Según datos de Naciones Unidas, al menos dos millones de sirios están afectados por la violencia. "Más combates no son la respuesta. Una mayor militarización de este conflicto sólo continuará indefinidamente las destrucciones y prolongará el sufrimiento", indicó Ban ante periodistas en Nueva York.

"Una guerra civil por motivos religiosos pondría además en serio riesgo a los vecinos de Siria", advirtió. Ban acusó al régimen del presidente Bashar al Assad de haber agregado a la "represión brutal" del movimiento opositor, ataques con aviones de combate y helicópteros sobre áreas pobladas. Pero también los grupos opositores armados intensificaron sus ataques, añadió. "Cada día, en el que gira la espiral de la violencia, más sirios mueren, son heridos, torturados u obligados a huir de su casa o de su país", indicó.

Al menos 70 personas murieron hoy en Siria, sobre todo en la ciudad de Alepo, donde los rebeldes libran por cuarto día consecutivo duros combates contra las fuerzas del gobierno.

Según estimaciones del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cientos de miles de habitantes han huido en tanto de la ciudad. Unas 200.000 personas salieron de la metrópoli en un sólo fin de semana, informó ACNUR. El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Londres, informó que al menos 40 policías murieron hoy después de que los rebeldes tomaran dos comisarías en Alepo.

Fuente: dpa

Editora: Cristina Papaleo