Dos barcos que ofrecen fiestas eróticas y sadomasoquistas están sacudiendo las habitualmente serenas aguas del lago de Constanza, una región tradicionalmente conservadora en el sur de Alemania. Mientras los políticos locales califican de “obscenas” las fiestas, el alcalde de Constanza, Uli Burchardt, pidió impedir que la autoridad que regula el tráfico marítimo del lago (BSB) alquile “naves de su flota para eventos sexuales”.

El “Torture Ship” (Barco de tortura) tiene previsto zarpar en junio llevando a bordo a 600 ocupantes que podrán participar en juegos tales como “atar a una persona a una cruz y pegarle en el trasero”, según Thomas Sigmund, organizador del evento. “No se puede descartar que luego haya sexo. Pero que alguien me muestre un baile de carnaval donde no lo haya”, añadió defendiendo el carácter festivo de la convocatoria y negando que sólo apunte al sexo.

También habrá "noche de erotismo"

Otro barco convoca para agosto a “una noche llena de erotismo” y fija a los ocupantes un estricto “dress code”: cuero, lencería y zapatos de tacón alto para ellas; látex, cadenas y uniformes para ellos. El organizador Thomas Weiss apuntó que “no todos los participantes irán a buscar sexo. Tenemos tres pistas de baile, cuatro DJ, un bar, un restaurant...”. Quien quiera algo más, sin embargo, podrá acudir a “las muchas zonas de reposo, que definitivamente no están pensadas para dormir”, promete la web del barco.

Los responsables se vieron sorprendidos por la polémica. “Llevamos 17 años navegando con este barco”, explicó Sigmund. “Y ahora todo el mundo hace como si no hubiese escuchando nada de esto hasta ahora”. El alcalde Burchard aseguró que “no se trata de puritanismo o intolerancia sexual, sino de si los barcos del BSB pueden usarse para fiestas eróticas comerciales y de si ése debería ser el modelo de negocio de una las mayores compañías turísticas de la región”. (dpa)