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Ayudas a casas automotrices dispararían carrera proteccionista

José Ospina Valencia / Agencias8 de diciembre de 2008

Ante Cumbre de la UE se prende debate sobre plan de soporte coyuntural. Una reunión sin Merkel genera suspicacias y desvela una realidad: Berlín no quiere subirse al tren de subvenciones que ha puesto a rodar Londres.

Angela Merkel, canciller de Alemania: ¿mejor sola que mal acompañada?Imagen: AP

“La Unión Europea debe”, a juicio de la canciller alemana, Angela Merkel, “decidir armómicamente las medidas que buscan impulsar la coyuntura económica de todos los países miembros”. Merkel rechaza categóricamente que haya sido “relegada” de la reunión tripartita, sostenida este lunes en Londres por el primer ministro británico, Gordon Brown, el presidente francés Nicolás Sarkozy y el Presidente de la UE, José Manuel Durão Barroso. El trío, por su parte, ha dicho que la cita es tan normal como una entre Alemania y Polonia.

Sea como sea, la cita de Londres ha sido opacada por la ausencia de la canciller alemana Angela Merkel, entre sugerencias de que habría sido ignorada por su supuesta “falta de entusiasmo por el plan de la UE”.

“Plan de rescate” intenta acelerar inversiones de la UE

Merkel, que lidera la mayor economía europea, es blanco de críticas de algunos países miembros de la UE y parlamentarios berlineses que consideran su gestión en la crisis financiera y económica como “titubeante y aislada”. En particular, sus críticos están enfadados por la reticencia de Merkel a sumarse al proyecto de Bruselas, aunque su coalición ha impulsado un paquete nacional de estímulo valorado en 31.000 millones de euros.

Según la agenda oficial, los líderes de Gran Bretaña, Francia y la Comisión Europea se reunieron para discutir un plan de estímulo económico de 200.000 millones de euros, diseñado por la Unión. Dicho “plan de rescate” intenta acelerar las ya amplias inversiones de la UE en transporte, tecnologías de la información y energía.

¿Qué tanto efecto pueden surtir las inyecciones financieras?

La “minicumbre” de Londres no era otra cosa que una reunión preparatoria de la verdadera cumbre que tiene lugar este jueves 11 de diciembre de 2008 en Bruselas y que analizará, entre otros, la importancia del efecto positivo que pueden tener las inversiones públicas en este momento en Europa para, por lo menos, mantener el nivel de empleo a niveles aceptables y frenar la ya vaticinada recesión.

El plan de Bruselas incluye una inversión de 5.000 millones de euros en conexiones eléctricas y proyectos de banda ancha, y planea adelantar una inversión de 4.500 millones de euros en infraestructuras.

Juntos pero no confundidos

“Cuando en 1929, y luego en los años 30, la recesión tocó fondo en Europa, cada país obró aislado de los demás y fue cuando, en vez de cooperar juntos, comenzaron a comprar armas. La consecuencia fue la II Guerra Mundial. A pesar de los problemas específicos que tiene cada país, tenemos que buscar juntos una solución a la crisis financiera“, dijo a la radio alemana Deutschlandfunk el eurodiputado británico Grahan Watson, presidente de la fracción liberal en el parlamento europeo.


Para Angela Merkel, el análisis hecho de la crisis en Europa está siendo más emocional que racional. La situación fiscal y económica de los diversos miembros de la Unión es casi tan diferente como miembros hay. Para Berlín aún existe el grave riesgo de “inyectar millones de euros en algo que aún no garantiza éxito”.

Situación de Alemania incomparable con la de Francia

Alemania está en una posición mucho más cómoda que Francia, Gran Bretaña e Italia, por ejemplo. París y Roma padecen de inmensos “huecos en las arcas nacionales” que impiden una política económica que prometa buenos resultados después de gastar más dinero en medidas que se esfumen antes de impulsar la economía.

Para Engels, “no tiene que haber necesariamente un acuerdo total sobre el plan de promoción de la economía europea”. Basta con que la UE siga la línea marcada por la Agenda de Lisboa que insta a mantener un rígido equilibrio fiscal a la par con vastas inversiones en la investigación, la ciencia y las tecnologías que le aseguren un futuro más próspero a Europa.

¿Quién podrá salvarnos de más proteccionismo?

Un futuro próspero para Grahan Watson también puede ser posible sin subvencionar a los consorcios automotrices. “¿Por qué entonces no hacerlo también con la industria farmacéutica u otros sectores que tienen los mismos problemas?”, se pregunta el eurodiputado británico. El temor de Watson es que si un país comienza a bombear dinero a los fabricantes de autos, se dará el pistoletazo que inicie una carrera mundial de proteccionismo que sí arruinaría no sólo a muchas más empresas sino a países completos. Y los países en desarrollo serían de los más afectados.

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