El fabricante automovilístico alemán Audi bajó los beneficios después de impuestos en el primer semestre del año hasta los 289 millones de euros (326 millones de dólares), un 25 por ciento menos que en el mismo periodo de 2002. Según informó la filial de Volkswagen, la facturación subió en los seis primeros meses del año un 1,8%, hasta 11.449 millones de euros (12.937 millones de dólares). Audi explicó que estas cifras se deben a los efectos negativos de la fortaleza del euro. El presidente de la compañía, Martin Winterkorn, aseguró que la situación económica y las dificultades en los principales mercados hacen difícil mantener los resultados del conjunto del ejercicio al mismo nivel que el pasado año, si bien entre enero y junio del año en curso ya se han vendido 387.767 vehículos, un 1,4 por ciento más que en los seis primeros meses de 2002.