmente a la ciudad, según ha declarado a la radiotelevisión pública RTBF el alcalde de La Louviere, Jacques Gobert. "Hay mucho enfado, ganas de represalias, la emoción está al límite", dijo. (EFE)