Bayern Múnich fue inferior
12 de abril de 2007El fútbol alemán es así. Apenas ayer, Felix Magath alababa la buena condición física del Bayern. Giovanni Trapattoni, en DW WORLD, afirmaba que los rojos tenían las mayores posibilidades de ganarle al AC Milán, en casa, el partido de vuelta de Cuartos de Final dentro de la Champions League. El mediocampista Hasan Salihamidzic se ufanaba, sin asomo de pudor: "Somos Bayern, y vamos a ganar".
Amargo despertar
Hoy el tono es completamente distinto. La derrota de 2 a 0 no solamente dejó al equipo bávaro con una solitaria esperanza de conquistar el título de la Bundesliga. También puso de manifiesto la necesidad -ahora urgente- de una renovación a fondo en el emblemático cuadro alemán.
Los analistas del periódico Bild llegan a una conclusión: "Falta personal de primer nivel", dicen. Y ello no se refiere sólo al cuadro titular sino también a la banca. Ésta, en el juego clave, no funcionó. Ante las lesiones de Sagnol y Schweinsteiger, "Ottl y Lell se vieron orillados a tomar la responsabilidad. ¡Y fueron abrumados sin conmiseración!" El Kicker, la biblia del fútbol alemán, titula con escalofriante precisión: "Milán fue demasiado fuerte para el Bayern".
Por si fuera poco, Salihamidzic, que tan seguro se había mostrado del triunfo, perdió la compostura y agredió a Nesta en el minuto 67. "Tales imágenes dañan la proyección internacional del Bayern", dice el Bild.
La ira de los dioses
Franz Beckenbauer, mandamás del Bayern, dejó caer sus primeras impresiones luego de la debacle: "No lo comprendo. Ambos goles entraron por la zona central. Ahí es donde hemos tenido problemas toda la temporada. Seedorf pudo hacerse del balón con completa tranquilidad, dentro del área. Y en el segundo gol los centrales se confundieron totalmente. No puede hacerse tales concesiones a un equipo como el Milán. ¡El castigo fue implacable".
Las palabras de Beckenbauer, seguramente, se transformarán en hechos concretos. Y pronto. A la luz de la derrota, cobran importancia otros vectores en la vida interna del equipo, que hacen reflexionar sobre su destino.
Reformas urgentes
Bayern debe tomar decisiones importantes, por ejemplo, en el caso de Oliver Kahn. Es verdad que el guardameta es líder nato. Pero a sus 38 años, hablar de una renovación de contrato parece inadecuado en un equipo tan orgulloso de su tradición.
Además, "el factor Kahn" ya crea problemas internos ante la inconformidad del portero suplente, Michael Rensing, quien amenazó con buscar otros horizontes si Kahn firma de nuevo con el Bayern.
Otro factor es la salida de Salihamidzic, que se va a la Juve a formar mancuerna con Torsten Frings (¿o acaso rechazará éste, a sus 30 años, una oferta de entre ocho y nueve millones de euros?). El bosnio ya está más preocupado con sus clases de italiano que con el rendimiento en su actual equipo.
Y por supuesto, está la fractura en el cuerpo de delanteros. Es casi un hecho que Claudio Pizarro y Roque Santa Cruz saldrán del Bayern. Ellos lo saben, y se encuentran -ayudados por sus asesores, claro- en la búsqueda de otras opciones. Ninguno de los dos abandona el equipo rojo con un grato sabor de boca.
Toni, ¿la solución?
"Ya viene Luca Toni", repelan algunos. Pero éste deberá desquitar centavo a centavo cada uno de los 10 millones de euros que costará su transferencia. Se trata asimismo de un delantero de 30 años, con un temperamento algo extravagante que podría causar revuelo en la conservadora y a veces pueblerina mentalidad que rodea al Bayern Múnich. Avete capito?
Como quiera que sea, la derrota ante el Milán fue especialmente dolorosa. El equipo milanés se ha convertido en el máximo tabú internacional para Bayern, que en el terreno internacional parece "tropezar siempre con la misma piedra". Y eso es algo que, por sí mismo, el once bávaro no puede tolerar más.