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Ayuda para Ucrania: los alemanes donan a niveles récord

1 de febrero de 2023

En 2022, los alemanes donaron cientos de millones de euros a Ucrania y a las personas que huyeron de la guerra desatada por Rusia. ¿Sigue tan firme esa voluntad de cooperación este 2023?

Una mujer entrega ayuda a vecinos de una localidad ucraniana.
Voluntarios entregan ayuda a vecinos de Lyman, en una región del Donbás liberada por las fuerzas ucranianas de los invasores rusos.Imagen: Oleksandr Sawytskyj/DW

El ataque de Rusia a Ucrania aumentó la disposición de los alemanes a donar bienes o dinero. En 2022 las organizaciones benéficas recaudaron 5.700 millones de euros en Alemania, una cifra similar a 2021, cuando la ciudadanía se volcó a cooperar para enfrentar las necesidades suscitadas tras las inundaciones en el valle del Ahr, en el oeste alemán.

"En 2022, los donantes entregaron ayuda especialmente a quienes huían de la guerra", dice Martin Wulff, del Consejo Alemán de Donaciones. La entidad, junto a la Sociedad Alemana para la Investigación del Consumo, estudia año a año el comportamiento de los alemanes a la hora de hacer donaciones. Y el ánimo por aportar aumentó notoriamente tras la invasión rusa a Ucrania, el 24 de febrero. "La mayoría de las donaciones llegaron entre febrero y abril de 2022", reporta la asociación.

El mayor salto se registró en las donaciones para "ayudas de emergencia y desastres", que pasó de 347 millones de euros a 1.133 millones. Los expertos asumen que buena parte de ese dinero fue en directo beneficio de los desplazados internos ucranianos, y también de quienes huyeron de ese país rumbo a Alemania.

La inflación no detiene la solidaridad

Ni siquiera la creciente inflación y el aumento de los costos de la energía detuvieron el ímpetu de los alemanes, como confirma a DW Dominique Mann, de la Alianza de Ayuda contra Catástrofes. Durante las primeras semanas de la invasión rusa, las donaciones fueron "extremadamente altas", dice Mann, un pico que se repitió antes de Navidad. Lo confirma Manuela Roßbach, de Aktion Deutschland hilft (Acción Alemania ayuda), una entidad que reúne a doce organizaciones humanitarias.

Algo similar reporta Ulrike Lessig, de Be an Angel. La organización berlinesa ha evacuado de Ucrania en los últimos 11 meses a 18.000 personas, sobre todo vía Moldavia. La entidad se preocupa especialmente de pacientes con cáncer y discapacitados. "Transportamos a estas personas, así como a heridos, a Alemania para ser atendidos", cuenta Lessig a DW.

Voluntarios reciben a los ucranianos que llegan a Berlín tras huir de la guerra en su país, a inicios del conflicto.Imagen: Maja Hitij/Getty Images

Para ello, están en "permanente búsqueda de médicos y hospitales que permitan continuar con los tratamientos ". Además, la asociación mantiene un almacén en la ciudad de Leópolis, en el oeste de Ucrania, y hace poco pudo entregar más de mil generadores de electricidad financiados con donaciones. También abrieron una nueva oficina en Odesa, en el sur de Ucrania, como punto de contacto para personas enfermas que requieran un tratamiento en Alemania.

Voluntarios agotados

Pero Lessig también advierte que la voluntad de colaborar de los alemanes está mermando. "A fines de febrero de 2022 la gente estaba alarmada, la guerra estaba a las puertas de casa", dice, pero ahora poco a poco "nos hemos acostumbrado". Si bien muchísimas personas siguen donando para ayudar a Ucrania, en las conversaciones, añade, "la gente se pregunta ‘¿cuánta comida, cuánta calefacción podré pagar?'. Los efectos de la guerra también se dejan sentir en Alemania".

Sobre todo, ve un "cierto agotamiento" entre los voluntarios. En la primavera de 2022, mientras las tropas rusas intentaban tomar Kiev, los numerosos refugiados que llegaban a la estación central de Berlín eran atendidos por los voluntarios que se habían ofrecido para ello. "Hay personas que se ofrecen a ayudar también durante sus vacaciones y fines de semana", cuenta Lessig. Sin embargo, eso no durará por siempre. "No puedes trabajar, dedicar tiempo a tu familia y a otros asuntos y, a la vez, salvar a Ucrania", afirma.

Sin embargo, el hecho de que muchas personas hayan acogido a ucranianos de forma privada, por ejemplo a través de la mediación de Be an Angel, muestra que "la disposición a ayudar en los últimos once meses ha sido enorme". Como sea, a Lessig le parece obvio que el enorme impulso inicial en algún momento tendería a estabilizarse. Y teniendo en cuenta que nada indica que el ataque ruso vaya a detenerse este año, también cree evidente que no se puede depender solo de donantes y que "en algún momento el Estado debería hacerse cargo".

(dz/cp)

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