Ban preocupado por las políticas migratorias en Europa
28 de abril de 2016
“Me inquieta mucho la xenofobia que está creciendo dentro y fuera de Austria", señaló el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, frente al Parlamento de Viena.
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El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró hoy (28.04.2016) en Viena su preocupación por el endurecimiento de las políticas migratorias en algunos países europeos y recordó que esas restricciones vulneran las obligaciones que establece la legislación internacional.
"Me preocupa que países europeos sigan cada vez más una política migratoria y de refugiados cada vez más restrictiva", dijo Ban en el Parlamento de Viena, precisamente un día después de que la Cámara aprobara por amplia mayoría un drástico endurecimiento de la ley de asilo.
Estado de emergencia migratorio
Austria aprobó la posibilidad de declarar un estado de emergencia migratorio, que restringiría la acogida de refugiados, aceptando sólo solicitudes de asilo determinadas, como de menores no acompañados, mujeres con menores muy pequeños o personas que tengan familiares en el país.
El secretario general de la ONU recordó que estas políticas afectan negativamente las obligaciones asumidas por los Estados de acuerdo a la legislación internacional y europea."Tenemos la obligación moral, legal y política de ayudar a quienes huyen de la guerra, los abusos de los derechos humanos y la persecución", sentenció Ban en su discurso.
"Creciente xenofobia"
A su vez, Ban saludó un debate abierto sobre la integración de los refugiados. "Pero me inquieta mucho la xenofobia que está creciendo dentro y fuera de Austria", señaló. Los refugiados son especialmente valientes y resistentes y si logran integrarse y comenzar una nueva vida sería un "beneficio para todos".
Refugiados como fuente de oportunidades
Pese a aceptar la necesidad de debatir sobre la integración y que la inmigración presenta grandes desafíos, Ban insistió en que la llegada de refugiados es también una fuente de oportunidades. "Cuando el proceso de llegada está bien gestionado, aceptar a los refugiados es una ganancia para todos. Son personas valientes, resilientes y con la vista puesta en el futuro. Traen a sus nuevas sociedades habilidades necesarias y energía", aseguró.
Ban dijo que Naciones Unidas seguirá tratando de crear soluciones a esta crisis, junto con la Unión Europea, y recordó que los días 23 y 24 de mayo se celebrará en Estambul la primera Cumbre Mundial Humanitaria.
FEW (dpa, EFE)
Francia: la miseria de los refugiados kurdos
En la localidad de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque, 2.000 refugiados kurdos aguardan una posibilidad para continuar su viaje a Gran Bretaña. El lodo y el frío agudizan su miseria. El Estado francés no interviene.
Imagen: DW/B. Riegert
Refugiados varados en Francia
Unos 2.000 hombres, mujeres y niños viven en el campamento improvisado en la localidad francesa de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque. Allí los refugiados kurdos han construido pequeñas tiendas de campaña. Aquí documentamos sus extremas condiciones de vida.
Imagen: DW/B. Riegert
Esperando
Lizman es originario de la región del Kurdistán iraquí. “En casa hay guerra”, dice. Su meta es llegar a Inglaterra. En el campamento ha instalado un pequeño café en una barraca de madera. Este es el punto de encuentro de los jóvenes.
Imagen: DW/B. Riegert
Meta: Gran Bretaña
El iraquí Asis ha pedido prestado un martillo para repara su tienda de campaña y evitar que entren el lodo y el frío. El joven kurdo quiere atravesar el Canal de la Mancha. Para ello, tendría que pagar a un “coyote” hasta 5.000 euros. “Del otro lado todo tiene que ser mejor”, espera Asis.
Imagen: DW/B. Riegert
Una chispa de esperanza
No se sabe cuántos niños viven en el campamento en medio de la basura y el lodo. Voluntarios han recolectado peluches, y de vez en cuando los reparten en la “tienda de campaña de los niños”.
Imagen: DW/B. Riegert
Hundimiento
Esta muñeca se le cayó a un niño en el lodo. Muchas esperanzas se hunden en el campamento. En las noches el frío es inclemente y no hay luz eléctrica. Solo hay unos cuantos inodoros químicos portátiles y un par de duchas.
Imagen: DW/B. Riegert
Voluntarios de Inglaterra
Chris Bailey fue soldado en Irak. Ahora ayuda a los migrantes que quieren llegar a Inglaterra. “Las condiciones aquí son peores que algunas cosas que vi en la guerra”, dice el veterano. En el campamento, reparte cobijas y botas de hule.
Imagen: DW/B. Riegert
Bienvenidos a Francia
Denise (izq.) y Maryse ofrecen té a los migrantes y platican con ellos. Las señoras viven en una bonita casa particular enfrente del campamento: dos mundos separados por una calle. “Las autoridades no se ocupan” de los refugiados, dice Denise. Muchos de sus vecinos quieren que los migrantes desaparezcan.
Imagen: DW/B. Riegert
¿Dónde están los políticos?
Los voluntarios han bautizado los caminos lodosos con nombres de políticos europeos. La avenida “François Hollande” se llama así porque el Gobierno francés no ha mostrado ningún interés por el campamento improvisado. La Policía tampoco interviene, pese a que algunos habitantes del campamento informan de enfrentamientos violentos entre grupos de migrantes, sobre todo en las noches.
Imagen: DW/B. Riegert
Ayuda alemana
A la ciudad alemana de Múnich ya no arriban tantos refugiados. “Aquí nos necestian”, dice Sinan von Stietencorn, de la cocina popular “Volxküche München”. Junto con amigos ha viajado de Baviera al Canal de la Mancha para repartir comida a los migrantes.
Imagen: DW/B. Riegert
Auxilio
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) vacuna a los refugiados contra sarampión y gripe. La humedad, el frío y la falta de higiene afectan sobre todo a los niños. MSF construye un nuevo campamento en Grande-Synthe, puesto que el Estado pareciera no sentirse responsable. Se trata del primer campamento de la organización humanitaria en ese país de la UE.
Imagen: DW/B. Riegert
Una cueva en el infierno
Asim cuenta que huyó del Estado Islámico en Irak. En el campamento ha luchado por un lugar limpio. En su pequeña cueva incluso ofreció un té a nuestra reportera de Deutsche Welle Catherine Martens. “Todos quieren continuar su viaje”, dice Asim.
Imagen: DW/B. Riegert
Tan lejos del sueño
El puerto de Dunkerque se encuentra a diez kilómetros del campamento improvisado. No obstante, las posibilidades de los migrantes kurdos de llegar a Inglaterra son mínimas. Casi ninguno quiere solicitar asilo en Francia. ¿Pagarán a algún “coyote”? ¿Regresarán a Bélgica o Alemania? ¿O simplemente seguirán aguardando?