El encuentro en la Allianz Arena de Múnich entre Stuttgart y Bayern no es otra cosa que un desfile de seleccionados alemanes. Juntos, suabos y bávaros podrían incluso formar un combinado nacional completo. Y lo que resulta aún más llamativo, estaría compuesto casi en su totalidad por jugadores de ataque. Se trata de un fútbol ofensivo hecho en Alemania.

Compañeros y rivales

Venido a más de la mano de Sebastian Hoeneß, el Stuttgart ha superado al Bayern Múnich como base de la selección nacional, al menos en términos numéricos. De hecho, ningún otro club de las grandes ligas europeas suma a tantos jugadores internacionales como el Stuttgart. Podría decirse que el fútbol alemán ya no solo responde al compás del multicampeón alemán, es un ahora una vitrina compartida donde impera un juego atractivo.

En un once inicial mixto, cada línea bien podría contar con futbolistas de ambos bandos: Alex Nübel está en la lista de sucesores de Manuel Neuer, mientras que Max Mittelstädt y Joshua Kimmich ya se han acompañado en la línea defensiva. El doble enganche en mediocampo presenta al dúo del futuro con Aleksandar Pavlovic y Angelo Stiller; una combinación recientemente probada por Julian Nagelsmann en la última victoria sobre Países Bajos.

Y entonces comienzan los fuegos artificiales al ataque en intercalado Stuttgart-Bayern: Jamie Leweling, Jamal Musiala, Chris Führich, Serge Gnabry, Deniz Undav, y Leroy Sané. Salvo este último, los que hoy por hoy defienden la camiseta de la selección alemana, mañana son acérrimos rivales en el campeonato local. Dicho sea de paso, Leweling marcó el gol del triunfo contra Países Bajos, Undav se embolsó doblete ante Bosnia.

Así, el despegue suabo la temporada pasada, que culminó en la formación de un Stuttgart de élite, invita más que nunca a un espectáculo pirotécnico al filo de la jornada siete de Bundesliga. En choque de ofensivas, el líder Bayern buscará alejarse a ocho puntos de distancia del Stuttgart, que aguarda por detonar todo su potencial en el campeonato doméstico ocupando el octavo puesto de la general.

El punto débil del Bayern

Pero no todo es miel sobre hojuelas, especialmente para los muniqueses. Si bien la impronta del entrenador Vincent Kompany ya describe un estilo de juego dominante de alta posesión de balón, los últimos tres partidos fueron un llamado de atención: el Bayern Múnich concedió cinco goles en ocho días.

Pese a haberse mostrado superior ante sus últimos rivales Leverkusen y Frankfurt, ser el equipo con la mayor posesión de pelota de la liga, además de registrar el mejor índice de pases y duelos ganados, de poco sirvió si tuvo que conformarse con la repartición de puntos. A todas luces, en el inicio de temporada, la defensa sigue siendo el punto débil, aspecto que Hoeneß y su elenco habrán detectado para hacer daño este sábado a domicilio.

(aa)