La feria EMO, en Hannover, es cita obligada de todos los representantes de la industria que buscan las últimas novedades en sistemas, maquinarias y herramientas para fabricar nuevos productos, desde aviones hasta tecnología médica.

En esta feria internacional de la metalurgia, más de 2.100 expositores de 43 países presentan sus nuevos productos desde el 16 hasta el 21 de septiembre de 2013. "Alemania ocupa un lugar relevante como país productor”, dice Wilfried Schäfer, director de la Asociación de Fabricantes de Maquinarias (VDW, por sus siglas en alemán), entidad que organiza la EMO. “Está en el tercer puesto a nivel mundial, después de China y Japón, y en Europa somos el país líder, con altas cifras de exportacion”.

Las empresas, tanto las productoras de bienes de consumo como de automóviles o tecnología médica o energética se enfrentan a los mismos desafíos: satisfacer a sus clientes, que esperan productos de alta calidad y bajos precios que satisfagan, independientemente del lugar de fabricación, estándares ecológicos.

Eficiencia energética

Se espera que los fabricantes produzcan sistemas de manufactura más eficientes en cuanto al consumo energético. “Necesitamos cerca de dos tercios de la energía para mantener en uso las maquinarias”, dice Berend Denkena, profesor del Instituto de Técnicas de Producción y Maquinarias en la Universidad Leibniz, de Hannover. “Si logramos ahorrar algo de esos dos tercios de la energía que no se utiliza para producir bienes, eso representaría un gran impulso”.

Pero actualmente ya no alcanza con ofrecer maquinarias que ahorran energía. Los clientes esperan paquetes completos de soluciones que abarquen todo el concepto de sistemas de manufactura, herramientas de precisión, sistemas de automatización y tecnología. Un nuevo concepto que se conoce como “Smart Factory”, o automatización de fábrica, y es el tema central de la EMO de Hannover.

Fábricas inteligentes

“Empezamos a utilizar las tecnologías conocidas como ‘inteligentes', usadas en el área de bienes de consumo”, dice Detlef Zühlke, del Instituto de Investigación de Inteligencia Artificial (IIIA), en Kaiserslautern, refiriéndose a los sistemas que permiten la conexión entre electrodomésticos. “Es decir, que conectamos todos los componentes. Cada uno de esos aparatos es una unidad independiente, capaz de comunicarse con los demás, lo que conduce a una estructura totalmente nueva que nos ofrece la flexibilidad que necesitamos”.

Así explica Detlef Zühlke, del IIIA, el concepto de “Smart Factory”, nombre bajo el cual se conoce, asimismo, a una alianza de investigación de alrededor de 25 empresas y universidades tecnológicas respaldadas por el Ministerio de Investigación de Berlín, algo que asegura a los productores alemanes la posibilidad de dar un salto tecnológico.

“El concepto fue desarrollado en Alemania, y aquí lo estamos llevando hacia delante”, subraya Zühlke, “pero también tenemos que tener en claro que hay otros países que se están sumando a esta tendencia”. Corea del Sur, por ejemplo, puso en marcha un programa de investigación similar.

Autor: Rolf Wenkel/ CP

Editor: Enrique López