El Bayern gestó hoy su propio "milagro alemán" en Old Trafford al marcar dos goles de visita después de ir perdiendo 3-0 ante el Manchester United. Así, gracias a la regla de los goles de visitante, la derrota por 3-2 en realidad se convirtió en una proeza para el conjunto alemán, que había ganado 2-1 en Múnich.

Los muniqueses, además, se cobraron revancha de la dolorosísima y recordada final de la Champions de 1999, cuando los "Diablos Rojos" triunfaron en Barcelona gracias a dos goles en tiempo de descuento.

"Fue la derrota más hermosa en la historia del Bayern", dijo su presidente honorario Franz Beckenbauer sobre el encuentro de hoy. Es que el Manchester United ganaba cómodo por 3-0 y había aroma a

goleada en el "teatro de los sueños", pero un gol de Ivica Olic antes del final del primer tiempo resucitó al Bayern y sumió en las dudas al dueño de casa. Una volea espectacular de zurda de Arjen Robben, a

15 minutos del final, selló el 4-4 global y le dio el pasaporte al equipo muniqués.

La primera sorpresa se dio antes del puntapié inicial, cuando se vio surgir desde el túnel a Wayne Rooney, enfundado en la camiseta roja con el número 10 y sin dar señales de su lesión en el tobillo. Un día antes el entrenador Alex Ferguson había descartado de plano la presencia del delantero en el crucial cotejo.

Resurgiendo de las cenizas

Rooney no lo hizo mal en un primer tiempo que tuvo como dueño casi exclusivo al United. Incluso participó en el primer tanto, al asistir a Gibson para que su compañero definiera con un tiro fuerte al primer palo del portero Hans-Jorg Butt y pusiera el 1-0 a los tres minutos.

A los siete el United ya había doblado la ventaja, con un golazo del portugués Nani. El ecuatoriano Antonio Valencia volvió loco a su marcador por la banda derecha y sacó un centro que fue conectado de

taco por Nani, para meter el balón en el segundo palo de Butt.

Cuatro minutos antes del intervalo, todo pareció sentenciado, después de que Nani sacara un remate alto desde el vértice del área que se filtró junto al techo del arco visitante.

Pero enfrente estaba un equipo alemán, y eso es garantía de fortaleza moral. A los 43', Olic aguantó la marca de Michael Carrick y cruzó el remate al palo más lejano de Edwin van der Sar. Y Robben casi mete el segundo con un disparo magníficamente desviado por el portero holandés.

Fue un aviso de lo que vendría en el complemento. A los 50', el zaguero Rafael se fue expulsado por doble amonestación. Y Rooney fue reemplazado por John O'Shea: Ferguson decidió adelgazar el ataque, fortalecer la defensa y aguantar el resultado atrás.

El Bayern se lanzó entonces más decidido que nunca a buscar el segundo gol, el de la clasificación. Ambos tuvieron sus chances, pero el grito del final fue para los alemanes, gracias a un holandés.

A la salida de un corner ejecutado por Frank Ribéry, Robben recibió el balón y sacó una volea magnífica que dejó sin chances a su compatriota Van der Sar. Esta vez, el "milagro" fue del Bayern, que por primera vez en nueve años vuelve a estar entre los cuatro mejores de Europa.

Dos argentinos a la semifinal con el Lyon

En tanto, el Lyon de los argentinos Lisandro López y César Delgado avanzó hoy por primera vez en su historia a las semifinales de la Liga de Campeones de Europa.

A pesar de caer por 1-0 en el partido de vuelta en cancha del Girondins de Burdeos, en lo que fue el único choque "fratricida" de los cuartos de final, el Lyon se clasificó debido al triunfo de 3-1 que había obtenido como local. En un estadio Chaban-Delmas repleto con casi 35.000 espectadores, el Burdeos se impuso con gol del marroquí Marouane Chamakh al minuto 45, pero no consiguió reeditar la hazaña de 1985, cuando llegó por primera y única vez a semis de la Copa de Campeones de Europa.

Lyon, en cambio, en su décima participación consecutiva en la Champions, llegó a semis por primera vez y superó la "maldición de los cuartos", ya que nunca había conseguido superar la ronda de los últimos ocho, que alcanzó en cuatro oportunidades.

El restante finalista de la Champions League surgirá del choque entre el Barcelona y el Inter. Los partidos de ida de semifinales se disputarán dentro de dos semanas.

dpa
Editor: Pablo Kummetz