Otro golpe para Bayer: condenada nuevamente a pagar indemnizaciones por perjuicios atribuidos al glifosato, el controvertido pesticida de Monsanto, la empresa se ve obligada a negociar con urgencia, comenta Henrik Böhme.
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Basta con tomar una calculadora y sacar cuentas: supongamos que cada uno de los demandantes en las causas relativas al glifosato que aún están pendientes en Estados Unidos -13.400 en total- termine recibiendo la misma indemnización que se le prometió a Alva y a Alberta Pilliod, la pareja cuyo cáncer ha sido atribuido al controvertido pesticida: 900 millones de euros. Los desagravios superarían la inimaginable suma de 12 billones de euros. Rápidamente queda claro que Bayer –cuya sede principal está en Leverkusen, Renania del Norte-Westfalia– nunca podría financiar los resarcimientos; hacerlo implicaría el fin de la empresa de 156 años.
Monsanto, el sepulturero de la compañía, tiene su base de operaciones cerca de St. Louis, Missouri. Hasta su absorción por parte de Bayer, la productora de agroquímicos estadounidense era una firma independiente que cotizaba en la bolsa de valores y cultivaba una reputación entre dudosa y mala. Pero eso no detuvo a Werner Baumann, jefe de Bayer desde hace tres años, en su empeño de comprar a Monsanto por unos 59.000 millones de euros. Es evidente que Baumann pagó un precio demasiado alto: hoy día, Bayer ya no vale ni siquiera 54.000 millones de euros en la Bolsa.
Histórica asamblea de accionistas
Hace tres semanas, la progresiva desvalorización de Bayer hizo que los accionistas se llevaran las manos a la cabeza y le denegaran a la junta directiva la posibilidad de deslastrarse; esta es la primera vez que esto ocurre en una de las treinta empresas más grandes que cotiza en la Bolsa de Fráncfort. Pese a todo, Werner Baumann conserva su puesto; el consejo de supervisión de Bayer sigue confiando en él. Eso no sorprende a nadie; después de todo, el jefe de ese gremio de control es Werner Wenning, quien fue jefe de Bayer durante ocho años y ve a Baumann como su delfín.
Lamentablemente, las malas noticias no dejan de llegar. El pasado fin de semana se supo que en la sede francesa de Monsanto se crearon listas secretas con nombres, números telefónicos, direcciones privadas y hasta pasatiempos favoritos de políticos, científicos y periodistas. El objetivo de esa información era facilitar la "reeducación” de las voces críticas. Se cree que esas listas también fueron creadas en Alemania y otros países. Bayer dice no haber sabido nada al respecto.
Es muy probable que otras sorpresas sigan saliendo a la luz. Como dijo una vez Brent Wisner, abogado de Alva y Alberta Pilliod: al comprar a Monsanto, Bayer compró "cien años de corrupción y de fraude científico”. La empresa debe admitir ese error. Y eso solo puede implicar una cosa para Bayer: la compañía debe llegar a arreglos con los demandantes para poder financiar las indemnizaciones. Eso sería una tarea difícil porque la empresa de Leverkusen todavía se está recuperando de los costos que trajo consigo la adquisición de Monsanto. Sin embargo, no hay otra solución a la vista. Si no se llega a acuerdos, Monsanto se convertirá realmente en el sepultador de un consorcio alemán de escala internacional.
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Avellanas para Ferrero: veneno para Chile
La empresa confitera italiana Ferrero procesa avellanas chilenas cultivadas con el uso de pesticidas, denuncian activistas. Uno de estos pesticidas está incluso prohibido en Europa.
Imagen: DW/S. Boddenberg
Los avellanos
En la Región del Maule, en el sur de Chile, se encuentra la mayor parte de las aproximadamente 20.000 hectáreas plantadas con avellanos en todo el país. El cultivo de hortalizas y frutas encabeza aquí la actividad económica. Pero, esta es también una región que sigue generando titulares por el uso incontrolado de pesticidas tóxicos.
Imagen: DW/S. Boddenberg
El exjornalero
Lázaro Aburto, exjornalero de la comuna de Pelarco, confirma que las plantaciones de avellanos en la Región del Maule están utilizando el herbicida paraquat, prohibido en la Unión Europea. "Hay muchos trabajadores con envenenamiento, pero la gente está ocultando sus enfermedades porque les preocupa que las empresas se den cuenta y dejen de darles un trabajo", dice.
Imagen: DW/S. Boddenberg
La investigadora
María Muñoz investiga, en la Universidad Católica del Maule, los efectos de los pesticidas en la región. Ha encontrado residuos de cinco pesticidas diferentes en la orina de los niños, incluyendo diazinón y azinfos-metil. Ambos son residuos de insecticidas fabricados por Syngenta y Bayer. Su aplicación está prohibida en la Unión Europea, pero se permite en Chile.
Imagen: DW/S. Boddenberg
Los productores
"Chile tiene una ventaja comparativa: el valle entre los Andes y las montañas costeras es una de las regiones con las mejores condiciones climáticas para el cultivo de avellanas en todo el mundo. Y en el hemisferio sur tenemos la ventaja de estaciones invertidas", dice el gerente de Ferrero, Alessandro Boccardo, en la reunión anual de productores chilenos en Talca.
Imagen: DW/S. Boddenberg
El agricultor
Agrichile, una empresa del grupo Ferrero, compra cerca de dos tercios de sus avellanas a proveedores. Uno de ellos es Jorge Uslar, quien ya cultiva avellanas en unas 380 hectáreas y quiere seguir aumentando el área. Él mismo no usa paraquat, pero está convencido de que otros proveedores están usando el herbicida: "No creo que Agrichile sea capaz de controlar a todos", dice.
Imagen: DW/S. Boddenberg
La activista
El cáncer es la segunda causa de muerte en Chile. En la Región del Maule, con las tasas más altas de cáncer gástrico en el país, hay además "cáncer de mama, enfermedades pulmonares, Parkinson, demencia. Las jornaleras suelen tener abortos espontáneos. Y creemos que estas enfermedades están relacionadas con la agroindustria", dice Elsa Labraña, miembro de un colectivo de mujeres en Curicó.
Imagen: DW/S. Boddenberg
El ingeniero
El ingeniero agrónomo Ricardo Castro trabaja en la Región del Maule. Explica que no se pueden detectar residuos de paraquat en las avellanas que se exportan, porque el agente no se aplica directamente a las nueces, sino al suelo bajo los árboles. "Todas las malezas, microorganismos e insectos desaparecen, destruyendo el ecosistema y dejando atrás un desierto".
Imagen: DW/S. Boddenberg
El veneno
Pesticidas como el paraquat y el glifosato se pueden comprar fácilmente en las tiendas en Chile, sin restricciones de edad o de otro tipo. Según las cifras del Ministerio de Agricultura de Chile, el paraquat es el herbicida más vendido en el país después del glifosato. El paraquat es, además, más efectivo y menos costoso que el glifosato.
Imagen: DW/S. Boddenberg
Red contra el veneno
María Elena Rozas, coordinadora de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en Chile, presentó un informe sobre plaguicidas y pesticidas altamente peligrosos en la capital, Santiago. Resultado: más de 400 de estas sustancias están registradas en Chile. Más de 100 han sido clasificadas como altamente peligrosas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y una de ellas es el paraquat.