En solo unos pocos días, podría comenzar el ataque final del Ejército sirio contra el último bastión de contradictores de Assad. Diplomáticos intentan evitar una catástrofe humanitaria.
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La presión sobre los diplomáticos que buscan una salida pacífica en Siria está aumentando. Tienen tiempo hasta este 10 de septiembre para evitar, o al menos mitigar la batalla por Idlib. Bashar al-Assad dio la orden: si no se llega a un acuerdo hasta esa fecha, el Ejército sirio atacará la ciudad de tres millones de habitantes, en el oeste del país. El objtetivo de la ofensiva a gran escala es derribar el último bastión rebelde.
Se estima que en Idleb hay entre 10.000 y 30.000 combatientes. Además, alrededor de un millón y medio de civiles aún viven allí. Según Irán, aliado de Assad, "los rebeldes usan a muchos civiles rehenes como escudos humanos".
Una circunstancia que podría convertir la batalla de Idleb en un terrible baño de sangre. Donald Trump advirtió a Assad de no atacar a Idlib sin reflexionar, agregando que "los rusos e iraníes cometerían un grave error humanitario si participaran en esta posible tragedia humana". Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo comentarios similares. Un ataque provocaría una "masacre", dijo Erdogan al periódico turco "Hürriyet".
Rusia: "Hay que librar a Idleb de los bandidos"
Ni Rusia ni Irán, los aliados de Assad, se han dejado impresionar por las advertencias de Occidente. "Nuestros colegas occidentales entenderán que es necesario liberar la región de grupos terroristas y bandidos", dijo el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Alekseevich Ryabkov. "Nuestros esfuerzos van dirigidos a expulsar a los terroristas de Idlib con el menor costo humanitario posible", agregó el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif.
La lucha por la ciudad es, al mismo tiempo, una lucha por Siria. "Quien vence en Idlib, vence en toda Siria", dice el politólogo turco Samir Salha, de la Universidad de Estambul Kocali. "En Idleb se medirán las fuerzas internacionales", concluye Salha.
Intereses diversos
Los intereses son múltiples: Turquía está tratando de expandir su posición en el oeste de Siria para tener una mayor influencia sobre los kurdos sirios. Ya en enero de 2018, el Ejército turco cruzó la frontera hacia la región de Afrin, principalmente kurda. Entre tanto, Turquía está presente en gran parte del oeste de Siria. Estados Unidos, por su lado, quiere mantener su influencia en Siria. Después de aceptar tácitamente que Bashar al-Assad seguirá siendo presidente de Siria en un futuro previsible, ahora quiere, al menos, limitar la influencia de Irán. "Un cometido que comparte con Arabia Saudita e Israel", agrega Samir Salha en entrevista con DW. Así, se cristalizan dos frentes: por un lado Siria y sus aliados Rusia e Irán. Por el otro, Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita.
¿Confrontación o pacto?
Si las amenazas continúan, se podría llegar a una confrontación internacional por Idlib, teme Abdel Bari Atwan, editor en jefe del periódico online "Rai al-youm". "Las potentes unidades navales de Estados Unidos y Rusia, tanto en el Mediterráneo oriental como en el Golfo Pérsico, sugieren que las dos superpotencias se preparan para un enfrentamiento regional o incluso global". Pero Rusia y Estados Unidos también podrían haberse puesto de acuerdo secretamente desde hace tiempo, confía el politólogo Samir Salha y cree que "quizás lleguen a una conciliación de intereses, lo que podría afectar masivamente a los demás actores".
Las trompetas, empero, son aún de guerra. Aviones caza rusos y sirios sobrevolaron las afueras de Idlib el martes de esta semana y lanzaron las primeras bombas. Se reportaron trece muertos, todos civiles. Si la noticia es cierta, este sería el anuncio de una gran catástrofe humanitaria, que aún puede ser evitada. A los diplomáticos les quedan solo pocos días.
Kersten Knipp (JOV/ER)
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Al Raqa: la lucha por su liberación y la victoria de las fuerzas kurdas
Milicias kurdas y árabes, apoyadas por la coalición contra el EI, lucharon ferozmente por recuperar la ciudad de Al Raqa. Esta ha sido una de las batallas más sangrientas de la guerra en Siria.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Kilic
Victoria de Fuerzas de Siria Democrática (FSD) sobre el Estado Islámico
La agrupación antiyihadista FSD anunció este 17 de octubre la toma del control total de la ciudad, pero todavía no la ha declarado libre de yihadistas, ante la posibilidad de que queden células durmientes en la urbe. Las FSD habían iniciado el 6 de junio pasado una ofensiva por la recuperación de Al Raqa, "capital del califato" proclamado por el EI en 2014.
Imagen: Reuters/E. de Castro
El precio de la liberación: muertos por miles y destrucción total
Unas 3.273 personas han muerto, 1.287 civiles, durante los más de cuatro meses que ha durado la ofensiva contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la ciudad siria de Al Raqa (noreste), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Imagen: Reuters/E. de Castro
Los kurdos han defendido ferozmente su territorio
El terrorista Estado Islámico, por su parte, ha sufrido 1.353 bajas en combates contra las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada encabezada por milicias kurdas y respaldada por la coalición. Las FSD han perdido a 633 de sus combatientes durante los enfrentamientos contra los yihadistas y los atentados con artefactos.
Imagen: Reuters/E. de Castro
Ataques aéreos
Estados Unidos apoyó a los rebeldes, lanzando ataques contra posiciones del Estado Islámico. La liberación de Al Raqa avanzó con mucho esfuerzo. Parte de la ciudad está destruida y esto no permitió avances rápidos.
Imagen: Reuters/Z. Bensemra
Milicianas contra el Estado Islámico
Dos milicianas de las unidades de defensa femenina kurdas (en la foto) tienen a terroristas del Estado Islámico en la mira. No llevan pañuelo islámico ni ninguna otra prenda impuesta por los fundamentalistas a las mujeres durante su dominio en Al Raqa.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Umnaber
Guerreros de dios
En las cercanías de Al Raqa, una de las oficinas del Estado Islámico. Sus milicianos trataron de imponer brutalmente en la ciudad su concepción extremista del islam.
Imagen: Getty Images/D.Souleiman
"No hay más dios que Alá"
En las afueras de la ciudad, los terroristas del Estado Islámico marcaron su territorio con sus emblemas y leyendas. A principios de junio, la milicia terrorista se vio obligada a abandonar sus primeras posiciones, dejando atrás su propaganda.
Imagen: Getty Images/D.Souleiman
Huida de los radicales
Muchos habitantes consiguieron huir de Al Raqa y encontraron protección en campos de refugiados. Pero hubo parte de la población que no pudo o no quiso huir, y quedó atrapada entre los milicianos del Estado Islámico y quienes los combaten.
Imagen: DW/A. Alojayli
Lucha casa por casa
La lucha contra los terroristas del Estado Islámico se libró, en el centro de la ciudad, a veces casa por casa. En la foto, un combatiente se abre paso por medio de un agujero excavado de una habitación a otra en una vivienda.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Umnaber
Los restos de Al Raqa
Gran parte de la ciudad está destruida. Los ataques aéreos de los estadounidnses y la ira destructora de los milicianos del Estado Islámico la han dejado devastada. Cuando tenían ocasión de retirarse a tiempo, los terroristas arrasaban todo lo posible, destruyendo patrimonio histórico.
Imagen: Reuters/Z. Bensemra
Combate en las calles
Se pelea por cada casa y por cada barrio. En la imagen, combatientes kurdos avanzan varios metros para hacerse con el control de una calle. La posición y los gestos de estos hombres permiten hacerse una idea de lo arriesgado de esta empresa.
Imagen: Reuters/G. Tomasevic
El precio de la libertad
La lucha tiene un precio. En la imagen, un combatiente de las Fuerzas Democráticas de Siria, baleado por un terrorista del Estado Islámico.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Umnaber
Bajo las ruinas
Las bombas causan daños aún peores que los rifles. Los ataques aéreos derribaron casas enteras. Bajo los escombros puede haber supervivientes civiles y milicianos del Estado Islámico. Eso hace la búsqueda doblemente peligrosa.