Tranquilizar a los mercados parece ser el objetivo central de las cúpulas del sector económico alemán tras los turbulentos días que deparó la crisis de los créditos hipotecarios estadounidenses. Y, a juzgar por las positivas reacciones de la bolsa de Fráncfort, lo consiguieron en buena medida con los discursos que pronunciaron en una conferencia organizada por el periódico económico Handelsblatt.

Mercado financiero “estable”

Especial atención se prestó a las palabras del jefe del Deutsche Bank, el principal banco privado de Alemania, Josef Ackermann. A su juicio, “puede que tome algún tiempo hasta que el sistema financiero haya digerido las consecuencias” de la crisis estadounidense, pero el problemas tiene dimensiones limitadas. “No veo motivos para preocupaciones exageradas ni menos para que haya pánico”, afirmó el banquero, asegurando que el Deutsche Bank apenas se ha visto afectado, gracias a que cuenta con un sistema de estricto control de riesgos.

Tranquilizadoras fueron también las opiniones del jefe de la asociación de cajas de ahorro alemanas (DSGV), Heinrich Haasis, quien consideró que la mayor parte de los problemas ocasionados por la crisis hipotecaria estadounidense en Alemania ya han sido superados. Haasis calificó el mercado financiero alemán de “estable” y dijo no contar con nuevos casos como el del Banco Regional de Sajonia y el IKB, que tuvieron que ser rescatados con salvavidas financieros de las arcas fiscales.

Reformas bancarias

Por su parte, el ministro de Hacienda alemán, Peer Steinbrück, reconoció que la crisis había sido “seria”, pero aseguró que el mercado financiero alemán cuenta con suficientes reservas para superar las actuales turbulencias. No obstante, la mayoría de los oradores en la conferencia instaron a la banca a hacer autocrítica y aprovechar la experiencia para mejorar los sistemas de prevención de riesgos. De hecho, algunos ven en esta crisis una oportunidad para una reestructuración de fondo del panorama bancario alemán. Steinbrück estimó que “el momento debe ser aprovechado para llegar a una consolidación, por lo menos a nivel de los bancos regionales (propiedad de los estados federados).

El ministro de Hacienda anunció que, por lo pronto, se llevará a cabo una reforma de la entidad encargada de supervisar las instituciones financieras (BaFin), que hasta el momento comparte dicha tarea con el Banco Central alemán. No obstante, Steinbrück rechazó una vez más las demandas de efectuar rápidamente una redefinición del organismo supervisor, que ha recibido múltiples críticas por haberse mantenido demasiado pasivo durante la crisis generada por las inversiones fallidas en el mercado de los créditos hipotecarios estadounidenses.