"Los trabajadores hacen muy bien su labor. Trabajan siete días a la semana", dice Tamara Gerasimenko, habitante de un edificio ubicado en el margen occidental de Kiev. Junto con otros vecinos, vino a ver cómo avanzan las obras.

En la mañana del 15 de marzo impactó un misil en el edificio, de 16 pisos, y causó grandes destrozos. También se vio afectada una tubería de gas que conduce a los pisos superiores, de modo que se produjo un gran incendio. 76 de 126 viviendas se quemaron por completo y las restantes quedaron dañadas por el hollín y el agua usada para extinguir el fuego. Un tercio de los moradores se encontraba en esos momentos en casa, recuerda Tamara. Los socorristas lograron evacuar a más de 40 personas, pero cuatro murieron.

Desde entonces, muchos no tienen vivienda propia. "Algunos han arrendado, otros alojan con familiares y otros están en el extranjero. Yo arrendé una vivienda aquí, en Kiev”, dice la mujer, subrayando que todos quisieran volver lo más pronto posible a sus cuatro paredes en la capital de Ucrania.

"En eso trabajan diariamente cerca de 100 obreros de la construcción", cuenta Denys Titow, jefe de proyecto de la empresa "Askon", que se ocupa de la  reconstrucción. "Estaremos listos a mediados de octubre o noviembre", afirma, aunque reconoce que, debido a la guerra, hay atrasos en el despacho de materiales.

Construcción antisísmica

La empresa "Askon" empezó a trabajar allí en abril, después de que cálculos de estática indicaron que el edificio podía seguir siendo habitado. "Al comienzo, los habitantes decían que no querían volver a vivir allí, porque los daños parecían demasiado grandes. Pero este edificio estará en pie por mucho tiempo”, augura Titow.

A su juicio, el inmueble resistió el bombardeo debido a su forma especial de edificación. "Es una suerte que fuera una construcción antisísmica. De ellas hay solo 30 en Kiev”, dice Titow, agregando que, de no haber sido así, "el edificio tendría que haber sido demolido”. Indica además que el edificio quedará mejor que antes: "Hay un nuevo tendido eléctrico, ascensores modernos, una fachada aislada y nuevos baños”.

Peligro de derrumbe

Considerables daños sufrió también otro edificio de 26 pisos, situado a pocos kilómetros del centro. El 26 de febrero, un misil ruso abrió un gran agujero entre los pisos 17 y 21. Las viviendas de más arriba quedaron, por así decirlo, colgando en el aire y había peligro de derrumbe. Por eso, los moradores reunieron rápidamente donaciones para poder financiar medidas de urgencia.

"En ese momento, el municipio aún no podía preocuparse de la reconstrucción de viviendas. Por eso, recolectamos donaciones, para poner puntales entre los pisos. También se removieron los escombros”, cuenta Olena Tschumakowa, que coordina los trabajos en representación de los habitantes. Y detalla que se reunieron cerca de 53.000 euros, de los cuales unos 35 mil ya se han gastado.

A comienzos de mayo, las autoridades locales realizaron peritajes. Su resultado fue que es posible reparar el edificio, pero para ello fue necesario demoler los pisos superiores.

"Estamos contentos de que el edificio se repare. No contábamos con que las obras comenzaran tan rápido”, dice la mujer e indica que los expertos calcularon un costo cercano a 1,5 millones de euros. La ciudad de Kiev ya autorizó la suma.

Dinero para la reconstrucción

En Kiev, un total de 640 construcciones fueron dañadas por misiles al comienzo de la agresión rusa. Entre ellos se cuentan 238 edificios habitacionles. 16 sufrieron destrozos considerables. Todos podrán ser reparados. Oleksandr Akimow , director de la empresa estatal encargada de la reconstrucción, señaló que se pusieron a disposición cerca de 16 millones de euros de las arcas de la ciudad para los trabajos en 16 edificios. La suma podría incrementarse

El Gobierno ucraniano aprobó además aproximadamente 5,3 millones. "Ese dinero está destinado a 232 viviendas de Kiev cuyas ventanas se hicieron añicos por las ondas expansivas”.

(ers/ms)