La organización internacional solicitó este lunes en una conferencia de donantes que se destinen más de 434 millones de dólares para la crisis de refugiados rohinyás.
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El último informe del Grupo de Coordinación Intersectorial de Naciones Unidas situó en 603.000 los miembros de esa minoría musulmana llegados a Bangladesh desde Myanmar (antigua Birmania), de los que la mayoría, unos 324.000, se concentran en el campamento principal de Kutupalong.
Ante el rápido éxodo, los servicios básicos disponibles se encuentran bajo presión "severa" y existe riesgo de que se produzcan brotes de enfermedades debido a la falta de agua potable e instalaciones sanitarias en muchos asentamientos espontáneos.
La ONU solicitó este lunes (23.10.2017) en la conferencia de donantes celebrada en Ginebra (Suiza) que se destinen más de 434 millones de dólares para la crisis de refugiados rohinyás, que se agrava cada día más.
Se calcula que esa es la suma necesaria para financiar las operaciones de la organitación internacional hasta finales de febrero en Bangladesh, país que ha mantenido sus fronteras abiertas pese a su pobreza.
"Una situación bastante nefasta"
"Se trata de una situación bastante nefasta", dijo el alto comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi. "Las necesidades son ingentes".
Además, cerca de seis de cada diez refugiados son niños y muchos de ellos llegan malnutridos. Los rohingya son un grupo musulmán marginado en Myanmar, de mayoría budista. En su país de origen sufren pobreza, discriminación y se les ha negado la nacionalidad.
A finales de agosto las fuerzas de seguridad birmanas lanzaron una operación contra los ataques de milicianos rohinyás en Rajine. Los investigadores de los derechos humanos de la ONU concluyeron que se está produciendo una ofensiva sistemática para expulsar a los rohinyás quemando pueblos, persiguiendo a los líderes de las comunidades, matando y violando a los miembros de la minoría.
PG/EAL (efe, dpa)
Rohinyás: refugiados bajo el monzón
Más de 400 mil rohinyás han huido desde Birmania hacia Bangladesh desde fines de agosto, después de ataques a puestos policiales. Ahora las lluvias están causando estragos en la región fronteriza.
Imagen: Reuters/C. McNaughton
Precaria situación en campos de refugiados
Escasa comida, pocas carpas, y ahora fuertes lluvias afectan a cientos de miles de rohinyás que viven en alojamientos improvisados en Bangladesh, tras haber huido del país vecino de Birmania, donde el Ejército amenaza al grupo étnico.
Imagen: Reuters/C. McNaughton
La lluvia agrava la miseria
Desde el domingo el monzón ha dejado caer fuertes precipitaciones en la zona fronteriza entre Birmania y Bangladesh. En la ciudad de Cox's Bazar cayeron en promedio casi ocho milímetros por centímetro cúbico en las últimas 24 horas. Los campamentos de refugiados se han convertido en desiertos de barro donde los refugiados están bajo el agua debido a la falta de tiendas de campaña.
Imagen: Reuters/M.P. Hossain
Campamentos improvisados
Muchos refugiados no tienen lugar donde protegerse de la lluvia. La mayoría duerme en campamentos improvisados a lo largo de la carretera que une Birmania con Bangladesh. Se prevén más lluvias en las próximas horas.
Imagen: Reuters/M.P. Hossain
Falta de suministros, especialmente de comida
Por la carretera llegan los transportes de las organizaciones de socorro que distribuyen alimentos y otros víveres muy codiciados. La ayuda internacional es muy necesaria. La región es "incapaz de hacer frente al gran número de recién llegados", dijo un portavoz encargado de los refugiados de la ONU.
Imagen: Reuters/M.P. Hossain
Traslado al campamento central
El Gobierno de Bangladesh planea trasladar a los rohinyás a un campamento central para facilitar la distribución de suministros de socorro. Quienes critican la acogida dicen que se debe evitar que los refugiados se propaguen en el país. El sábado, la Policía prohibió a los refugiados dejar las áreas restringidas, por lo que algunos no pudieron refugiarse de la lluvia en casa de familiares.
Imagen: Reuters/D. Siddiqui
410 mil refugiados en tres semanas
Desde fines de agosto, unas 410 mil personas han huido de Birmania a Bangladesh. Debido a conflictos anteriores, 300 mil rohinyás ya habían llegado a Bangladesh. Debido a las malas condiciones climáticas, la tensión en la frontera ha bajado.
Imagen: Reuters/C. McNaughton
Extranjeros en su propio país
Los rohinyás son una minoría en Myanmar, que es de mayoría budista. No son reconocidos como ciudadanos y son víctimas de discriminación. El Gobierno de Birmania los acusa de inmigrar ilegalmente desde Bangladesh, incluso cuando han vivido en Myanmar por generaciones. La ONU ve las acciones de Birmania contra los rohinyás como una limpieza étnica.
Imagen: Reuters/M.P. Hossain
Escalada de tensión desde fines de agosto
La nueva ola de refugiados fue desencadenada por la renovada escalada del conflicto entre activistas y militares. El 25 de agosto, rebeldes rohinyás mataron a una docena de miembros de seguridad del Gobierno. Los militares respondieron con una violencia brutal provocando la muerte de cientos de personas y quemando los hogares de los rohinyás. Por ahora, el fin de la violencia no se ve posible.
Imagen: AP
Seis de cada diez refugiados son niños
Según la UNICEF, seis de cada diez refugiados son niños, muchos de los cuales están débiles y desnutridos. Debido al clima cambiante y lluvioso muchos tienen gripe y están propensos a contraer enfermedades graves. Bangladesh planea vacunar a 150 mil niños conta el sarampión, la rubéola y polio durante la próxima semana.
Imagen: Reuters/D. Siddiqui
"Una última oportunidad"
La crítica mundial a las acciones de Myanmar contra los rohinyás va dirigida no sólo contra los militares, sino sobre todo contra la Premio Nobel de la Paz y jefa de Gobierno de facto, Aung San Suu Kyi. Hasta ahora, la gobernante ha estado en silencio, pero hoy dio un discurso alentador que se ve como una esperanza para resolver el conflicto.