Cuando se conmemoran los 75 años de la masacre de Babi Yar, Kiev y otras ciudades ucranianas muestran la exposición de fotos “Contra el olvido”, del artista Luigi Toscano.
Publicidad
Hemos quedado en vernos en los Viejos Baños de Mannheim, un centro creativo que hoy sirve como espacio de reuniones, despachos de empresas y talleres de artistas. Uno de estos es el italiano-alemán Luigi Toscano, un fotógrafo y director de cine que nos presenta su proyecto más ambicioso en los más de 15 años de su carrera como artista. Se titula "Contra el olvido” y consiste en alrededor de 200 imágenes de víctimas de los nazis que sobrevivieron a guetos, campos de concentración y trabajos forzados.
A la pregunta de por qué se ocupa del Holocausto en la Alemania democrática y abierta al mundo, Toscano dice sin pensar: "Estoy convencido de que no debe olvidarse lo que ocurrió”. Con ello se refiere a la persecución organizada, el encierro y la aniquilación masiva de personas de diferentes orígenes, antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Ha encontrado víctimas de los nazis en Alemania, Estados Unidos, Israel, Rusia y Ucrania y entre ellas hay judíos, gitanos, ucranianos, bielorrusos y rusos, entre otros.
Visita a Auschwitz como experiencia clave
Toscano cuenta que ya de niño le interesaba el tema, pero en su escuela de Mannheim no encontró profesores a los que poder preguntar. Una experiencia clave fue la visita al antiguo campo de concentración de Auschwitz cuando tenía 18 años. "Aquel viaje y lo que viví posteriormente fueron determinantes para mis convicciones políticas y mi visión del bien y el mal”, asegura el artista.
Para Toscano, supuso "un experimento salir abiertamente a la luz pública” con su proyecto sobre el Holocausto. Lo hizo en el antiguo puesto de bomberos de Mannheim, un centro cultural situado en un concurrido lugar, donde se cruzan varias calles y tranvías. Toscano quedó sorprendido por la resonancia que obtuvieron sus imágenes: "Me impresionó sobre todo la historia de una joven madre, que me contó que todos los días debía pasar por el lugar junto a su hijo. El pequeño siempre preguntaba quiénes eran esas personas y aquella fue la forma de abordar con el niño el tema del Holocausto”, recuerda el fotógrafo.
Exposiciones en Ucrania
Toscano quiere ahora incitar a la gente en Ucrania a enfrentarse con el Holocausto. Desde el 27 de septiembre, se pueden ver 50 grandes retratos durante cinco días en la capital, Kiev, junto al lugar de conmemoración de los 75 años de la masacre de Babi Yar, la mayor ejecución en masa llevada a cabo por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante una visita a Kiev, Toscano conoció casualmente al director del lugar de conmemoración, quien de inmediato apoyó la idea del artista de exponer los retratos de las víctimas de los nazis. "Babi Yar se ha convertido en algo muy importante para mí. Es un lugar importante para la memoria histórica”, dice el artista. Tras Kiev, la exposición "Contra el olvido” podrá verse en la ciudad de Dnipro, en el este de Ucrania, después en Leópolis, en el oeste del país, y quizá, si se obtiene la debida financiación, también en Chernivtsi, Odesa y Winnitsa. La exposición de Toscano en Ucrania fue posible gracias a los auspicios de Frank-Walter Steienmeier, ministro alemán de Exteriores. La Embajada alemana y el Instituto Goethe de Kiev apoyan el proyecto.
Una película sobre el proyecto "Contra el olvido”
No por casualidad, Ucrania fue el país escogido para la exposición. De allí proceden la mayoría de personas de su serie de retratos, unas 60. Los encuentros con los supervivientes de los nazis fueron posibles gracias a Anschela Beljak, socia ucraniana del proyecto.
"Contra el olvido” no concluye con las exposiciones en Ucrania. Están previstas otras muestras en Estados Unidos, aunque el mayor deseo de Toscano es mostrar la serie de retratos en el antiguo campo de concentración de Auschwitz. "Eso sería un gran reto”, dice el artista. Además, a principios de 2017, Toscano desea concluir un documental surgido durante el trabajo en el proyecto "Contra el olvido”. Su intención es mostrarlo en el Festival de Cine de Odesa del próximo año.
Castillo de Vogelsang: escuela nazi convertida en museo
Los nazis levantaron el castillo Vogelsang para formar a la élite del partido. Su arquitectura, símbolos e imágenes todavía recuerdan aquella época oscura, pero a partir de ahora, abrirá sus puertas como museo.
Imagen: DW/D. Crossland
Ideal nacionalsocialista
El 11 de septiembre se abrió un nuevo centro de visitantes y una exposición en el castillo de Vogelsang, un recinto que los nazis utilizaron como escuela para sus dirigentes. El centro de documentación albergará una exposición continua sobre la historia de este lugar. Entre los muchos objetos expuestos, destacan estos modelos idealizados de atletas.
Imagen: DW/D. Crossland
Ascenso rápido
Entre 1936 y 1939 se formaron aquí un total de unos 2000 jóvenes. Muchos de ellos procedentes de las clases medias de la sociedad, que habían padecido durante la recesión. El programa de formación de los nazis prometía rápidas posibilidades de ascenso y en el plan de estudios estaba muy presente la educación física.
Imagen: DW/D. Crossland
Imagen medieval del mundo
Estos estilizados caballeros tallados resguardan la entrada al castillo. El nacionalsocialismo utilizó frecuentemente modelos medievales para sus objetivos. Ser caballero indica valor, virtud y justicia. Además, participaron en las cruzadas contra los infieles y conquistaron parte del este de Europa. Hechos controvertidos que hoy todavía se discuten.
Imagen: DW/D. Crossland
Personas comunes convertidas en asesinos
Esta foto muestra una estatua con el ideal del “nuevo alemán”. Al lado, están los nombres de los llamados mártires, aquellos que fallecieron en el fracasado golpe de estado de 1923. En la exposición se muestran fotografías de personas comunes con uniforme convertidas en asesinos, así como pantallas con declaraciones de las víctimas del holocausto.
Imagen: DW/D. Crossland
De alumnos a monstruos
Stefan Wunsch, director de la exposición, muestra una foto en que se ve a la lituana Mascha Rolnikaite. Esta superviviente del holocausto habla en una entrevista sobre Franz Murer, “el asesino de Vilnius”. Este ex alumno de Krössingsee, otro de los centros de enseñanza nazis, fue responsable del asesinato de miles de lituanos.
Imagen: DW/D. Crossland
Información y esclarecimiento
Gabriele Harzheim, investigadora del castillo de Vogelsang, explica: “Aquí los visitantes se enfrentan a la pregunta de qué tiene que ver esto con ellos". En vista de la situación política actual en Europa, se entiende perfectamente la importancia de contar con un lugar así.
Imagen: DW/D. Crossland
Un lugar ensangrentado
La investigadora Gabriele Harzheim sostiene una foto histórica del castillo de Vogelsang. El edificio fue abierto al público en 2006 después de que el ejército belga abandonase el recinto y el área. Los funcionarios alemanes estaban ante el dilema de qué hacer con este edificio, que todavía está adornado con símbolos y estatuas nazis.
Imagen: DW/D. Crossland
Arquitectura ideológica
Las salas comunes de Vogelsang tienen una decoración lujosa y feudal, mientras otras salas como los cuarteles y los alojamientos eran más espartanas. Todo un símbolo del dominio de la comunidad sobre el individuo.
Imagen: DW/D. Crossland
Base militar tras la II Guerra Mundial
Vogelsang ofrece vistas espectaculares sobre los lagos y las colinas del parque natural del Eifel. Después de la II Guerra Mundial, durante 60 años fue una zona prohibida utilizada por los belgas y los británicos como base militar y como zona de ejercicios para las tropas.
Imagen: DW/D. Crossland
Visitantes inesperados
Los organizadores esperan que la exposición y todo el recinto reciban 300.000 visitas al año. No se podrá impedir que algunos neonazis visiten este lugar de información y documentación. Esta estatua podría ser uno de los escenarios favoritos para desplegar antiguos carteles de propaganda y hacerse fotos para el recuerdo.
Imagen: DW/D. Crossland
Un imán para la extrema derecha
La dirección del museo, los científicos y los responsables de turismo conocen el magnetismo que puede tener ese lugar para el “turismo oscuro”, personas fascinadas por las prácticas macabras el régimen nacionalsocialista. Los curadores han intentado contrarrestar ese "atractivo" con una exposición sobria y algunas modificaciones arquitectónicas.