El ex subsecretario de Estado y ex representante de Comercio, de 53 años, era el único candidato para suceder a Paul Wolfowitz, que anunció en mayo su dimisión tras un escándalo en el que se le acusó de favorecer económicamente a su compañera sentimental tras su llegada a la presidencia del BM.

Zoellick, un ejecutivo de Goldman Sachs que trabajó como subsecretario de Estado en Washington, encabezó numerosas negociaciones comerciales en nombre de Estados Unidos.

El funcionario prometió una gestión independiente de la Casa Blanca cuando se reunió con los 24 directores del BM durante cuatro horas la semana pasada. Todo lo que ha trascendido del encuentro indica que Zoellick causó una magnífica impresión.

Intelectual trabajador

Diplomático veterano con una gran reputación de estratega intelectual con cierto toque de impaciencia, Zoellick les habló de la necesidad de adaptar la misión del BM a los cambios en el mundo en desarrollo. En opinión de un asistente a la reunión, Zoellick no tendrá mucha tolerancia con los holgazanes, incluyendo a los holgazanes intelectuales.

Zoellick, un diplomático intelectualmente brillante y pragmático, pertenece al círculo interno del gobierno Bush. Se le considera un convencido internacionalista y un hombre muy bien preparado mediante su larga carrera en la diplomacia y en el empresariado. Bush dijo de él que se siente comprometido con el deber del Banco Mundial de ayudar a los países a combatir la pobreza, así como que cuenta con el apoyo y la confianza de los líderes políticos de todas las partes del mundo.

Zoellick llamó tras su nominación a los 10.000 empleados del Banco Mundial y a los países donantes a dejar tras de sí las tensiones, frustraciones y miedos de los meses pasados y concentrarse en el futuro del banco. Zoellik prometió una buena colaboración con el consejo ejecutivo y los trabajadores.

Estrategia hasta el 2012

En la primera reunión anual del Banco Mundial, a partir del 19 de octubre, Zoellick presentará en detalle su estrategia para los próximos cinco años. Se espera que dé especial prioridad a la redefinición de la misión del BM, sobre todo ahora que naciones emergentes como Brasil, China o India ignoran los créditos del organismo y prefieren buscar financiación en los mercados de capital.

El mandato del presidente del BM dura cinco años, y el puesto suele ser ocupado siempre por un estadounidense, mientras su organización hermana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) es dirigida por un europeo.