Niega haber participado en los crímenes de la banda neonazi NSU, con cuyos integrantes convivía, aunque pide perdón por no haberlos podido evitar. Es su primera declaración tras dos años y medio de juicio.
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La presunta terrorista alemana Beate Zschäpe, acusada de diez asesinatos con el grupo neonazi 'Clandestinidad Nacionalsocialista' (NSU) entre 2000 y 2007, pidió hoy perdón a las víctimas tras negar haber colaborado ni en la planificación ni en la ejecución de los crímenes de la banda criminal. "Me siento moralmente responsable por no haber evitado diez asesinatos y dos atentados con bomba", dice en su declaración. "Pido sinceramente perdón a todos los familiares de las víctimas de los crímenes de Mundlos y Böhnhardt".
Zschäpe achacó toda la responsabilidad de los crímenes a sus compañeros de piso y presuntos cómplices Uwe Böhnhardt y Uwe Mundlos, que fueron encontrados muertos tras cometer un atraco en 2011, y dice que se sintió "horrorizada" al enterarse de sus crímenes. "Recuerdo suplicarles durante horas que detuvieran los asesinatos", afirma. "Recibí la respuesta de que no volvería a suceder, pero no cumplieron su palabra", ante lo que dice que se resignó: "Me distraje a mí misma con juegos de ordenador y bebiendo más y más vino, tres o cuatro botellas al día". Y, añade, "descuidando mis gatos".
Prendió fuego a su residencia
La policía concluyó que Böhnhardt y Mundlos se suicidaron en la caravana que utilizaban para sus desplazamientos. Zschäpe, que fue detenida tras el hallazgo de sus cadáveres, logró hacer saltar por los aires el ático donde convivía con ellos, en la localidad de Zwickau, en el este de Alemania. La acusada admitió que prendió fuego a la vivienda, aunque sostuvo que tomó medidas para asegurarse de que el edificio estaba vacío.
Sin embargo, negó cualquier participación en sus crímenes, que incluyen, además del asesinato de ocho alemanes de origen turco, un inmigrante griego y una agente de la policía, otros atentados y atracos a mano armada por toda Alemania. Su declaración, de 53 páginas, fue leída durante hora y media por uno de sus abogados ante un la Audiencia Territorial de Múnich. La presunta terrorista neonazi rompió así su silencio, más de dos años y medio después de que comenzara el juicio.
LGC (dpa / AFP)
“Yo también soy Alemania”
Este blog de fotos concebido por becarios de la fundación Deutschlandstiftung Integration está dando que hablar en las redes sociales: el proyecto recopila algunas de las creencias racistas más generalizadas en Alemania.
Imagen: Deutschlandstiftung Integration
Anastasia M. (Mannheim)
La etiqueta de Twitter #AuchichbinDeutschland ('#YoTambiénSoyAlemania') alude a un blog de fotos que recopila las creencias racistas más generalizadas en el país; expresiones, afirmaciones o preguntas articuladas a diario que alienan a muchos de quienes nacieron o crecieron en territorio germano. Como muestra, un botón: “Mi nombre no suena alemán, pero #YoTambienSoyAlemania”, nos dice Anastasia M.
Imagen: Deutschlandstiftung Integration
Ati y Markus (Núremberg)
El proyecto #YoTambienSoyAlemania fue puesto en marcha a mediados de abril por becarios de la fundación Deutschlandstiftung Integration para dejar en evidencia los prejuicios articulados más frecuentes en el país. “No, nosotros no nos conocimos cuando él estaba de vacaciones”, nos dice Ati, acompañada en la foto por Markus, su pareja.
Imagen: Deutschlandstiftung Integration
Farah A. (Mannheim)
“Tú también eres una excepción”, escribió Farah A. en su pizarra. Los artífices de la campaña #YoTambienSoyAlemania se inspiraron en el proyecto #YoTambiénSoyHarvard, iniciado por estudiantes negros de esa universidad estadounidense para romper la excluyente y anacrónica imagen de su alma máter. Y es que no todos los alumnos de Harvard son blancos, anglosajones, protestantes o heterosexuales…
Imagen: Deutschlandstiftung Integration
Sarah A. (Berlín)
– ¿Vas a viajar a tu país en verano? – ¿Qué? ¡Pero si Alemania es mi país! Todos los días, los alemanes de piel oscura oyen preguntas como la aludida por Sarah A. en su pizarra. Muchos siguen sin entender que Alemania es cuna de una población muy diversa. Esta situación atenta contra el sentido de pertenencia de aquellos cuyo fenotipo no coincide con el estereotipo de los alemanes blancos.
Imagen: Deutschlandstiftung Integration
Kübra Y. (Friedrichshafen)
En Colonia se acaba de conmemorar el décimo aniversario de un ataque xenófobo perpetrado en el barrio Mülheim, habitado sobre todo por inmigrantes turcos. Pero el racismo no sólo se manifiesta en agresiones físicas, sino también en afirmaciones o preguntas aparentemente inofensivas, como las que alude Kübra Y. en su pizarra: “No, mis padres no me han impuesto un matrimonio forzado”.
Imagen: Deutschlandstiftung Integration
Zuher J. (Marburg)
“Nosotros queremos espolear la discusión sobre lo que significa ser alemán”, explica Narod Cahsai, coordinador del proyecto #YoTambienSoyAlemania, agregando que la exclusión social tiene muchos matices. “¿Eres muy religioso?”, esa es la pregunta que más le incomoda a Zuher J. porque lo que suele esconderse detrás de ella es la suposición de que su confesión va de la mano del extremismo político.
Imagen: Deutschlandstiftung Integration
Victoria C. (Berlín)
“Yo: Mis padres son de Uruguay / Él: ¿Qué? ¿De África? ¡Pero si tú no eres negra!”, escribió Victoria C. en su pizarra. Muchas veces, la ignorancia hace que las preguntas más impertinentes sean formuladas como si fueran cándidas expresiones de interés genuino. También contra esa ignorancia han buscado posicionarse los creadores del proyecto #YoTambienSoyAlemania.