Esta es la casa de tu vida, Franz. Fuera de tus escasos viajes donde accedes a hoteles de 50 cents con una cama mísera y unos pocos Euro 2004 a cambio de un sexo ídem,conseguido disfrazado en las páginas amarillas y que sueles obtener casi gratis con putas orgullosas de acostarse con un rubio tipo Brad Pitt , sólo en cárceles has alojado .

A veces como huésped, las más como Gran Hermano, vigilante de racimos de presos a los cuales les mantiene en vida, como único motor, el deseo de escuchar que has muerto,lo que sonaría a música celestial en sus torturados oidos.

Todos estos hombres morenos, entecos te odian.

Toda tu vida como celador militar. De Ciudad de Panamá a Guantánamo, de la isla a Bagdad.

Hoy en Abu Graith. Raquetas , metralletas y ayes en la vecindad.

Y sientes como se acercan las explosiones, temblando dentro de estas paredes como en las de una Troya asediada.

Para evadirte sólo tu estéreo. Entrar a Kazaa, bajar a la Britney Spears con Baby One More...

Recuerdas a tu abuelo Heinrich, del que copiaste la profesión. Hace 65 años, en Libia, él lloraba de miedo escuchando Lily Marlene . Ayer Lily hoy Britney. Entre estampidos esperas también salir con vida de estos muros.

A veces piensas que si los mandamases de ahora consultarán el horóscopo como los griegos antes de decidir invasiones y represalias.

A pesar que las ves raramente , tú si crees en las estrellas.