Ningún destino turístico alemán es más popular que Baviera. Uno de los grandes atractivos son las fiestas tradicionales, como la Bergkirchweih, en Erlangen. Sobre todo las cervezerías atraen a jóvenes y mayores desde hace más de 250 años. Curiosamente, esta fiesta no tiene nada que ver con la “consagración de una iglesia”, que es lo que significa su nombre en alemán.

En julio vale la pena hacer una excursión a Dinkelsbühl. En la “Kinderzeche” se celebra la salvación de la ciudad, asediada por los suecos hace unos 400 años. Según la leyenda, los niños lograron covencerlos de que no destruyeran ni saquearan su ciudad. Especialmente recomendable: el gran desfile de niños del 16 de julio.

¡Múnich baila! En el Kocherlball se siente la alegría de vivir. En Dirndl y Lederhosen la gente asiste al baile al aire libre más grande de la ciudad, en el Jardín Inglés. Todos pueden unirse a la fiesta. Pero quien quiera bailar aquí, tiene que levantarse temprano: el comienzo es a las 6 de la mañana; y a las 10 en punto todo se acaba.

Se dice que el "Drachenstich" es la festividad folclórica más antigua de Alemania. Se trata de la lucha perpetua del bien contra el mal. Y desde luego el Dragón de Furth es un oponente temible. Este monstruo de alta tecnología pesa unas once toneladas y al desplegar sus alas llega a una envergadura de doce metros. Quien quiera asistir a la fiesta popular, debería comprar sus entradas a tiempo.

Comenzando a las 9 de la mañana, se hace un recorrido de sur a norte a través de todo el lago desde Fischhausen hasta Schliersee en barcos de madera decorados con flores, también llamados Plätten. Aquí, la gente lleva trajes típicos y es recibida con música y petardos, antes de comenzar el gran desfile de la fiesta. Y después, ¡a bailar!

La ciudad de Bamberg, Patrimonio Cultural de la Humanidad, se presenta de una manera muy alegre en el Sandkerwa : la cerveza fluye, porque en ninguna parte del mundo hay más fábricas de cerveza que en esta región. El punto culminante es el "Fischerstechen" en el río Regnitz, donde la gente y los príncipes ya se divertían en el siglo XV: El que más oponentes empuja al agua, gana.

2019 marca los 174º años del natalicio de Luis II, rey de Baviera. En la víspera del aniversario, enormes troncos de madera se amontonan en el cerro de Oberammergau, el Kofel, y se encienden al atardecer. Luego, un desfile de antorchas recorre el valle y se celebra en las tabernas hasta el amanecer.

El primer fin de semana de septiembre, Rothenburg ob der Tauber se transforma en un enorme campamento medieval. Caballeros y doncellas con trajes históricos se pasean por las calles. Entre las actividades más destacadas se encuentran los desfiles de antorchas y el gran espectáculo de fuegos artificiales llamado "La ciudad en llamas" que tiene lugar el sábado.

Incluso el verano más hermoso termina algún día. Después de unos 100 días, el ganado regresa de las praderas alpinas. Los pastores llevan a los animales al valle. Cientos de espectadores los acompañan. La fiesta se celebra por dos días consecutivos: en el primero hay un gran desfile y en el segundo hay un mercado tradicional.

La fiesta de la cerveza es sin duda la más destacada en el calendario de celebraciones populares bávaras. El año pasado se bebieron alrededor de 7,5 millones de litros de cerveza y se comieron 124 bueyes. Si alguien no se tienta con las delicias culinarias, puede divertirse en una de las más de cien atracciones. La Oktoberfest es una fiesta imperdible para los adultos. Y para los niños también.