Los chinos, molestos por una viñeta de un periódico danés
Karin Jaeger
30 de enero de 2020
El coronavirus aparece en una caricatura del diario Jyllands-Posten reemplazando a las estrellas de la bandera china. Ahora China le pide una disculpa a los daneses.
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Entre los médicos se considera a los virus como atacantes invisibles. Son parásitos que anidan en un huésped débil, para atacar su sistema. O a veces incluso para acabar con él por la espalda. Por eso dan miedo. En medicina, son considerados enemigos impredecibles, pérfidos, a menudo incluso invulnerables. Hasta un país como China parece impotente contra un asesino tan invisible.
China contra el Jyllands-Posten
¿El país no admite una broma sobre el tema, porque el diario danés Jyllands-Posten pone el dedo en la llaga? Una caricatura, publicada el lunes, convierte las cinco estrellas amarillas de la bandera china en cinco virus redondos. Los chinos consideran que la alusión al nuevo coronavirus 2019-nCoV, que apareció por primera vez en la ciudad de Wuhan y suma ya más de cien víctimas, es ofensiva. El periódico y el dibujante deberían disculparse por ello, afirma un comunicado oficial de la embajada china en Copenhague.
Las cinco estrellas de la bandera simbolizan la grandeza del país y sus territorios: China, Manchuria, Mongolia, Sinkiang y el Tíbet. Y representan también su fortaleza económica y la estructura de la población: trabajadores, agricultores, pequeña burguesía y "burguesía nacional".
La caricatura convierte no solo a los infectados por el virus, sino a todo el país, en un paciente. La propagación del 2019-nCoV actúa como indicador de la vulnerabilidad de una superpotencia en ciernes.
Jyllands-Posten y las caricaturas de Mahoma
El periódico danés Jyllands-Posten, que se hizo célebre en 2005 con la publicación de doce caricaturas del profeta Mahoma, reaccionó con serenidad. El editor jefe, Jacob Nybroe, dijo que no se trataba de burlarse de China. Pero el periódico no piensa disculparse por algo que no cree que esté mal. "Como yo lo veo, tratamos con dos visiones culturales diferentes", dijo en Jyllands-Posten. "Tenemos una fuerte tradición de libertad de expresión y de caricaturas en Dinamarca y la vamos a seguir teniendo". Tampoco considera que la caricatura pueda violar las leyes danesas. El dibujante Niels Bo Bojesen ha hecho bromas con las banderas de diversos países en otras ocasiones. Puso un agujero de bala en la bandera turca y convirtió la de Arabia Saudí, verde, en un billete de un dólar del mismo color.
Las redes sociales agitaron la "bandera del virus"
La "bandera del virus" también se está haciendo viral en Internet, valga la expresión. Se comparte y comenta en los portales digitales. Y redes sociales como Twitter se polarizan en torno al asunto. "Es muy bueno", dice este usuario en referencia al dibujo, dando lugar a un sinfín de memes sobre el tema.
Los periódicos alemanes reproducen también la polémica bandera, provocando reacciones controvertidas. "No se puede tener menos sensibilidad", dice este otro usuario. "Allí luchan los chinos contra el virus, muere gente, se pasa miedo", continúa, "y desde la segura y cómoda Dinamarca los periodistas encuentran increíblemente divertido dibujar esta bandera".
Después de la publicación de los dibujos de Mahoma en Jyllands-Posten, hubo un boicot de productos daneses en todo el mundo y protestas de organizaciones musulmanas, en las que murieron más de cien personas. China ocupa el sexto lugar entre los destinos de las exportaciones danesas y podría infligir daños económicos al país escandinavo.
Hasta ahora, los chinos han respondido despreciando la bandera danesa y difundiendo imágenes en Internet que la representan con esvásticas, con compresas femeninas o como ataúd. Este usuario recuerda a Dinamarca que solo tardó cuatro horas en rendirse en la Segunda Guerra Mundial. "Es un tipo duro", viene a decir irónicamente. En lo que todavía no ha claudicado el país escandinavo es respecto a su última controversia relacionada con la publicación de caricaturas.
(lgc/er)
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Así se ríe un caricaturista de la cultura alemana
El dibujante Miguel Fernandez ha convertido en su misión personal el llegar al corazón de la cultura alemana y hacer humor con ella. Acá les mostramos sus obras más provocadoras.
Antes, a la hora o tarde
En Alemania es usual oír decir "llegar cinco minutos antes es llegar a la hora, llegar a la hora es llegar tarde y llegar tarde es inaceptable". El hombre en esta caricatura quizás espera estar a la moda llegando a su reunión justo a la hora. La secretaria le pregunta: "¿No quiere entrar?". Él le contesta: "La reunión empieza apenas a las 11".
Esto pasa cuando los malcrías
Todos los que tienen un perro conocen esta sensación, pero es probable que los alemanes vayan aun más lejos cuando se trata de sus amigos peludos. El amo de esta familia conoce bien las consecuencias de ser demasiado permisivo... Uno de los perros dice: "Él quiere dormir en la cama de nuevo". El otro le responde: "Lo hemos malcriado demasiado".
Viaje para comparar... y sufrir
En sus viajes, a los alemanes les gusta comparar y concluir que las especialidades nacionales, es decir el pan y la cerveza, son mejores en casa que en cualquier lugar del extranjero. Y cuando sus maletas se pierden o retrasan, se sumergen en una profunda crisis. "¿Qué es lo que más extrañas en tus vacaciones, el pan o la cerveza?", pregunta ella. "Mi equipaje", responde él.
Nunca es demasiado temprano
A los alemanes les encanta ir a la ferretería y comprar toda clase de herramientas para su colección. Según este estereotipo, también tienen la exagerada tendencia a esperar tener siempre la herramienta indicada antes de comenzar cualquier proyecto de renovación. Estos niños ya saben del tema. "A veces creo que los alemanes van demasiado lejos", dice uno de los chicos en la imagen.
Un idioma desconcertante
"Tengo un PhD en termodinámica cuántica, pero la lengua alemana me confunde totalmente", dice el inmigrante del dibujo. Con tres géneros, declinaciones infernales y otras maravillas lingüísticas similares, el alemán es indudablemente complejo. En 1880,
el escritor estadounidense Mark Twain escribió un ensayo en el que aseguraba: "Quien no ha estudiado alemán no puede imaginar cuán complejo es".
Preferir lo conocido
La enorme cantidad de restaurantes en distintos lugares turísticos de Europa que ofrecen salchichas, papas fritas y cervezas demuestran que a los turistas alemanes les gusta ir a lo seguro y comer aquello que ya conocen, evitando la "exótica" comida de los países que visitan. "Ah, España. Vamos a buscar salchichas alemanas", dice el turista del dibujo.
Marcar territorio al estilo alemán
Los turistas alemanes son famosos por marcar su territorio en la playa a primera hora de la mañana con una toalla, y luego desaparecer del lugar para ir a desayunar. Aquí, el perro más famoso de Alemania, el pastor alemán, parece haber heredado ese rasgo territorial. "Marca su territorio con una toalla", dice su dueño.
Tendencia a quejarse por todo
Demasiado soleado, caluroso o frío... Los alemanes son conocidos por su tendencia a quejarse. Siempre encontrarán un punto negro, así que si no lo hacen debe tomarse como un cumplido. Pero eso no quiere decir que sean infelices. Según un sondeo realizado en 2017 por el Instituto Alemán de Investigaciones Económicas (DIW), los niveles de satisfacción son los más altos desde la reunificación.
¿Entra o sale?
Durante meses, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, ha intentado cerrar un acuerdo para el "brexit" en el Parlamento británico, sin éxito. Pero, como muestra este desconcertado conductor alemán de trenes, nadie en realidad sabe si Reino Unido se quedará o se irá de la Unión Europea. Una metáfora clara: "¿Usted va a entrar o va a salir?", le preguntan al británico. Éste responde "no".
No todos están desnudos
En ninguna parte la Freikörperkultur (o FKK, literalmente "cultura del cuerpo libre", alias nudismo) está tan difundida como en Alemania. En este país se puede ver cuerpos desnudos no solo en las playas, sino incluso en el Jardín Inglés de Múnich o entre los venerables robles del Tiergarten berlinés. El problema es que no en todo el mundo es lo mismo, como descubren los protagonistas de esta tira.