La elección de Joachim Gauck como presidente de Alemania se da desde hace días por segura. A fin de cuentas, el antiguo disidente de la RDA fue nominado como candidato por los principales partidos políticos del país, tanto del gobierno como de la oposición. Pero ahora salta al ruedo también otra figura, de fama internacional: Beate Klarsfeld, conocida por muchos años como una implacable cazadora de nazis. La Izquierda, que no fue llamada en su momento a participar en la búsqueda de un candidato de consenso, anunció este lunes su nominación, tras días de discusiones internas.

“Una alternativa real”

En vista de la correlación de fuerzas en la política alemana, la elección de Gauck en realidad no peligra. No obstante, la candidatura de Beate Klarsfeld de seguro dará que hablar, ya que se trata de una personalidad que difícilmente pase inadvertida. La jefa de La Izquierda, Gesine Lötzsch, manifestó desde ya su convicción de que Klarsfeld podrá conseguir más votos de los que tiene su partido en la Asamblea Federal, el organismo encargado de la elección del presidente alemán.

“Todos los demócratas que no quieran votar por el Sr. Gauck tienen ahora una alternativa real”, afirmó por su parte el otro jefe de La Izquierda, Klaus Ernst. Hizo notar que Klarsfeld es un símbolo de integridad, valor, antifascismo y justicia social, puntualizando que precisamente ante el trasfondo de la serie de asesinatos cometidos en los últimos años por neonazis, su candidatura adquiere especial significado.

Defensora de los derechos humanos

Beate Klrasfeld se mostró satisfecha con su nominación. “Es para mí un gran honor y un reconocimiento a mi trabajo”, señaló, indicando que no se considera sólo como antifascista, sino como defensora de los derechos humanos. “Trabajo en pro del entendimiento entre los pueblos y me veo siempre del lado de las víctimas”, afirmó.

La gran tarea de su vida ha sido, como ella misma indicó, “denunciar las atrocidades cometidas por los nazis, velar porque los criminales nazis recibieran su justo castigo e informar al respecto a las nuevas generaciones”. Junto a su marido, Serge Klarsfel, luchó por ejemplo porque fueran juzgados dirigentes nazis como el antiguo jefe de la Gestapo en Lyon, Klaus Barbie.

Autora: Emilia Rojas (dpa/dapd/Reuters)

Editora: Luna Bolívar