Bélgica restablece controles en frontera con Francia
23 de febrero de 2016
Bélgica restablecerá temporalmente los controles en la frontera con Francia para evitar la llegada masiva de inmigrantes ante el desmantelamiento del campamento francés conocido como la "jungla de Calais".
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"Hemos informado a la Comisión Europea que vamos a derogar temporalmente (el espacio) Schengen", dijo este martes (23.02.2016) el ministro belga del Interior, Jan Jambon, en rueda de prensa.
El ministro anunció que a partir del miércoles 24 de febrero se intensificarán los controles en la frontera con entre 250 y 290 policías locales y federales, que serán desplegados diariamente en la zona.
“Tanto tiempo como sea necesario”
Jambon dejó claro que el aumento de los controles busca evitar que campamentos de refugiados, como el de Calais, se instalen en Bélgica. "Debemos evitar todo impacto económico en la costa y en el puerto de Zeebrugge", manifestó.
Los controles sistemáticos se aplicarán en lugares estratégicos que habitualmente sirven de paso a los inmigrantes en la frontera franco-belga. El ministro del Interior señaló que estos controles "durarán tanto tiempo como sea necesario". Asimismo, Jambon dijo que "el número de inmigrantes potenciales se estima en miles".
Se retrasa desalojo de campamento de Calais
En el campamento de Calais, conocido como la “jungla de Calais”, viven miles de migrantes y refugiados que quieren llegar de forma ilegal a Reino Unido.
Un decreto de la prefectura de Pas-de-Calais obligaba a los migrantes y refugiados a abandonar la mitad sur del campamento antes de las 19:00 hrs. GMT de hoy. Tras ello estaba prevista la democión de los alojamientos improvisados.
No obstante, varias organizaciones humanitarias recurrieron el decreto ante la Justicia y ahora la prefectura aguarda que los tribunales adopten una decisión.
VT (efe, dpa)
Refugiados en Francia: la "Jungla" de Calais
Aumenta el nerviosismo en el campo de refugiados de Calais. Las autoridades francesas planean construir una "zona tapón" entre el campo de refugiados y el Eurotúnel que conecta el continente con Reino Unido.
Imagen: DW/D. Cupolo
Antes del desalojo
Voluntarios ayudan a los refugiados a transportar sus pertenencias. Anteriormente, las autoridades habían prometido a los migrantes la creación de un espacio para su realojamiento. Mediante esta zona, el Gobierno francés pretende bloquear el acceso al Eurotúnel, a través del cual muchos refugiados viajan a Inglaterra. "Les ayudamos a mantener su dignidad", aclara uno de los voluntarios.
Imagen: DW/D. Cupolo
El mar y las oportunidades
Tiendas de campaña frente a la entrada del Eurotúnel. En este punto muchos refugiados intentan subirse a los camiones que van a Gran Bretaña. Un enorme dispositivo policial vela por evitar que los polizones crucen a través del túnel. El joven sirio Mohammed Schakh enumera las opciones: el plan A, cruzar en un camión. El B, hacerlo en un tren. El C, atravesar el Canal de la Mancha en barco.
Imagen: DW/D. Cupolo
Mudanza urgente
El nuevo campo fue establecido el pasado jueves. Eso sí, no se sabe cuándo serán retirados los antiguos asentamientos. Para los refugiados significa mudarse. Alrededor de un centenar de alojamientos ilegales ya han sido trasladados con la ayuda de voluntarios. Hasta el momento se han construido otros 40 refugios "no oficiales".
Imagen: DW/D. Cupolo
Espacio para nuevas tiendas
Los miembros de la asociación "Care4Calais" limpian la zona de maleza y basura. El objetivo es crear espacio para los refugiados. "Cuando viví en Afganistán fueron muy hospitalarios conmigo. Por eso quiero devolverles algo", explica Ruth Boggiuth, una las voluntarias.
Imagen: DW/D. Cupolo
Esperando a que llegue el día
Entre 1.500 y 4.500 habitantes del campamento improvisado se han visto afectados por el reasentamiento. Algunos siguen esperando. "No pienso desmontar y volver a montar mi tienda en otro lugar", dice Saifullah Barat. Este afgano vive desde hace 4 meses en la "Jungla de Calais". "Si la policía quiere desmontar mi campamento, que lo haga. No voy a hacerles frente".
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Huellas dactilares? No, gracias.
Las autoridades han establecido un nuevo campamento en las cercanías de Calais. En el asentamiento levantado con contenedores hay espacio para cerca de 2.000 personas. Muchos de los refugiados, sin embargo, rechazan trasladarse a estos alojamientos temporales ya que, con el fin de identificarles, las autoridades exigen una toma de huellas dactilares.
Imagen: DW/D. Cupolo
Francia: ¿una prisión?
"Vemos cómo nos tratan los franceses", dice el sirio Mohammen Schakh. "Las autoridades nos toman por tontos y creen que vamos a aceptar la toma de huellas dactilares. Esto es parecido a una cárcel. Una vez que entremos aquí, no nos dejarán salir nunca. No quiero vivir nunca en este país".
Imagen: DW/D. Cupolo
Aumenta la violencia
El anuncio del desalojo y el aumento de la presencia policial ha provocado un aumento de la violencia en la "Jungla de Calais", informa Médicos sin Fronteras. Las lesiones provocadas por los enfrentamientos entre los propios habitantes del campamento, o entre los refugiados y la policía han propiciado un aumento de la presencia de los integrantes de esta ONG.
Imagen: DW/D. Cupolo
Nuevos asentamientos en otros lugares
"Los habitantes del campo creen que Francia pretende reducir el campamento progresivamente", explica Maud Le Quintrec, de Médicos sin Froteras. "Por eso muchos refugiados han decidido levantar nuevos campamentos ilegales. De hecho, 120 habitantes de 'la Jungla' se han ido a Bélgica". Así, explica Le Quintrec, lo único que consiguen las autoridades es trasladar el problema. (18.01.2016)