El FC Bayern Múnich es amado y odiado. En una documentación de DW, personalidades del club, tales como Uli Hoeness, Oliver Kahn y Philipp Lahm, muestran que el club de los millones también tiene una faz humana.
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El fenómeno "Mia san mia"
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Cuando Uli Hoeness debió, en 1979, abandonar el fútbol debido a una lesión, y, a los 27 años, se transformó en el más joven dirigente en la historia de la Bundesliga, tenía una clara visión: “Transformar al FC Bayern Múnich en una marca mundial”. Hoy, la plantilla del club tiene un valor de unos 580 millones de euros. Solo este verano se integraron al FC Bayern Múnich estrella tales como James Rodríguez, Corentin Tolisso y Kingsley Coman, con un valor de mercado de otros 120 millones.
La Bundesliga no es suficiente
Desde el presidente al aficionado en la favela: los héroes del fenómeno “Mia san mia”
Imagen: DW
Uli Hoeneß (Múnich) – Presidente del Bayern Múnich
„Siempre pensé que el Bayern Múnich debía pasar de ser un club pequeño a convertirse en una marca global”. Inspirado por esta idea trabaja como director general, y es además para los jugadores un consejero y un amigo. En marzo de 2014, un delito de evasión fiscal le cuesta 11 meses de cárcel. Uli Hoeneß se despidió diciendo: “Esto no ha sido todo”. Y llevaba razón.
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Kamal Abu Lail (Nazaret, Israel) – Seguidor del Bayern Múnich
“Da igual que sean palestinos o judíos, cuando el Bayern marca un gol abrazas a todos”, dice Kamal, un palestino que vive en Israel. Desde los años 70 es fan del Bayern. “En aquel entonces tenía diez años y un televisor en blanco y negro. A menudo retransmitían partidos: Rummenigge, Beckenbauer, Breitner eran ya muy famosos. Y no tardé en enamorarme de su juego.”
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Philipp Lahm (Múnich) – Formado en el semillero del club
Leal, elocuente y exitoso: Philipp Lahm es el modelo de jugador formado en las categorías inferiores del Bayern Múnich. El mediocampista jugó casi dos décadas en el equipo bávaro. Ahora, ya retirado a sus 33 años. “El ser más delgaducho que los otros me dio seguramente ese plus de ambición que se necesita para sobrevivir en la pileta llena de tiburones que es el Bayern Múnich.”
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Kanata Tokumoto (Fuchu City, Japón) – Aficionado del Bayern Múnich
Kanata es el alumno aventajado del Bayern Tsuneishi, la academia de fútbol de un gigantesco astillero en el estado federal de Fukushima. Este japonés de 14 años es tan bueno que el Bayern Múnich envió a un entrenador de juveniles para observar su desarrollo. Asistimos al punto culminante de este encuentro en un partido de la liga juvenil donde se pone a prueba el talento del pequeño Kanata.
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Samuel “Sammy” Osei Kuffour (Acra, Ghana) – Exjugador
Llegó a Múnich a los 17 años desde Ghana, previo paso por Italia. Uli Hoeneß se convirtió para el joven Sammy en un padre adoptivo, que siempre estuvo junto a él en los períodos difíciles de su vida. Sobre todo tras la trágica muerte de su hija, la solidaridad fue impresionante y el jugador ghanés pudo sentir lo que significa el fenómeno “Mia san mia” desde el punto de vista humano.
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Camila Borborema (Río de Janeiro, Brasil) – Aficionada del Bayern Múnich
A veces, otros brasileños tachan de loca a Camila. Con tantos equipos como hay en su propio país, esta mujer de 24 años tuvo que elegir al Bayern Múnich. Se debe en parte a un jugador a quien no puede sacarse de la cabeza desde la final del mundial de 2002. “Oliver Kahn es el hombre de mi vida, no hay una persona más maravillosa en todo el planeta. Lo amo por encima de todo.”
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Oliver Kahn (Múnich) – Leyenda bajo el arco
Para algunos es “el Titán”, para otros la “bestia negra” personificada. Pero todos coinciden en una cosa: a pocas personas les unen tantas cosas con el Bayern Múnich como a Oli Kahn. “Me empapé de todos los valores del club, porque el éxito solo es posible cuando uno se identifica totalmente con lo que hace”, afirma el exarquero.
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Franz “Bulle” Roth (Bad Wörishofen) – Bávaro de pura cepa
En la final de la Copa de Europa de 1967 marcó en el tiempo de descuento el gol decisivo contra el Glasgow Rangers. Fue la primera piedra en el éxito internacional del Bayern Múnich. “El arquero salió a por mí y casi me derriba, pero el balón entró por debajo del travesaño. ¡Maravilloso! Al acostarme, puse la copa en mi mesita de noche y no dejé de mirarla toda la noche…”
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Giovane Elber (Mato Grosso, Brasilien) – Ex-Spieler
Giovane Elber führt ein Doppelleben. In Brasilien – nahe der bolivianischen Grenze - besitzt er eine Ranch mit 5000 Rindern. Doch wo immer der FC Bayern ihn braucht, ist er auch für seinen Lieblingsclub im Einsatz. Als Botschafter für den FC Bayern reist er um die Welt. Für das „Mia san mia“- Phänomen erinnert er sich an seine aktive Zeit bei den Bayern zurück – in seiner ganz speziellen Art.
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Rafael Noboa y Rivera (Nueva York, EE. UU.) – Seguidor del Bayern Múnich
Rafael nació en Puerto Rico y vive en Nueva York. Allí trabaja en una empresa de software. Desde hace 20 años es un apasionado seguidor del Bayern Múnich, con una perspectiva muy especial: “Me encanta el juego, a veces es arte. Pero yo lo vivo con mucha intensidad y por eso tengo que tomar distancia. No me gusta depender de algo que no puedo controlar.”
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Andy Brassell (Londres, Inglaterra) – Periodista deportivo
Andy escribe para “The Guardian” y colabora con “Talksport”, una de las mayores emisoras de radio deportivas del mundo. Su opinión tiene peso en el mundo del fútbol y uno de sus grandes temas es la relación entre los clubes ingleses y alemanes. “Los muniqueses son tan grandes y tienen tanto éxito, que para mucha gente aquí en Inglaterra el Bayern Múnich y el fútbol alemán son la misma cosa.”
Este reportero de 38 años del diario “EL MUNDO” ama el fútbol, como fenómeno social, pero también como competición deportiva: “En Madrid puedo decidir si la ciudad duerme bien o se va de mal humor a la cama.” Para él, el punto álgido de la temporada no es “el Clásico” contra el Barcelona, sino cuando el Real Madrid se enfrenta a su “bestia negra”, el Bayern Múnich.
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En Alemania, el club hace tiempo que ocupa un lugar dominante, que se manifiesta también en su consigna, “Mia san mia” (“Nosotros somos nosotros”), una expresión de sentimiento de superioridad y confianza en las propias fuerzas. Lo cual no solo tiene ventajas, dice el exguardameta Oliver Kahn: “Eso significa también cargar con la envidia y la animosidad de medio país”.
Con 27 títulos de campeón de la Bundesliga y 18 copas alemanas ganadas, Alemania hace tiempo que le queda chica al club. “Daría todos los otros títulos que gané por salir campeón en la Champions League con el Bayern Múnich”, dijo el entrenador del Bayern Múnich Carlo Ancelotti aún a principios de año. Pero no pudo ser: el 29 de septiembre, el club lo dio de baja por falta de éxito.
Un hogar, una familia
Además del éxito como marca mundial, para Uli Hoeness, lo importante es conservar la cohesión interna en el club: “No somos solo un club de fútbol, sino para muchos algo así como una hogar, una familia”. Si hay una persona que lo puede confirmar es, sin duda, Samuel Osei Kuffour. “Uno de los momentos más difíciles de mi vida fue haber pedido a mi hija”, nos dice en una entrevista en Accra.
La muchacha, de entonces 15 años, se había ahogado en un accidente en Ghana. Kuffour relata que Uli Hoeness y Karl-Heinz Rummenigge, exatacante y ya entonces presidente del directorio del FC Bayern Múnich, de inmediato fueron a su casa para acompañarlo en un momento tan difícil. “En dos horas lograron contratar un jet privado para que pudiera volar a Ghana”, recuerda Kuffour, “y el avión permaneció en Accra hasta que pude volver a Alemania”. Para Kuffour está claro que “eso significa, que esa gente estaba dispuesta a ayudarme en todo”.
Una historia de éxito internacional
El fundamento del éxito internacional del FC Bayern Múnich fue la victoria hace 50 años sobre el Glasgow Rangers, con un gol de Franz Roth en el alargue de la final de la Copa de Campeones de Europa. Roth jugaba entonces en el equipo junto con, entre otros, el “káiser” Franz Beckenbauer, el legendario guardameta Sepp Maier y el goleador Gerd Müller. En su tienda de deportes en Bad Wörishofen, Algovia, Roth, hoy de 71 años, recuerda la conquista de ese importante título aún emocionado: “Puse la copa sobre la mesita de luz y me la quedé mirando, ¡toda la noche!”.
Desde esa victoria, el FC Bayern Múnich ha ganado 60 títulos, entre nacionales e internacionales, entre ellos cinco campeonatos de la Champions League, transformándose en uno de los clubes de fútbol más exitosos del mundo. Y uno de los que más afiliados tiene hoy: unos 300.000. El Real Madrid tiene unos 100.000 y el Barcelona y el Manchester United sendos 150.000. “Comenzamos en aquellos tiempos con 20 empleados y doce millones de marcos alemanes de facturación por año”, dice Uli Hoeness, “hoy facturamos 630 millones y empleamos a casi mil personas”.
¿Qué es el fenómeno "Mia san mia"?
Para hacer comprensible la importancia de esas cifras y darle al fenómeno internacional del FC Bayern Múnich un rostro, los reporteros de la DW Niels Eixler y Manuel Vering viajaron 50.000 kilómetros por el mundo. Consigo llevaban, además de sus cámaras, sobre todo una buena porción de curiosidad: ¿qué hace la fascinación del club?, ¿es “Mia sin mia” un grito de batalla en serio o solo un eslogan publicitario?, ¿por qué el FC Bayern Múnich tiene fans tanto en Brasil como en Londres, Nueva York, Japón, Ghana y Tel Aviv? Y ¿cuáles son sus defectos, si es que los tiene?
El documental de la DW “El fenómeno Mia sin Mia”, de 85 minutos, fue estrenado el en el cine Babylon de Berlín, con la presencia de 500 invitados, entre ellos exestrellas del club, tales como Klaus Augenthaler, Hans Pfügler y Bulle Roth. El filme muestra a jugadores y dirigentes del club, pero también a sus fans en todo el mundo, de los cuales algunos fueron también invitados al estreno mundial en Berlín y pudieron verse a sí mismo en la gran pantalla. Cuánto aman a "su" club demuestra que la vieja visión de Uli Hoeness, del pequeño club que se transforma en marca mundial, se ha transformado hace tiempo en realidad.