Bélgica reporta caso de nueva variante del coronavirus
26 de noviembre de 2021
Se trata de una joven no vacunada que viajó a Egipto y cuyos contactos estrechos están siendo monitoreados. Las autoridades llamaron a que “no cunda el pánico”.
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El gobierno de Bélgica informó este viernes (26.11.2021) que sus funcionarios detectaron el pasado 22 de noviembre un caso de la nueva variante reportada inicialmente en Sudáfrica del SARS-CoV-2, conocida como B.1.1.529. El ministro de Salud, Frank Vandenbroucke, pidió a la población "que no cunda el pánico”. Se trata del primer caso de este tipo en Europa.
La persona infectada es una mujer adulta joven no vacunada que desarrolló síntomas once días después de viajar a Egipto a través de Turquía, informó el Laboratorio Nacional de Referencia. El virólogo belga Mark van Ranst escribió en Twitter que la persona, que no había sido infectada por el virus hasta ahora, regresó de Egipto el 11 de noviembre.
La paciente, al parecer, no ha tenido contactos de alto riesgo fuera de su casa y ningún miembro de su familia desarrolló síntomas por el momento, añadió el Laboratorio Nacional de Referencia, que está llevando a cabo una investigación exhaustiva. Los contactos de la persona infectada están siendo testeados periódicamente por personal sanitario.
Nuevas medidas
"Tenemos que repetir que es una variante sospechosa, no sabemos si es una variante muy peligrosa", dijo Vandenbroucke, aunque mencionó que algunos países europeos estaban cerrando sus puertas a viajeros procedentes de varios Estados del sur de África por "precaución". "Así que precaución total, pero que no cunda el pánico", añadió el ministro.
La paciente tiene hasta la fecha síntomas de un resfrío, sin que parezca que vaya a desarrollar una versión grave del COVID-19. La noticia se conoce el mismo día que el gobierno belga anunció la imposición de una serie de medidas para controlar la nueva ola de contagios, entre las que destacan el cierre de las discotecas y la obligación de que los bares y restaurantes lo hagan a las once de la noche, y donde solo podrá haber un máximo de seis personas por mesa.
DZC (EFE, AFP, Reuters)
Coronavirus, SARS y otros virus, bajo el microscopio
Utilizando microscopios electrónicos, científicos lograron imágenes sorprendentes del SARS-CoV-2. También otros virus fueron fotografiados. Una mirada a los patógenos que causan enfermedades como el COVID y el MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
El virus coronado
Así se imagina el SARS-CoV-2 Andrej, un niño ruso de 10 años Este coronavirus, causante del COVID-19, mantiene al mundo en vilo desde hace casi dos años. El nombre de coronavirus, que designa a un tipo de patógenos, se empleó por primera vez en 1968 y alude a las proteínas de espiga en la superficie del virus.
Imagen: Andrej
La imagen real
Así se ve en realidad el nuevo coronavirus. Cada partícula de SARS-CoV-2 tiene un diámetro de aproximadamente 80 nanómetros y contiene ARN, el código genético del virus. Este es protegido por las proteínas de espiga, que recubren su superficie. El SARS-CoV-2 es un miembro de la familia de los coronavirus, entre los que se encuentran también los causantes de los brotes de SARS y MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
Transmisión por el aire
Las partículas de SARS-CoV-2 se transmiten por medio de los aerosoles que exhala una persona infectada. Por eso, las mascarillas son un elemento importante para evitar la propagación. No obstante, también pueden propagarse a través de superficies contaminadas. Por esta razón, es fundamental lavarse las manos meticulosamente.
Imagen: AFP/National Institutes of Health
El ataque a las células
Las proteínas de espiga se fusionan con una proteína de la membrana de la célula afectada (en verde en la foto). Eso desencadena reacciones químicas, lo que permite al virus penetrar en la célula, donde se replica su ARN. Una única célula puede reproducir decenas de miles de nuevas partículas del virus (aquí, en color lila), que luego infectan a otras células del cuerpo.
Imagen: NIAID/ZUMAPRESS.com/picture alliance
Primer contacto
También esta imagen de una célula (en azul) infectada con partículas de SARS-CoV-2 (en rojo) fue captada con un microscopio electrónico. El virus que ha originado la pandemia no es muy diferente de aquellos que provocan una gripe o un resfriado. Pero antes de 2019, el sistema inmunitario humano nunca había entrado en contacto con el SARS-CoV-2, razón por la cual nadie había desarrollado inmunidad.
Imagen: NIAID/Zuma/picture alliance
SARS-CoV-1: el primer brote de coronavirus del siglo XXI
La primera confrotación de la humanidad con un coronavirus en este siglo se produjo en China, en 2002. En marzo de 2003 hubo tantos casos que la Organización Mundial de la Salud lanzó una advertencia global de una gripe atípica. El SARS (severe accute respiratory syndrome) se propagó en unos 30 países. No en todos hubo muertos. En julio de 2003, la OMS declaró que la pandemia estaba controlada.
Imagen: picture-alliance/dpa/Center of Disease Control
MERS-CoV, otro coronavirus
En 2012, investigadores descubrieron un nuevo coronavirus: el MERS-CoV (en amarillo).
Las muestras correspondían a pacientes que sufrían una nueva enfermedad similar a la gripe, que luego se conoció como MERS (Middle East respiratory syndrome) por la región en que surgió por primera vez. El MERS es menos contagioso que el COVID-19. Suele propagarse en las familias o centros de atención sanitaria.
Imagen: picture-alliance/AP/NIAID-RML
VIH: La otra pandemia
El VIH ataca, entre otras, las células T del sistema inmunitario (en azul). Como el SARS-CoV-2, es un virus basado en el ARN. Sin tratamiento, debilita el sistema inmunitario hasta que no puede defenderse de infecciones. El VIH se transmite a través de fluidos corporales, como el semen o la sangre. No hay vacuna, pero sí medicamentos que reducen la carga viral e impiden que el SIDA se manifieste.
Imagen: Seth Pincus/Elizabeth Fischer/Austin Athman/National Institute of Allergy and Infectious Diseases/AP Photo/AP Photo/picture alliance