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Balances divergentes

ers19 de marzo de 2004

Dicen que la historia la escriben los vencedores. Pero, en el caso de la guerra contra Irak, todavía circulan muchas apreciaciones diferentes sobre la intervención militar, que inauguró el capítulo bélico del siglo XXI.

La victoria militar estadounidense no significó el fin de la violencia.Imagen: AP

El veredicto definitivo de la guerra contra Irak aún está por dictarse. Quizá porque aún no ha pasado el tiempo suficiente como para que se decante una versión; quizá porque, pese a la victoria militar contra Saddam Hussein, todavía no hay un triunfador definitivo en esta contienda, que el presidente estadounidense, George Bush, se empeña en enmarcar en la lucha contra el terrorismo internacional. Hay, en consecuencias, tantos balances como posiciones divergentes en este primer aniversario de la confrontación. Destacamos algunos en este resumen.

Imagen: AP

George W. Bush:

Una vez más, el presidente estadounidense exhortó a la unidad en la lucha contra el terrorismo, indicando que cualquier signo de debilidad o repliegue reafirma a los terroristas. En la víspera había afirmado ante un grupo de soldados, en Fort Campbell, que con el derrocamiento de Saddam Hussein, el mundo "está mejor y el pueblo estadounidense más seguro". Destacó que ésta es una "hora decisiva" en la lucha contra el terrorismo y aseguró que Estados Unidos "permanecerá en la ofensiva". Irak es "el frente principal" en esta lucha, indicó, explicando que el objetivo es enfrentar a los terroristas allí, "para que no tengamos que enfrentarlos en nuestro propio país".

Hans Blix: "El régimen de Saddam Hussein no constituía un peligro para sus vecinos ni para el mundo", afirmó el ex jefe de los inspectores de armas de la ONU recientemente en la televisión alemana. El lunes pasado fue aún más concreto. Hablando en la Universidad de Nueva York, afirmó que el presidente estadounidense, George W. Bush y el primer ministro británico, Tony Blair, perdieron credibilidad. Al contrario de lo que ambos afirman, "el mundo no se ha vuelto más seguro tras el derrocamiento de Saddam Hussein", indicó.

Tony Blair: A pocos días del aniversario, el primer ministro británico se ha limitado a calificar de "irremediablemente ingenua" la idea de que ceder en el tema de Irak podría reducir la amenaza terrorista que emana de los extremistas islámicos. El balance de la guerra quedó, en cambio, en manos de un portavoz, que destacó los logros alcanzados en Irak. Indicó que se han creado allí 100 mil puestos de trabajo y se ha dotado de nuevos equipos a 2.300 escuelas y 600 clínicas, si bien reconoció que no todo es perfecto, ya que los problemas de "seguridad siguen siendo motivo de preocupación".

Imagen: AP

Gerhard Schröder:

"Hay casos en los que no participar, conscientemente, es expresión de una política responsable", indicó el canciller alemán, reafirmando la postura de su gobierno, contraria a la guerra contra Irak. Agregó que la política de seguridad alemana se basa en la prevención, si bien ello no excluye una intervención militar. Pero esa es la última alternativa y debe ceñirse a criterios como "que los medios sean proporcionales, que el peligro sea inminente y no admita demora y que la amenaza sea plausible".

Dominique de Villepin:

La guerra de Irak volvió al mundo aún más peligroso, según el ministro de Relaciones Exteriores francés. De acuerdo con declaraciones que cita el diario Le Monde, indicó que, desde la invasión, el país se ha transformado actualmente en la principal fuente de terrorismo a nivel mundial.

Alexander Kwasniewski:

"Dije que soy de la opinión de que Irak es hoy, sin Saddam Hussein, un Irak mejor que con Saddam Hussein. Pero, lógicamente, tengo la desagradable sensación de que nos confundieron con las informaciones sobre las armas de exterminio masivo. En lo tocante a las armas de exterminio masivo, según las informaciones que tenemos, desorientación es la palabra correcta", indicó el presidente polaco el jueves. Tales palabras se interpretaron como una crítica a Washington, pero este viernes llegó el desmentido de la presidencia. Según la declaración, Kwasniewski recordó "que Saddam Hussein intentó dar la impresión de que poseía armas de exterminio masivo y podía utilizarlas, lo cual fue un motivo central para emprender la operación en Irak, en el marco de la coalición contra el terrorismo".

Imagen: AP

José Luis Rodríguez Zapatero:

"La ONU debe asumir el control político de la situación en Irak", afirmó el presidente electo del gobierno español, aludiendo a una serie de las condiciones para mantener a las tropas ibéricas en ese país. Al mismo tiempo, rechazó las críticas del presidente Bush por sus intenciones de retirar a los soldados, subrayando que, con su elección los españoles emitieron un claro mensaje: "No cuenten con España, cuando se trate de guerras injustas. Cuenten con España, cuando se trate de realizar una política de paz".

Alexander Downer:

"No es el momento de que la comunidad internacional se doblegue a las amenazas terroristas y deje abandonado al pueblo de Irak", señaló el ministro de Relaciones Exteriores de Australia, uno de los más estrechos aliados de Estados Unidos y Gran Bretaña en esta guerra. Cerca de 2000 soldados australianos participaron en la operación bélica y unos 850 permanecen aún en Irak.

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