Barbados dirá adiós a Isabel II y se convertirá en república
16 de septiembre de 2020
La pequeña isla anunció que a partir de noviembre de 2021 no reconocerá a la monarca de Reino Unido como su jefa de Estado.
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Barbados es una pequeña isla del Caribe que tiene poco menos de 285.000 habitantes y cuya máxima autoridad es, hasta ahora, Isabel II, la monarca de Reino Unido. Hasta ahora, decimos, porque la gobernadora del país, Sandra Mason, anunció este miércoles 16 de septiembre que uno de los objetivos de su mandato será convertir a Barbados en una república, y con ello dejar de reconocer como jefa de Estado a la abuela de los príncipes Enrique y Guillermo.
"Llegó la hora de dejar atrás por completo nuestro pasado colonial", dijo Mason, explicando que a partir de noviembre de 2021, justo cuando se cumplan 55 años de la independencia del país, las instituciones responderán a una república y no a una monarquía. El discurso leído por Mason ante el Parlamento fue escrito por la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, lo que da a entender que se trata de una decisión ya acordada a alto nivel en el gobierno.
"Después de haber alcanzado la independencia hace más de medio siglo, nuestro país no puede tener dudas de su capacidad de autogobierno", dijo la gobernadora, quien aseguró que los barbadenses quieren "un jefe de Estado de Barbados". Y agregó que esta "es la máxima declaración de confianza que podemos hacer en quiénes somos y lo que somos capaces de lograr. Por ello, Barbados dará el siguiente paso lógico hacia la soberanía total y se convertirá en república cuando celebremos nuestro 55 aniversario de independencia".
En 2015 la isla intentó hacer esto mismo, pero al final el plan no prosperó. Se espera que, esta vez, en cambio, sí tenga éxito. Isabel II es la jefa de Estado de medio centenar de territorios, entre ellos Bahamas, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Si lo consigue, Barbados seguirá la senda ya trazada por Trinidad y Tobado, Dominica y Guyana, que se convirtieron en repúblicas. El gobierno de Jamaica también ha expresado su interés en seguir ese mismo camino.
Un portavoz de Downing Street dijo al diario Daily Mail que "obviamente tenemos una historia común, y seguiremos vinculados con Barbados por la cultura y el idioma, y seremos socios con ellos dentro de la Mancomunidad de Naciones". Así, todo parece indicar que a partir de 2021 Isabel II tendrá 430 kilómetros cuadrados menos que reinar.
DZC (Europa Press, The Guardian, Daily Mail)
El álbum alemán de Isabel II
La reina de Inglaterra es bienvenida en Alemania. Ya era así en 1965, cuando tuvo lugar su primera visita a este país. Después hubo otras tres, en 1978, 1992 y 2004. En junio de 2015 llega por quinta vez.
Imagen: picture alliance/Wolf-Dieter Pfeiffer
Visita a Alemania en 1965
"La visita del siglo", tituló el diario "Spiegel" en 1965. Veinte años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, la reina Isabel, que entonces tenía 39 años, visitó Alemania durante 11 días. Normalmente nunca pasaba tanto tiempo fuera de su Imperio. En Soest, la monarca saludó a un guardia canadiense. El simbolismo es claro: el encuentro entre la Alemania de postguerra y la Commonwealth.
Imagen: picture alliance/Wolfgang Weihs
Paseo por Berlín
El alcalde de Berlín, Willy Brandt (a la derecha), escolta a Isabel II durante un recorrido por las calles de la capital alemana. Los berlineses convirtieron la imagen de la monarca en un símbolo para su ciudad, como después lo fueron John F. Kennedy y Charles de Gaulle. Esta foto muestra al canciller de Alemania occidental, Ludwig Erhard, a la izquierda.
Imagen: picture alliance/dpa
No sin mi Rolls Royce
In 1978, Isabel II visitó de nuevo Alemania. Las fuerzas de seguridad se mantuvieron alertas por la amenaza del grupo terrorista Fracción del Ejército Rojo (RAF, por sus siglas en alemán). En esta segunda visita de Estado, Isabel II trajo consigo su propio auto oficial.
Imagen: picture alliance/Wolf-Dieter Pfeiffer
Bienvenida improvisada
Los niños quiebran siempre los esfuerzos de los expertos en seguridad durante las visitas al extranjero de la Reina. En 1978, dos pequeños se las arreglan para llegar hasta la monarca dentro del puerto de Kiel y darle la bienvenida con flores. A la izquierda, el presidente del Estado federado de Schleswig-Holstein, Gerhard Stoltenberg.
Imagen: picture alliance/Wolf-Dieter Pfeiffer
Velada estrategia política
El socialdemócrata Helmut Schmidt era canciller de Alemania en 1978. La Reina debe ser neutral en cuestiones políticas, pero esta vez se permitió preparar un discurso de alabanza hacia la "Ostpolitik" iniciada por el también socialdemócrata Willy Brandt. Naturalmente, sin mencionar su nombre. Eso podría haber sido interpretado como injerencia poco antes de las elecciones parlamentarias alemanas.
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Elección de vestuario
Cuestión candente en todas las visitas de Estado, también entonces, es la del vestuario: ¿qué ponerse a la llegada, en el encuentro con el Presidente y con el canciller? Lo que pocos saben es que la Reina cuenta desde finales de los 90 con su propio sastre alemán: Karl-Ludwig Rehse, de Essen.
Imagen: picture alliance/dpa
Alabanzas a los alemanes del este
La visita de la monarca a Alemania en 1992 fue una de las más políticas. Dos años después de la unidad alemana, Isabel II reparte elogios sobre todo a los alemanes del este por haber llevado a cabo una revolución pacífica. Helmut Kohl los escucha encantado, sobre todo tras las duras reacciones que mostró Margaret Thatcher hasta la primavera de 1990.
Imagen: picture alliance//Martin Gerten
Irma Oettinger, fundadora del Museo Reina Isabel
Anécdota de la tercera visita de Estado, en 1992: Irma Oettinger, fundadora del Museo Reina Isabel en Alemania, ofrece flores a su ídolo ante la Villa Hammerschmidt, en Bonn. A la izquierda, el entonces presidente alemán, Richard von Weizsäcker, con su esposa.
Imagen: picture alliance/dpa/T. Brakemeier
Biografías disímiles
Gerhard Schröder fue anfitrión de Isabel II durante su cuarta visita de Estado a Alemania, en 2004. Sus biografías no pueden diferir más: Schröder tuvo que trabajar durante su infancia, mientras que Isabel II pertenece a la más alta nobleza.
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Sin miedo al contacto
A las fuerzas de seguridad no les gustan las desviaciones en el protocolo. Sin embargo, a la Reina le gusta estar en contacto con el pueblo. En noviembre de 2004 mantuvo un encuentro con los niños de la escuela Charles Dickens de Berlín.