Para fiestas no hay tiempo, el sábado 27 de febrero marca en el calendario el día en el que el club más exitoso de Alemania fue fundado, en el año 1900; en el 2010 la fecha cae un día antes del decisivo partido contra el Hamburgo, por eso no habrá jolgorio, escasamente un espectáculo de fuegos pirotécnicos cuyo disfrute dependerá del resultado.

Gestos conmemorativos

Pero tampoco es que el Bayern haya olvidado la ocasión, por el contrario, uno que otro pequeño gesto recordarán el aniversario. Por ejemplo, la publicación del “Manual de Comportamiento” es parte integral del festejo de los 110 años del club, en él se encuentran –por primera vez en su historia- los “16 mandamientos” que deben orientar a todos los que lo integran, en especial a los futbolistas.

Cada uno de estos mandamientos se formuló en el dialecto bávaro, entre ellos se encuentran: “Somos el club”, “Somos embajadores”, “Somos ejemplo”, “Somos tradición”, “Somos innovación”, “Somos fútbol”, “Somos fidelidad”, “Somos responsabilidad”, y al final, el más importante, “Somos familia”.

Además, se presentó el nuevo uniforme de local para la próxima temporada, con el cual se jugará por primera vez el domingo contra el Hamburgo. La camiseta de barras verticales blanca y roja (inspirada en la que se portaba en 1910) es un tributo a los héroes de los inolvidables años 70: Beckenbauer, Hoeness, Sepp Meier, Breitner, Rummenigge, y –por supuesto- el máximo goleador en toda la historia del club, Gerd Müller, a quien se le dedicó la impresión que va en el interior del uniforme, cerca al cuello, que acompañando una silueta suya dice “Leyendas y lealtad”.

El departamento de comunicaciones del Bayern publicó para los socios una edición especial de su magazín, con entrevistas y reportajes llenos de anécdotas y datos históricos, y preparó una serie de cortos videos rememorando momentos inolvidables, que serán presentados en el estadio el domingo.

Historia exitosa

Es curioso que un club tan arraigado en el colectivo de una región (Baviera) como símbolo de identificación, fuera fundado por un “extranjero”, por un hombre venido de Berlín, Franz John, que con otros 18 jóvenes entusiastas del fútbol en Munich despidió su primer partido como Bayern con un marcador 8-1; 10 años después se conseguiría el primero trofeo. En 1920 ya era el club deportivo más importante de la ciudad.

En 1932 el Bayern obtuvo el primer título nacional; en 1957 por primera vez la Copa Alemana, que hasta ahora ha ganado en 14 oportunidades; en 1963, en el primer torneo de la actual Bundesliga, obtuvo el liderato después de 4 jornadas, para salir campeón tuvo que esperar hasta 1969. Desde entonces lo ha logrado en otras 19 oportunidades.

La década de los 70 fue para el Bayern la “edad de oro”, con una nómina de lujo en la que estaban los mejores exponentes del fútbol alemán se catapultó en el escenario internacional ganando la Copa de Campeones de Europa (hoy Champions League) durante tres años seguidos (1974, 1975 y 1976), así como la Copa Mundial de Clubes (1976).

En los últimos 30 años el Bayern se consolidó como el gigante del fútbol germano acumulando constantemente trofeos nacionales, y se transformó en uno de los grandes clubes de Europa, especialmente después de jugar las finales de la Champions League en 1999 (derrotado por Manchester United) y 2001 (triunfador sobre Valencia), y de imponerse el mismo año al Boca Juniors en el duelo por la Copa Mundial de clubes.

Huella latinoamericana

Así como casi todos los futbolistas alemanes de gran renombre han pasado por las filas del Bayern, un buen puñado de talentosos futbolistas latinoamericanos hizo historia –para bien o para mal- con el club de Munich.

Hoy sólo sobrevive el argentino Martín Demichelis, central titular de su selección bajo la dirección técnica del legendario Diego Armando Maradona, quien asegura que “todo lo que he conseguido se lo debo al Bayern”. Otros antes que él tuvieron otra fortuna: el colombiano Adolfo “el tren” Valencia, conocido por la afición como “muchos dolores” Valencia, por sus constantes quejas sobre la exigencia de los entrenamientos; el paraguayo Julio dos Santos, un supuesto reemplazo de Michael Ballack que poco o nada jugó; el argentino José Ernesto Sosa, un joven prometedor que jamás se adaptó a Alemania. Para mencionar unos pocos.

Peruanos y paraguayos han estado en Munich (Claudio Pizarro, Paolo Guerrero, Roque Santa Cruz), pero son los brasileros quienes conforman la fracción latinoamericana más exitosa del Bayern: Giovanni Elber, goleador de la Bundesliga en el 2003; Jorginho, Zé Roberto, Lucio y Paulo Sergio. Todos ellos celebraron títulos y dejaron huella en los corazones de la afición.

Autor: Daniel Martínez

Editor: José Ospina-Valencia