Coronavirus: Bélgica retira casi todas las restricciones
20 de mayo de 2022
Con un 80 por ciento de su población con al menos una dosis y la situación epidemiológica bajo control, las autoridades levantaron la obligatoriedad del uso de mascarillas, entre otras medidas.
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Bélgica vuelve casi por completo a la "vieja normalidad" con el anuncio realizado este viernes (20.05.2022) del abandono de casi todas las restricciones contra la pandemia de coronavirus que seguían vigentes, que incluye la retirada de la mascarilla obligatoria en el transporte público desde el próximo lunes 23 de mayo como símbolo del cambio de fase.
Las autoridades federales y regionales, reunidas para abordar la situación del coronavirus, consideran que la situación epidemiológica permite también eliminar los protocolos de viaje aplicados como consecuencia de la pandemia, como la obligación de rellenar un formulario de localización o presentar un certificado de vacunación, cuarentenas y test de entrada.
Asimismo, se anunció que el país europeo desactivará el código de colores que decidía los protocolos a seguir en función de la mayor o menor incidencia de la pandemia, aunque todas estas medidas podrán reactivarse si la situación vuelve a descontrolarse. Solo quienes lleguen a Bélgica desde países donde haya nuevas variantes de preocupación deberán cumplir con ciertos requisitos.
Vacunación de cara al otoño
Pese a todo, quedan algunos resquicios de normas desconocidas antes de la irrupción del COVID-19 en marzo de 2020, como la obligatoriedad de emplear mascarilla en hospitales, farmacias y ambulatorios, aunque no en consultas de fisioterapeutas, dentistas o psicólogos, donde solo será recomendada.
Y aunque se retira el uso obligatorio de mascarilla en los transportes públicos, norma que en las últimas semanas se contemplaba con bastante flexibilidad, se mantiene la recomendación de llevarla tanto en los trayectos como en los "lugares estrechos donde no se pueda garantizar la distancia de 1,5 metros", así como en trabajos de contacto cercano con el público.
Las autoridades belgas aconsejan, además, que las "personas vulnerables" sigan utilizando mascarillas del tipo FFP2, y lanzarán una campaña de vacunación de cara al próximo otoño. De esta forma, las cuartas dosis serán inoculadas en las residencias de ancianos y se irán ampliando a otros grupos, en un calendario por definir. El 80 por ciento de los belgas ha recibido al menos una dosis de alguna vacuna contra el SARS-CoV-2, el 62 por ciento tiene al menos dos dosis.
DZC (EFE, Europa Press)
Coronavirus, SARS y otros virus, bajo el microscopio
Utilizando microscopios electrónicos, científicos lograron imágenes sorprendentes del SARS-CoV-2. También otros virus fueron fotografiados. Una mirada a los patógenos que causan enfermedades como el COVID y el MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
El virus coronado
Así se imagina el SARS-CoV-2 Andrej, un niño ruso de 10 años Este coronavirus, causante del COVID-19, mantiene al mundo en vilo desde hace casi dos años. El nombre de coronavirus, que designa a un tipo de patógenos, se empleó por primera vez en 1968 y alude a las proteínas de espiga en la superficie del virus.
Imagen: Andrej
La imagen real
Así se ve en realidad el nuevo coronavirus. Cada partícula de SARS-CoV-2 tiene un diámetro de aproximadamente 80 nanómetros y contiene ARN, el código genético del virus. Este es protegido por las proteínas de espiga, que recubren su superficie. El SARS-CoV-2 es un miembro de la familia de los coronavirus, entre los que se encuentran también los causantes de los brotes de SARS y MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
Transmisión por el aire
Las partículas de SARS-CoV-2 se transmiten por medio de los aerosoles que exhala una persona infectada. Por eso, las mascarillas son un elemento importante para evitar la propagación. No obstante, también pueden propagarse a través de superficies contaminadas. Por esta razón, es fundamental lavarse las manos meticulosamente.
Imagen: AFP/National Institutes of Health
El ataque a las células
Las proteínas de espiga se fusionan con una proteína de la membrana de la célula afectada (en verde en la foto). Eso desencadena reacciones químicas, lo que permite al virus penetrar en la célula, donde se replica su ARN. Una única célula puede reproducir decenas de miles de nuevas partículas del virus (aquí, en color lila), que luego infectan a otras células del cuerpo.
Imagen: NIAID/ZUMAPRESS.com/picture alliance
Primer contacto
También esta imagen de una célula (en azul) infectada con partículas de SARS-CoV-2 (en rojo) fue captada con un microscopio electrónico. El virus que ha originado la pandemia no es muy diferente de aquellos que provocan una gripe o un resfriado. Pero antes de 2019, el sistema inmunitario humano nunca había entrado en contacto con el SARS-CoV-2, razón por la cual nadie había desarrollado inmunidad.
Imagen: NIAID/Zuma/picture alliance
SARS-CoV-1: el primer brote de coronavirus del siglo XXI
La primera confrotación de la humanidad con un coronavirus en este siglo se produjo en China, en 2002. En marzo de 2003 hubo tantos casos que la Organización Mundial de la Salud lanzó una advertencia global de una gripe atípica. El SARS (severe accute respiratory syndrome) se propagó en unos 30 países. No en todos hubo muertos. En julio de 2003, la OMS declaró que la pandemia estaba controlada.
Imagen: picture-alliance/dpa/Center of Disease Control
MERS-CoV, otro coronavirus
En 2012, investigadores descubrieron un nuevo coronavirus: el MERS-CoV (en amarillo).
Las muestras correspondían a pacientes que sufrían una nueva enfermedad similar a la gripe, que luego se conoció como MERS (Middle East respiratory syndrome) por la región en que surgió por primera vez. El MERS es menos contagioso que el COVID-19. Suele propagarse en las familias o centros de atención sanitaria.
Imagen: picture-alliance/AP/NIAID-RML
VIH: La otra pandemia
El VIH ataca, entre otras, las células T del sistema inmunitario (en azul). Como el SARS-CoV-2, es un virus basado en el ARN. Sin tratamiento, debilita el sistema inmunitario hasta que no puede defenderse de infecciones. El VIH se transmite a través de fluidos corporales, como el semen o la sangre. No hay vacuna, pero sí medicamentos que reducen la carga viral e impiden que el SIDA se manifieste.
Imagen: Seth Pincus/Elizabeth Fischer/Austin Athman/National Institute of Allergy and Infectious Diseases/AP Photo/AP Photo/picture alliance