La derrota del sábado, 5-1 ante el Eintracht Frankfurt, fue la más pesada del Bayern desde 2009 y los dejó a cuatro puntos del liderazgo en la Bundesliga, una liga que han dominado en los últimos siete años. Después de la estrepitosa caída, el arquero Manuel Neuer fue mordaz. Dijo que el resultado se veía venir y que esperaba unos días "turbulentos" en el club. No estaba equivocado.

Thomas Müller fue uno de los que comenzó la derrota ante el Frankfurt cuando Kovac buscó reintegrar a uno de sus tótems bávaros. Müller, quien no ha anotado en la liga desde la temporada pasada, había dejado claro que no estaba contento de haber sido relegado a un papel secundario tras el préstamo de Philippe Coutinho. El tiempo dirá si el nuevo entrenador lo considera.

El Bayern también tiene grandes problemas en el otro extremo del campo. No ha podido mantener el arco limpio en ninguno de sus últimos ocho juegos. Los problemas se agravaron desde que Niklas Süle sufrió una lesión en octubre. Esto llevó a la salida temprana de Jerome Boateng el sábado, una serie de opciones improvisadas poco convincentes e interrogantes sobre la venta de Mats Hummels.

Como la mayoría de los entrenadores del Bayern, Kovac fue también peón de batallas políticas. El croata fue considerado la elección del presidente Uli Hoeness (izq.), pero no un favorito de Rummenigge (der.), el director. En una extraña conferencia de prensa en octubre, ambos, junto al director deportivo Hasan Salihamidzic, atacaron a los medios y desfavorecieron a Kovac en la percepción pública.

Los extraños esfuerzos públicos de asegurar a Leroy Sané antes de que comenzara esta temporada terminaron cuando el extremo del Manchester City y la selección alemana sufrió una grave lesión durante el Community Shield, el telón de la temporada inglesa. A falta del acuerdo que querían, el club se decidió por recibir en préstamo al croata Ivan Perisic.

La firma de Sané fue muy buscada, como contrapeso a las salidas de Arjen Robben y Franck Ribery al final de la temporada pasada. Los veteranos ganaron todo con el club y dejaron un hueco significativo en las opciones de ataque del Bayern, como también una falta de experiencia de alto nivel. Kovac recibió una mano más dura que muchos de sus predecesores en términos de equipo en juego.

Aunque Kovac eventualmente superó al Dortmund para ganar el título de la Bundesliga, una humilde derrota en casa 3-1 ante el Liverpool de Jürgen Klopp, en octavos de final de la Liga de Campeones, supuso que el equipo estaba lejos del nivel superior. A pesar del éxito nacional esperado, Europa es enorme para el Bayern. Incluso un récord perfecto esta temporada no hubiera podido salvar a Kovac.

Después del comienzo vertiginoso de su reinado en el Bayern, que incluye cuatro victorias consecutivas en la liga, Kovac tuvo obstáculos entre las jornadas 6 y 11 de la temporada pasada. El Dortmund derrotó al Bayern en el clásico alemán el 10 de noviembre. El Bayern eventualmente superó a sus rivales, pero los escépticos ya estaban comenzando a notar sus debilidades.