El último reporte sobre el desempeño económico en la mayoría de los países de la Unión Europea (UE) no es el más halagador. La economía en la UE crecerá, según dicho estudio, más lentamente de lo esperado.

Es más. El comisario para Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, tuvo que corregir los pronósticos de crecimiento hacia abajo. El Producto Interno Bruto (PIB) de la zona euro aumentó un 0,1 por ciento y el de la Unión Europea un 0,2% en el cuarto trimestre del 2002, lo que sitúa el crecimiento respecto al mismo periodo del año anterior en un 1,2% y 1,4% respectivamente, según las estimaciones confirmadas hoy por la Oficina de Estadísticas Europea (Eurostat).

La multiplicación de los males

"La situación ha empeorado dramáticamente. Hace seis meses los riesgos considerados en los pronósticos se limitaban a los altos precios de la energía. Hoy día, nos preocupa además el debilitamiento de la economía estadounidense y el impacto, aún desconocido, de la neumonía atípica, con sus consecuencias en la economía europea", explica Solbes.

Pero el mal desempeño económico no se limita a Europa. La economía estadounidense creció un 0,3% en el cuarto trimestre tras la progresión del 1% del periodo anterior, mientras que el PIB de Japón aumentó sólo un 0,5%. Según el comisario para Asuntos Económicos y Monetarios, Alemania, como el más grande importador de la Unión, está más expuesto a las influencias de la economía mundial. Por ello la crisis en Estados Unidos se siente primero en Alemania y, a través de ella, en toda la Unión.

Alemania en apuros

Alemania es uno de los países de la llamada eurozona con pronósticos de crecimiento por debajo del 2,5%. El esperado bajo rendimiento de Alemania ejercerá una influencia negativa en toda la zona, reduciendo el crecimiento colectivo.

A pesar de tan grises predicciones, Solbes considera que la economía alemana sigue siendo "robusta". "La situación real de la economía alemana se desarrolla frecuentemente mucho mejor que los pronósticos", alienta Pedro Solbes, no sin antes recordar que la deuda pública de Alemania es una de las más altas de la Unión.

"Alemania tiene un déficit fiscal de un 1,7% de su PIB. Esta es una cifra alta, pero es, en buena partte, producto de la reducción de impuestos. Por eso vemos con buenos ojos su empeño por salir adelante", concluyó el funcionario español.